𝑰𝑿

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El campamento podría esperar, ahora necesitaban descansar, es un largo viaje y todos estaban agotados, tanto tiempo sentados y algunos hasta apretados por la falta de espacio a la hora de subir a los autos.

Habían llegado a un pequeño pueblo, el calor era fuerte pero levemente soportable, las casas estaban increibles pero con un destello de penumbra, los locales podrían considerarse viejos, a la antigua sin duda.

Ese lugar yace desgastado y polvoriento, como si el tiempo hubiera olvidado su existencia. Las calles empedradas, que creia que alguna vez fueron bulliciosas, ahora están cubiertas por una fina capa de polvo, y las fachadas de las casas de adobe muestran grietas del pasado. El viento sopla entre las casas de madera, mientras que la luz del sol se filtra entre las ventanas rotas, lo que parecía ser la iglesia estana en ruinas, proyectando sombras fantasmales sobre el suelo desolado.

Los pocos habitantes que quedan, arraigados a la tierra que los vio nacer se mantienen ahí, fieles a sus raíces entre los escombros, aún se pueden encontrar vestigios de una civilización y el y los demás estaban ansiosos por conocerlos.

- Es extraño

El doncel volteo a ver a su amigo que aún sostenía su teléfono.

- ¿El que?

- Según esto, aun estamos en carretera con nada más que bosque al rededor

El lugar no estaba en ningún mapa, el GPS no lo marcaba ni tampoco lo reconocía. Era un pueblo fantasma.

- ¿Dónde están los otros?

- Algunos fueron por comida, a rentar un cuarto para descansar, explorar y-

- ¿¡Dónde demonios encuentro un baño?! - Se escuchó a lo lejos

Ambos miraron al chico castaño que mantenía las piernas cruzadas mientras trataba de sacar información de una señora de avanzada edad.

La mujer lo miraba obviamente desconcertada ante tanta palabrería del muchacho a lo que solo pudo atinar a levantar la mano y apuntar a una dirección. Ella no le entendía debido a que no hablaba el mismo idioma así que solo apunto a cualquier lado para que el chico la dejara en paz, y así fue, el muchacho se marchó a toda prisa sin decir más.

- Deben enseñarle modales -Comentó el doncel

El varón a su lado asintió divertido mientras volvía a retomar su trabajo.
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Hace varios minutos que llegaron, el pueblo les había quedado un poco lejos a como estaba planeado y aún más cuando por culpa de la indigestión de uno de los chicos tuvieron que ir deteniéndose.

Por suerte habían encontrado un lugar en donde quedarse mientras alguien iba a por los que se quedaron atrás, necesitaban ir cuanto antes.

-¿Una camioneta? - La mujer se cruzó de brazos, mirando a ambos jóvenes.

- Si, varios de nuestro grupo tuvieron que quedarse ahí - Hablo Sheider

- ¡Ja! Deben esta locos para querer salir de noche.

- ¿Por que?, iremos en carretera.

- Eso es lo peligroso muchacho, la carretera esta rodeada de bosque y animales aún más por la noche, necesitarán de alguien que conozca la zona. ¿Que pasaría si ustedes se quedan ahí también?, ¿Quien va a pagarme los cuartos? - Exclamó con cierto miedo.

°•Infierno por Obsesión•° 《ItaDei》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora