Capítulo 33: Mokey Mokey

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Libro III

Capítulo 33

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Mokey Mokey

[Hada/Normal/LUZ/Nivel 1/ATK 300/DEF 100]

Un ángel desterrado. Nadie sabe en que está pensando. A veces se enfada y es algo terrible.

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No estuve muy equivocado con respecto a cómo se relacionaba Mokeo con la profesora Akemi. Sólo que ella no es exactamente doctora en medicina, como sí lo es la profesora Ayukawa. De hecho, comenzó su carrera en la ciencia dedicándose a la Física Teórica (no por nada nos daba la clase de Física del Duelo). ¿Cómo entonces una persona que estaba en el campo de la física y no de la medicina tenía a Mokeo como su paciente? Bueno, su especialidad estaba en el estudio de la energía de duelo y como esta afectaba a los seres vivos.

Volviendo a lo que sucedió la tarde en la que conocí a Mokeo, la profesora Akemi nos animó a buscar un lugar relajado en el cual pudiéramos conversar. Ese lugar resultó ser el techo de la Academia. Como toda azotea de una escuela japonesa de anime, el lugar funcionaba casi como una serte de segundo patio. Aunque, en realidad, pocos alumnos subían allí en las horas de la tarde, después de clases, cuando todos preferían volver a sus cómodos dormitorios, ir a la biblioteca a terminar sus tareas o pasaban el rato en las arenas de práctica.

Como teníamos la azotea entera para nosotros, los espíritus de duelo del mazo de Mokeo se hicieron presentes. Tres Mokey Mokey, Haniwa, Amante Feliz, Amistad Brillante y demás monstruos vainilla de niveles bajos y estadísticas poco impresionantes. Mokeo sonrió feliz, como un niño en dulcería, mientras los veía corretear por todo el lugar jugando entre sí, como si fueran niños de preescolar.

—Así que, la profesora Akemi dijo que podías ayudarme.

Mokeo me miró un momento. Su sonrisa se apagó un poco. No de una forma negativa, más bien parecía estarme estudiando.

—Ese es el plan —dijo.

No sabía muy bien que decir. Mokeo tenía un aura muy relajada a su alrededor, aunque no sentía ganas de irme a dormir como sucedía en la serie (al grado de que el profesor Chronos no podía acercarse a él si no usaba un traje protector).

—No te había visto en Osiris antes —comenté. El clásico desvío de tema de quien no sabe sobre qué hablar.

—Me trasfirieron hoy. —Volvió a mirarme como tratando de descubrir un gran misterio sobre mí. No estoy seguro de si la confusión por ese giro en los acontecimientos se notó en mi rostro. ¿De dónde habían trasferido a Mokeo? Según recordaba, él era de la edad de Hayato, Ryo y Fubuki, es decir, debió entrar a la Academia al mismo tiempo que ellos—. Lo curioso es que tú estés en Osiris.

Su comentario solamente me descolocó más.

—Todos los estudiantes comienzan en Osiris...

—Nosotros no —dijo—. La doctora Akemi dijo que eras como nosotros, así que no debiste comenzar en Osiris.

No tenía idea de que pensar. ¿Yo era cómo ellos? ¿Quiénes eran ellos? Por supuesto, la profesora Akemi especificó al presentarme a Mokeo «uno de mis pacientes» así que, en teoría, debía de tratar a más chicos con sus mismas «habilidades» peculiares. Sin embargo, Mokeo lo hizo sonar como si fueran un grupo unido y no pacientes aislados que veían al mismo médico.

Esa vez que reencarné en Yu-Gi-Oh! GXDonde viven las historias. Descúbrelo ahora