𝐏𝐫ó𝐥𝐨𝐠𝐨

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El sonido de las hojas y una que otra pequeña rama quebrandose bajo sus pies era lo que podía escuchar mientras que con todas sus fuerzas corría por aquel bosque, sin importar que, lo único en lo que estaba centrado era en salir de aquel sitio donde le retenian.

Llegar a la carretera principal y ya ahí sabría apañarselas para llegar a la ciudad o conseguir ayuda.

Sentía como sus piernas se tambaleaba y dejaban de responderme debido al cansancio y a la cortada en su muslo.

Sin bajar la guardia se recargo en el tronco de un árbol mientras recuperaba el aliento y revisaba su herida comprobando que esta se había abierto más de lo que anteriormente estaba.
Esa herida seria un gran problema si continuaba a ese ritmo, pero no le importaba, no le importaba quedar cojo o incluso que le amputaran la pierna, solo quería vivir, ser libre.

Apenas su respiración volvía a la normalidad cuando escucho unos pasos dirigiéndose a donde el estaba.
Con un terror inimaginable, como pudo se puso de pie y se escondió en unos arbustos.
Teniendo en cuenta el tiempo que llevaba corriendo la carretera no podía estar muy lejos, solo debía esconderse hasta que el se marchara y haci poder seguir con su escape.

Un escalofrio le recorrió de pies a cabeza al escuchar su nombre ser pronunciado por aquel hombre.
Con ambas manos se cubrió la boca, reteniendo sus sollozos y cualquier otro sonido que llegase a delatado.
Mientras de sus ojos salian varias lagrimas decidió cerrarlos fuertemente, como si eso pudiera sacarlo al menos por un instante de la realidad en la que estaba.

Ya no escucho pasos, supuso que se había marchado haci que abrió los ojos y con lentitud quito sus manos de la boca y las apoyo en el suelo, impulsandose y posteriormente ponerse en pie, con algo de dificultad.

Emprendió la carrera de nuevo solo que esta vez trataba de que su muslo no le doliera demasiado.
Una luz de esperanza le recorrió el cuerpo entero al ver lo que parecía ser el pavimento de la carretera y en ella se encontraba un auto, pero al divisar mejor podía ver al conductor aparentemente dormido.

Sin pensarlo dos veces apresuro sus pasos y se impulsaba con la mano cada vez que un árbol estaba cerca.

Estaba a unos cuantos pasos del vehículo cuando el conductor abrió los ojos y estiraba los brazos, había despertado y agradecía por eso.

Dos veces le llamo pidiendo ayuda y el hombre no dudo en bajar y auxiliarle.

__¡Por dios! -exclamo para después ir y sostenerle- Se encuentra bien?!, ¿¡Que le paso?!__

__D-debemos salir, de aquí -apenas pudo pronunciar las palabras-__

__De acuerdo, venga conmigo__

Aquel sujeto paso uno de los brazos del doncel por encima de sus hombros, pero al fijarse bien se dio cuenta que aquel chico debía sentir mucho dolor con cada paso que daba por la herida en su muslo, así que decidió cargarle y subirlo en el aciento trasero.

__El hospital más cercano está a una hora -aviso-__

__No me importa, solo salgamos de aquí -repitio-__

__De acuerdo__

Apresurado cerro la puerta del aciento trasero y se apresuro hasta el frente del vehículo.

Otra punzada de dolor le recorrió todo el muslo, con cuidado se retiro la tela para ver el largo y lo profundo de la apuñalada que había sufrido hace unas horas.
Rasgo la chaqueta que traía amarrada a la cintura, y con la manga se hizo una especie de venda en la pierna para evitar la perdida de más sangre, tuvo que morderse el labio para evitar gritar al momento de apretar el nudo.
Una vez hecho suspiro aliviado, pero le extraño que el hombre que hace momentos le ayudo aun no subiera al vehículo.

Al voltear hacia la ventana su corazón comenzaba a latir más rápido al diferenciar a la persona que se encontraba de pie con un cuchillo en manos a poco menos de un metro de donde el se encontraba, pero lo que le hizo moverse fue ver el cuerpo de su ayudante en el suelo con el cuello cortado.

Aquel psicópata, como el le llamaba, solto su arma y a paso calmado se dirigió hacia el doncel, el cual trataba de abrir la puerta contraria a la dirección del hombre pero esta se encontraba trabada pero se negaba a ceder, incluso trato de romper el vidrio pero al igual que la puerta fue imposible.

Unos fuertes brazos le tomaron desprevenido y lograron retenerlo aun cuando trataba de safarse revolviendose, nada funcionaba, grito y pataleo todo lo que podía.
Una vez que estuvo fuera del auto entre llanto siguió pidiendo ayuda y suplicando hasta que sintió algo punzar su cuello y como le inyectaban alguna sustancia que hizo que su cuerpo dejara de responder y su vista se volvió borrosa.

Antes de caer inconsciente pudo ver por última vez el rostro de su atacante y en ella una gran sonrisa de satisfacción,.

Por otro lado cierto azabache sonreía triunfante al tener por fin al amor de su vida en sus brazos, cuando hecho una última mirada al conductor que seguía en el suelo y un charco de sangre le adornaba.
Dio la vuelta y camino en línea recta hasta volver a internarse en aquel bosque cuando sintió como su doncel se removió tratando de apartarle sin resultado alguno.

De ahora en adelante tomaría más medidas para evitar perderle de nuevo.



°•Infierno por Obsesión•° 《ItaDei》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora