CAPITULO 3

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Eran las seis de la tarde y Zayn no llegaba. Le había dicho por teléfono a Liam que estaría en casa luego de la universidad, pero ya era bastante tarde.

—Debió llegar hace dos horas... —se quejó Liam con su gato.

Empezó a preocuparse. No podía enviarle mensajes porque su celular había desaparecido, llevaba todo el día buscándolo pero no lo encontraba en ningún lado.

Ya cansado de esperar frente a la puerta cogió a Teddy Bear en brazos y salió al patio trasero para tomar aire. Se recostó en el césped y contemplo el cielo pintado de tonos naranjas que ya estaba por culminar su aparición. Le encantaba guardar esos pequeños momentos en su memoria. Algo que hacía con su abuelo.

Pero tan pronto se sintió feliz llegó la tristeza a abarcar su mente.

La última vez que vio el cielo había sido junto a Zayn, cuando le propuso hacer un picnic nocturno. Extrañaba esas cosas.

El gatito le daba vueltas al patio curioso, se acercó a su amo para frotar su suave pelaje contra su pecho. Liam se lo permitió, sintiendo cosquillas en el estómago. Se sentía muy bien tener una mascota, pero no podía parar de pensar que sería aún mejor compartir su emoción con su Zaynie.

La puerta del patio se abrió y Liam dio un respingo incorporándose, Teddy Bear saltó de su regazo.

—¡Zaynie! —exclamó emocionado extendiendo sus brazos en su dirección, el mayor soltó una risa al ver el gesto de su novio, como pedía ser cargado.

—Li, cariño, no puedo abrazarte ¿recuerdas?

Liam se sintió tonto, el pelinegro tenía el tapabocas puesto, se suponía que no podía acercársele si Teddy Bear acababa de estar en su pecho.

—Oh lo siento —bajo los brazos— ¿Cómo te fue hoy? ¿Por qué llegaste tan tarde?

Zayn evitó su mirada y movió sus hombros incómodo.

—Me fue bien, tardé un poco porque fui con Harry a comprar una película, encontramos una tienda de segunda mano.

—¿Si? —los ojitos del castaño brillaron con ilusión— ¿Veremos una película?

En ese momento el corazón de Zayn se oprimió.

—Lo siento cielo, iré a verla en casa de Harry, solo vine para ver si estabas bien y recoger mi laptop.

Sus miradas estaban conectadas. Zayn le rogaba con la mirada que lo perdonara y Liam solo podía mantener los ojos muy abiertos. Algo dolía, y dolía mucho.

Zayn cortó el contacto visual cuando vio al felino moverse en su dirección. Liam reaccionó y lo detuvo cogiéndolo de una patita con mucho cuidado de no lastimarle.

—Me quedaré en su casa hoy.

—Lo sé —murmuró Liam. No quería decir eso, pero dentro de él sabía que pasaría otra noche solo.

—¿Estás bien? —le preguntó el pelinegro, sus pies hicieron el ademán de moverse.

—Sí, pásala bien con tú amigo Zaynie —y le sonrió, esas sonrisas hermosas que se dan cuando en el fondo no te sientes feliz.

—Pásala bien con Teddy Bear —le sonrió Zayn de vuelta.

Y se fue.

El gatito maulló buscando la atención de Liam cuando este pegó sus rodillas a su pecho y empezó a llorar bajito.

No odiaba a los amigos de su novio, le caían muy bien, solo lloraba porque le hubiera gustado ir con él, cualquier cosa para no sentirse solo, como cuando sus abuelos le dejaron y Zayn fue el único que se quedó.

ALERGIA / ZIAMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora