No le temo a la oscuridad, la odio. Parte 3

25 3 2
                                    

Aquella alimaña grande, verde y llena de arrugas empezó a escandalizarse, gritar y maldecir. El grupo estaba atónito, pues aquél plan infalible que habían armado se había caído al charco junto con ellos, y ahora les tocaba lidiar con un monstruo que amenazaba con quitarles el elemento sorpresa a su incursión.

"¿ǶȺҠȺ చԱ ҠȺហ ҠའȺ?" -Balbuceó el goblin en una mezcla de gritos guturales acompañados de movimientos bruscos.

El grupo intercambió miradas, ¿les estaba hablando o solo estaba gritando obscenidades?

Chayanne dio un paso al frente, "yo sé hablar goblin, veré si puedo calmarlo."

"ᕵᖇᘿᘜᑘᘉᖶᘿ,   ¿ᕴᑘᓰᘿᘉᘿS   Sᓍᘉ   ᑘSᖶᘿᕲᘿS?" repitió el goblin en su idioma.

"SᓍᘻᓍS   ᐺᓰᗩᒚᘿᖇᓍS,   ᖻ   ᘉᓍS   ᕵᘿᖇᕲᓰᘻᓍS   ᘿᘉ   Sᑘ   ᑢᑘᘿᐺᗩ," respondió Chayanne en el idioma goblin, imitando los sonidos graves con su garganta mientras hacía movimientos repentinos con sus manos de forma agresiva.

Mientras Chayanne hablaba, Ari tanteó el piso por algún arma con la que defenderse y rápidamente divisó una espada larga, oxidada por la humedad pero lo suficientemente letal como para cortar a alguien en dos, aunque matarlo lentamente de tétanos también podría funcionar si se es lo suficientemente paciente. La enana inmediatamente levantó el arma y se posicionó para atacar.

El goblin los apuntó de forma a cusadora, "ᕲᓰᑢᘿS    ᕴᑘᘿ   Sᓍᘉ   ᐺᓰᗩᒚᘿᖇᓍS,    ᕵᘿᖇᓍ   Sᑘ ᘿᘉᗩᘉᗩ   ᖶᓰᘿᘉᘿ   ᓰᘉᖶᘿᘉᑢᓰᓍᘉ    ᕲᘿ   ᘻᗩᖶᗩᖇ," comentó el goblin al ver a la enana blandir su arma de forma amenazante.

Chayanne volteó ligeramente hacia el grupo, "dice que Ari lo está mirando feo," dijo sin quitar los ojos del goblin.

Marivi puso su mano sobre la espada oxidada de Ari bajándola ligeramente, no quería que el goblin se alarmara e intentara alertar a sus pequeños cómplices.

Hubo un corto silencio incómodo donde todos se intercambiaron miradas nerviosas, la tensión aumentaba con cada segundo en el que pasaban palabras sin decirse.

"A... ayuda..." dijo una desconocida voz rasposa interrumpiendo el silencio.

El grupo se inquietó y alistaron sus armas por instinto, y el goblin, al darse cuenta de que estaba superado en números, agarró al desconocido -un hombre golpeado y torturado- por el cuello y lo acercó a un precipicio de forma amenazadora.

"ᘉᓍ   Sᘿ   ᗩᑢᘿᖇᕴᑘᘿᘉ    ᓍ   ᒪᓍ   ᖶᓰᖇᓍ", gruñó el goblin.

"¡NO LO HAGAS!", gritó Marivi, pero el goblin solo le devolvió una mirada confundida junto a una mueca de disgusto.

"ᘉᓍ   ᒪᓍ   ᖶᓰᖇᘿS,   ᕵᓍᕲᘿᘻᓍS   ᘉᘿᘜᓍᑢᓰᗩᖇ," habló Chayanne en una voz callada.

El goblin entrecerró sus ojos tratando de descifrar las intenciones del mago, pero al ver que este se metía las manos en sus bolsillos alzó al cautivo, quién apenas tenía fuerzas para quejarse, por encima del oscuro abismo.

Chayanne solo sacó dos monedas de oro, las mostró al goblin juntas entre sus dedo pulgar e índice y las chasqueó, "Sᑘᘿᒪᖶᗩ   ᗩ   ᘿSᗩ   ᕵᘿᖇSᓍᘉᗩ   ᖻ   ᖶᘿ   ᕲᓍᖻ   2   ᘻᓍᘉᘿᕲᗩS   ᕲᘿ   ᓍᖇᓍ", dijo.

-Algunos se preguntarán, ¿usan oro los goblins?, digo, la mayoría de sus cosas las obtienen a través del hurto, y tampoco se detendrían a matar a alguien solo para tener algo nuevo que mostrar a sus compañeros. Pero la verdad es que estas sabandijas usan las monedas para comerciar con criaturas más fuertes, inteligentes y obviamente atemorizantes, también les serviría para sobornar a algún que otro ciudadano falto de escrúpulos.

En fin, la idea del mago no era tan descabellada, pero dudo que un goblin entienda la diferencia entre un par de monedas de oro y un par de chapas pulidas...-

"ᖶᘿ   ᖶᘿᘉᘜᓍ   ᑘᘉ   ᘻᘿᒚᓍᖇ   ᖶᖇᗩᖶᓍ,    Sᑘᘿᒪᖶᘿᘉ   SᑘS   ᗩᖇᘻᗩS   ᖻ   ᒪᓍ   ᗷᗩᒚᓍ", respondió confiado el goblin.

