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⎯ Tienes la sonrisa que quiero darle a mis hijos. ⎯ Mencionó en tono coqueto.

⎯ Buen intento, pero decirme piropos no te salvara, Manjiro.

⎯ Yo solo quería comprobar que Narnia existe.

⎯ ¡Pero no por eso debiste romper el ropero de una patada!

La palabra paciencia no formaba parte del vocabulario de Mikey así que, cuando se metió en su ropero y no encontró aquel mundo mágico simplemente pensó que debía forzar un poco la entrada. 

Como resultado Takemichi lo regaño por casi una hora. Además , el joven Sano se quedó toda la tarde tratando de reparar aquel importante mueble que la abuela de su pareja les regaló en su  boda.

⎯  Pudimos ser reyes, pero le tuviste miedo al éxito.

Takemichi lo golpeó.

MaiTake (mini historias)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora