𝑰𝑰

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No podía ver nada, todo estaba a oscuras, susurros inentendibles alrededor, podía sentir algo reteniendo sus manos y pies pero no sabía que era con exactitud hasta que al moverse escucho el sonido..

Deidara: ...Cadenas...

De pronto los susurros se detuvieron, unos momentos de silencio absoluto bastaron para que un escalofrio le recorriera de pies a cabeza.

Pasos...uno tras otro, escuchándose a la lejanía.

De nuevo, un silencio aterrador que duró unos segundos, pero lo que le hizo probar el miedo puro fue, no uno, sino varios gritos desgarradores que resonaron por aquel extraño lugar, era como si torturaran a varias personas por igual, hombres y mujeres.

Con el terror recorriendo sus venas retrocedió como pudo hasta chocar, temiendo lo peor.

.....Corre......

.....Salvate....

.....Estas a tiempo.....

.....¡Corre!....

...¡¡CORRE!!...

El escenario cambió, ahora se encontraba corriendo, sentía la falta de aire en sus pulmones y el corazón acelerado, estaba en un bosque, y por alguna razón, tenía miedo, pánico sin entender porqué, ya que volteaba para todos lados, pero más hacia atrás, como si temiera que de lo que sea que estaba escapando llegase a alcanzarlo.

Se detuvo, aún con el corazón a mil, sentía algo líquido/espeso en sus manos, al mirar sintió como los colores se le iban.

¡Era sangre!

Al levantar la vista los ojos se le nublaron por las lágrimas que amenazaban por derramarse.
Naruto, su pequeño hermano, la razón de su existencia estaba en el suelo, encima de un charco de sangre, no podía verle el rostro pero aun así sabía que era el.

Sus manos manchadas de sangre, su uida, el bosque, ¿Acaso el pudo atreverse a llevar a cabo eso?, ¿¡A caso el se atrevió a matar a su propio hermano?!.
No, no podía,...pero la evidencia que necesitaba estaban justo delante de el e impregnada en sus manos.

Con gran dolor callo de rodillas, las lágrimas recorrieron sus mejillas como dos ríos con corrientes fuertes, con un nudo en la garganta se acercó hasta el cuerpo, rogando en sus adentros alguna esperanza de que el que estaba ahí tirado no era naruto.
Coloco una mano en el hombro contrario, tirando de él, haciendo que la cara del muerto pudiera verse.

Deidara:....No....No No No....naruto abre los ojos...vamos, Despierta....

Su voz se quebraba, sentía el mundo venirse encima de él, el rostro de su hermano estaba demacrado, su cabello antes rubio puro ahora tenía tonalidades rojas, pero lo que terminó por romperle fue ver la herida fresca que aún goteaba sangre en su cuello junto a la cadena de oro que el le había regalado años atrás.

Deidara: ....Naruto....-intento llamarle de nuevo- ....porfavor no....despierta....¡¡NARUTO!!

~~~

Deidara: ¡¡NARUTO!!

Se levantó de golpe de su cama, y la respiración agitada.

°•Infierno por Obsesión•° 《ItaDei》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora