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Sí. La cosa no salió muy bien.

Tenéis razón: fue un puto desastre. ¿Creéis que debería haber ido tras ella? Pues os equivocáis. ¿Habéis leído El arte de la guerra de Sun Tzu? Yo sí. Es un libro sobre estrategia militar. Un buen general sabe cuándo debe atacar. Un general excepcional sabe cuándo retirarse para reagruparse.

Ya le he dicho a _____ lo que necesitaba decirle. Ahora tengo que demostrárselo.

Las acciones ganan guerras. Las acciones curan heridas. Las palabras, no, en absoluto. Las palabras son baratas. Las mías en concreto tienen el mismo valor que esa pelusilla que se esconde en los bolsillos.

Tengo un plan. Y el fracaso no es una opción. Porque esto no tiene que ver sólo conmigo y con lo que yo quiero. Ya no. También tiene que ver con lo que quiere _____. Y ella me quiere a mí. Ya sé que se está resistiendo, pero es así. Siempre ha sido así, estoy completamente convencido.

Nadie significará jamás para _____ lo que puedo significar yo. Y, antes de que pidáis mi cabeza en una bandeja de plata, no lo estoy diciendo por la desmedida seguridad que tengo en mí mismo. Lo digo porque detrás de la ira, bajo todo el dolor, _____ está igual de enamorada de mí que yo de ella.

Mirarla era como mirarme en un maldito espejo.

Por eso no pienso abandonar. No voy a tirar la toalla. No hasta que los dos consigamos lo que queremos.

El uno al otro.

Y ¿sabéis qué otra cosa sabe hacer un general excepcional?

Buscar refuerzos.

Ahí va otra verdad absoluta: la mayoría de los hombres son incapaces de hacer varias cosas a la vez.

Es cierto.

Por eso no encontraréis muchos hombres que pretendan preparar una comida de varios platos para Acción de Gracias. Ése es el motivo por el que las madres de todo el mundo se encuentran sus casas hechas un desastre cuando dejan a sus hijos con su marido durante algunas horas. La mayoría de nosotros sólo podemos concentrarnos en una cosa.

La mayoría. Pero no es mi caso.

Antes de salir del despacho ya tengo a Erin al teléfono. No, no soy un negrero. Si eres la secretaria de uno de los mejores agentes financieros de la ciudad de Seúl, las llamadas a horas intempestivas forman parte de tu trabajo. Ahora que mi cabeza ha salido de su largo período de letargo, tengo que averiguar si todavía me quedan clientes con los que trabajar.

Por suerte para mí, la respuesta es afirmativa.

—Espero que seas capaz de producir un tercer riñón, Jimin —dice Erin—. Porque si Taehyung, Hoseok y Jungkook necesitan alguno al mismo tiempo, vas a tener que darles los dos que tienes y aún te faltará uno.

Por lo visto, ellos han sido quienes han estado cubriéndome mientras yo le hacía esa hendidura permanente a mi sofá.

—Resérvale a Hoseok una mesa en Scores para este fin de semana. Pago yo.

Nada puede transmitir mejor el agradecimiento que una estríper.

En cuanto a Taehyung y Jungkook, tendré que pensar un poco más. Me da la impresión de que los clubes de estriptis están prohibidos en el Lado Oscuro.

Cuando Erin acaba de ponerme al día en asuntos de trabajo, le pido que despeje mi agenda y le dicto una lista de cosas que necesito para mañana. Tengo todo el día planeado, pero no tiene nada que ver con las finanzas.

Cuando cuelgo, ya estoy cruzando la puerta de mi apartamento.

«Cielo santo...»

Me tapo la nariz con la mano. ¿Cómo narices he podido convivir con este hedor durante siete días?

𝔼𝕟𝕣𝕖𝕕𝕒𝕕𝕠𝕤 [ᴀᴅᴀᴘᴛᴀᴄɪᴏ́ɴ] ᴘᴀʀᴋ ᴊɪᴍɪɴ +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora