El día que me vuelva la causa de tus desvelos, o de tu primer mensaje en la mañana, ese día me sentiré afortunado.
El día que no logres dejar de pensar en mi foto, esa, con mi pelo desarreglado, o de escuchar mi canción favorita, ese día sabré que te quedarás a mi lado.
El día que me digas "te quiero", llevando el corazón en la mano, ese día será incomparable pues mis latidos tienen alas propias y cada uno de mis divergentes aleteos susurran tu nombre.
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Reflexiones de un astronauta sin luna
PoesieUna vez más las emociones atacan desde el alma, encontrando como única salida esta compilación de textos desordenados, retazos acumulados al pie de un grito. Palabras que fluyen desde el interior, tal vez sin sentido, sin orden cronológico, con erro...