El mago no quitó sus ojos del rufián y regresó sus monedas al bolsillo, "dice que si bajamos las armas lo soltará," tradujo sin voltearse.

Marivi estudió la situación y se fijó en el estado del cautivo, "suelten sus armas, pero solo las que estén a su vista y hagan lo que hagan no bajen la guardia," ordenó Marivi.

Los aventureros soltaron las armas que tenían en sus manos dejándolas a un paso de distancia. Al ver esto, el goblin soltó al desconocido.

"HUYAN...", trató de advertir débilmente el hombre, pero el goblin solo lo pateó antes de que este pudiera dar otra advertencia, vociferando algo que ni siquiera Chayanne entendió.

"¿Qué hay de los otros cautivos?" preguntó Oscar.

"Hmm," suspiró Marivi, "pregúntale por los otros cautivos, y sobre cómo podemos salir," ordenó a Chayanne.

Chayanne asintió. "¿ᕴᑘé   ᖶᖇᗩᖶᓍ   ᕵᓍᕲᖇᓰᗩᘻᓍS   ᕼᗩᑢᘿᖇ   ᕵᗩᖇᗩ   ᕴᑘᘿ   SᑘᘿᒪᖶᘿS   ᗩ   ᒪᓍS   ᓍᖶᖇᓍS   ᑢᗩᕵᖶᓰᐺᓍS?"

El goblin pasó su mano derecha por su barbilla y miró al techo, "ᒪᓍS   ᕲᘿᒚᗩᖇé   Sᗩᒪᓰᖇ   Sᓍᒪᓍ   Sᓰ   ᘻᗩᖶᗩᘉ   ᗩ    ᑢᒪᑘᗩᖇᖽᐸ,   ᑘᘉᓍ   ᕲᘿ   ᒪᓍS   ᘜᓍᗷᒪᓰᘉS   ᕴᑘᘿ   ᕲᘿSᑢᗩᘉSᗩᘉ ᗩᒪ   ᓍᖶᖇᓍ   ᒪᗩᕲᓍ   ᕲᘿᒪ   ᕵᑘᘿᘉᖶᘿ," negoció, esta vez un poco más calmado.

El rufián empezó a reírse para sí mismo imaginándose maliciosamente el futuro cercano, sus ojos casi escapaban de sus cuencas tratando de contener su risa.

"...¿Qué está pasando?" preguntó Ari, un tanto confundida.

"Dice que los soltará solo si matamos a un goblin llamado Cluark, su líder, imagino, que está en una habitación cruzando el puente," respondió Chayanne.

"¿Y si le dices que suelte a los cautivos para que nos ayuden a matar a Cluark?" sugirió Oscar.

"Sᗩᗷᘿᘉ   ᕴᑘᘿ   ᘿSᖶᓍᖻ   ᗩᕴᑘí,   ¿ᘉᓍ?", preguntó el goblin, un poco indignado.

Chayanne apuntó al lugar de dónde se encontraban los otros rehenes. "Sᓰ   Sᑘᘿᒪᖶᗩ    ᗩ    ᒪᓍS   ᓍᖶᖇᓍS ᕵᓍᕲᖇíᗩᘉ   ᗩᖻᑘᕲᗩᖇᘉᓍS   ᗩ   ᘻᗩᖶᗩᖇ    ᗩ   ᑢᒪᑘᗩᖇᖽᐸ..."

El goblin volvió a pasar su mano por su barbilla y empezó a meditar sus opciones, ¿debería aceptar la oferta de cuatro aventureros que fácilmente podrían matarlo de trabajar para él en la tarea eliminar a su jefe para así él tomar el liderazgo de la pandilla? "¡ᕴᑘé   ᓍᖴᘿᖇᖶóᘉ!", pensó para sí mismo el goblin.

"ᗷᓰᘿᘉ,   ᖶᓍᘻᘿᘉ   ᒪᗩ    ᒪᒪᗩᐺᘿ,    ᕵᑘᘿᕲᘿᘉ   ᗷᑘSᑢᗩᖇ   ᗩ   ᒪᓍS   ᓍᖶᖇᓍS    ᑢᗩᑘᖶᓰᐺᓍS, ᕵᘿᖇᓍ   ᘿSᖶᘿ   Sᘿ   ᕴᑘᘿᕲᗩ   ᗩᕴᑘí   ᕼᗩSᖶᗩ    ᕴᑘᘿ   ᖶᖇᗩᓰᘜᗩᘉ   ᕵᖇᑘᘿᗷᗩS   ᕲᘿ   ᕴᑘᘿ ᑢᑘᘻᕵᒪᓰᘿᖇᓍᘉ   ᑢᓍᘉ   Sᑘ   ᕵᗩᖇᖶᘿ," comentó el goblin, luego le tiró un par de llaves a Chayanne de forma despectiva.

El mago atrapó las llaves y las mostró sonriente al resto del grupo, "dijo que sí, pero se quedará con el primer cautivo como rehén para asegurarse de que cumpliremos con nuestra parte."


¿Deberían confiar en la propuesta del goblin o están a punto de caer en una trampa?


¿Habrá valido la pena negociar por las vidas de los otros rehenes?

Crónicas lóbicas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora