Si supieras.

última sesión.

Se llegó el día en que Jessy saldría de la institución mental dónde había estado la mayor parte de su vida, más de cincuenta años reviviendo en su memoria la muerte de su mejor amigo, con diferentes nombres y diferentes historias, pero todas contando la tragedia en la que había estado atrapada.

Ella salió de la habitación con ropa distinta, ya no usaba las batas de paciente, llevaba una pequeña maleta con sus pocas pertenencias, la foto de su boda y una de su hija, llevaba los libros que le gustaba leer y en la mano colgaba un collar muy peculiar, era el que Caleb usaba el día de su muerte.

Dio un suspiro y salió de la habitación, se dirigió hasta el final del pasillo donde se encontraba una puerta, tenía dudas así que la toco (toc, toc),

—Pase— dijo la voz de un hombre del otro lado.

— Usted es el Dr. Jones?— pregunto la antes joven morena de cabello alborotado.

Una vez más la mente de Jessy no pudo superar la perdida de Caleb, y volvió a crear una historia distinta en su memoria.

El Dr. Cierra la puerta mientras Jessy caminaba por la habitación, esta vez todo le resultaba familiar.

—Creo que he estado aquí antes— dijo Jessy asintiendo con la cabeza y sonrío.

— ¿Qué le parece si empezamos por conocernos?

Jessy se sentó en el diván y se recostó, puso la mirada triste y empezó a llorar.

—Estás bien Jessy?—Pregunto el Dr.

—Perdí mi vida en este lugar, olvide a mi familia por algo que no puedo cambiar— se lamentó mientras observaba la foto de su hija.

Y así entre lágrimas dio su último aliento, Sola y triste en el diván de su psiquiatra.

El Dr. Jones preocupado estuvo moviendo su cuerpo tratando de despertarla diciendo — Jessy, Jessy — y sacudiendo sus hombros logro que despertara.

***

— Disculpe señorita, se desmayó— dijo una voz tierna.

—Que paso?— pregunto Jessy.

—Bueno, estaba en el funeral y se desmayó, no podíamos hacer que volviera en sí, así que la metimos en la casa para qué descansará.

Jessy miro a su alrededor y estaba en una habitación que le era familiar era la habitación de Caleb, dónde había pasado tantos momentos inolvidables, los dibujos que habían hecho en su pared estaban ahí.

—Que año es pregunto Jessy.

—Creo que se golpeó la cabeza al caer, es 2011, lamento su perdida, ¿eran muy amigos?

—Si, el mejor de los amigos— dijo Jessy y sonrió.

—Jessy estás bien dijo Zac cuando entro en la habitación.

—Si eso creo, tuve un sueño muy extraño
—Estás cansada, ¿quieres irte a la casa? Tal vez no es bueno que estés aquí, no quiero que estés triste.— dijo Zac con una linda mirada de compasión.

—Estaré triste siempre porque perdí a alguien importante, pero la vida sigue, es una historia en el libro de mi vida, pero aún quedan muchas páginas en blanco por escribir.

Miro su mano y ahí estaba la dichosa cadena, la beso, suspiro y la guardo en su bolso, levantó su rostro y en su mirada había paz, por primera vez se había perdonado, entendió que el pasado no puede cambiar.

Pero podemos aprender de él y seguir adelante.

Jessy aprendió que no puede vivir en ese recuerdo, mientras su vida pasa frente a ella.

¡Jessy elige la vida!

¿Y tu?.