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"¿Crees en Dios?".

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La falsa Alejandra...

    O como ya sabemos que en realidad se llama: Alessandra; Alessandra fingió estar inconsciente todo el tiempo y camino en el cual fue llevada por un Cavalier a una espaciosa habitación.

    No en la habitación en la que se había quedado en la noche anterior.

    Lo que significaba...

    Lo que significaba que Ethan no se había percatado de su intrusión en la madrugada.

    Él no sabía nada.

    Ni su nombre real.

    Porque tan sólo se había equivocado. Él no era un maldito adivino.

    Ella... escuchó a Mathew hablar, corrigiendo a su hermano por su equivocación. Escuchó a las hermanas Helvet hablar en la lejanía con aturdimiento. Escuchó a Ethan Cavalier sobre todos los demás.

    Entonces cuando una voz desconocida se oyó cerca, varios minutos después, Alessandra fingió despertar.

    Sus pestañas revoletearon, sus ojos no se abrieron inmediatamente; se abrieron lentamente, como con dificultad.

    Soltó un gemido, uno de dolor,

     Un gemido falso, por supuesto, que como finalidad tenía el llamar la atención hacia ella para que se percataran de que la pobre se había despertado.

     Ow.

     Ella vio el techo primero, fingiendo espantarse por hallarse en un lugar desconocido, después miró con falso horror al hombre mayor que desconocía en la habitación.

    El desconocido se acercó y Alessandra retrocedió. Él tenía ropa formal, una bata y una barba de chivo. Sus ojos parecían jóvenes a excepción de todo su rostro, que parecía haber pasado por luchas, luchas. Buenas luchas. Canas, brillantes canas, notó. Posiblemente tenía unos sesenta años de edad...

    Era un poco su tipo.

    Pero entonces su cerebro procesó la información con eficacia. Se percató de que, si un médico había llegado hasta allí, tenía un objetivo claro, que era ella.

    Él vino a revisarla.

    Revisarme...

    Alessandra miró más allá del médico, miró a Ethan, quien ya la miraba, manteniéndose sereno con los brazos cruzados en su ya vestido musculoso torso mientras Mathew le hablaba.

    Alessandra casi se rió.

    ¿Crees que vas a atraparme, idiot?

    Ella volvió la cabeza cuando el médico le habló suavemente, con su voz un poco, sólo un poco, molesta debido a su uso exagerado de la "s".

     Era como:

     —No te asssussstesss.

Loco por La Loca (En Edición) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora