Imaginas: Fantasea Con Michael Jackson [#3]

Ginecólogo

Sólo quiero que sepan que este no es el típico imaginas de la visita al ginecólogo que las chicas hacen. Esto es más cómo un juego de roles, para que luego no digan que me quedé sin ideas (xd). Disfruten, pequeñas pervertidas.

Oh, también quería mencionar que este imaginas está inspirado en la canción "Sex Therapy", que aunque no la cante Michael realmente a mí me gusta imaginar que sí.
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Justo ahora ustedes estaban teniendo su plática de los viernes, un día antes del coito cómo lo tenían planeado todas las semanas; pues el sábado era el día de descanso de tu marido, era el día en el que no iba a su consultorio y no atendía a ninguna paciente. ¿Su profesión? Era ginecólogo.

Desde que iniciaron su relación ha tenido la costumbre de sentarse un rato contigo y preguntarte que es lo que te gustaba y lo que te disgustaba en el sexo. Que posiciones preferias, si te gustaba duro o suave, por delante o por detrás, en la cama o contra la pared, de noche o de día; al igual que él te platicaba lo que le agradaba, cómo hacerlo de pie, azotar tu trasero y que lo torturaras de vez en cuando.

Esta vez estabas nerviosa, habías estado esperando toda la semana para decirle algo importante, tu fantasía sexual. Era algo que nunca le habías contado por pena, pero eso te estaba carcomiendo el pensamiento, necesitabas contárselo para que la sucia imagen de él cumpliendo tus fantasías por fin se marchara de tu cabeza.

—Michael, tengo que contarte algo —. Hablaste con voz baja, jugando con tus dedos.

—¿Sobre qué, pequeña? —. Puso su brazo sobre el respaldo del sillón y colocó en ti toda su atención.

—Sobre mi fantasía sexual —. El color rojizo se apoderó de tus mejillas.

Jackson sonrió tenuemente, tratando de ocultar lo emocionado que estaba por escucharte.

—Soy todo oídos —. Esta vez dejó mostrar su hermosa sonrisa.

A ti te costó un poco decírselo, pues tenías miedo de que a él le disgutara la idea. Al final, lo soltaste.

—Quiero que me atiendas cómo a una de tus pacientes —. Levantaste tu mirada hacia él.

Michael abrió sus ojos sorprendido, cuando se le pasó el asombro se puso algo nervioso, nunca pensó que su profesión tendría algo que ver con tu fantasía sexual, lo cual le trajo algo de vergüenza, pues nunca se había percatado de ello.

—De acuerdo, pequeña —se removió con pena y se acomodó en su lugar. Tú tenías temor de que lo hubiera tomado mal. Él soltó su risita juguetona—. Pero tendrás que llamarme Dr. Jackson.
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Un día después. Sábado, 6:37 p.m.

Desde que le dijiste a Michael tu fantasía sexual ha estado preparando todo a detalle. Sanitizó uno de los muebles de la casa junto a un banquito para usarlos cómo una camilla de consultorio, trajo de su consultorio una bata azul para ti, guantes de látex y su propia bata médica. Obviamente no podría traer todo lo que necesitaba del consultorio, así que tendría que improvisar; de todos modos esta no sería una revisión real, todo queda en la imaginación.