EP. 8 - Navegando el barco.

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Harry juraba que sufría una pérdida auditiva, le parecía la única razón lógica para poder entender lo que Malfoy acababa de balbucear

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Harry juraba que sufría una pérdida auditiva, le parecía la única razón lógica para poder entender lo que Malfoy acababa de balbucear.

—¿Qué dijiste?— murmuró soltando su agarre inconscientemente.

—Dije que realmente me gustas.

¿Lo dice en serio?

Claro que no, mira su cara. Solo está jugando.

Me gusta Cedric.

Y a él también, esa es la verdad.

Soltó una risita, que se formó una carcajada luego.—¡No te agrado! ¡Ya lo sé! Eres tan fácil, Malfoy estás tratando de distraerme diciendo que te gusto? Qué planificador ¿qué tan estúpido crees que soy? Soy un estudiante de odontología con mejor promedio de mi salón, no puedes engañarme.

—¿Terminaste de hablar?

Titubeó.

—Si, sal de mi auto ahora.

Malfoy le sonrió desabrochando el cinturón de seguridad lentamente, para luego abrir la puerta con toda la paciencia del mundo.

—No pierdas el tiempo ¡sal!

Cuando estuvo completamente solo en el auto, pudo soltar un suspiro tembloroso tratando de que sus pulmones recibieran oxígeno y su cuello estaba tenso, sintiendo comezón en sus orejas.

Un golpe en el cristal lo espabiló.

¿Y ahora?

—¿Qué quieres?— le gruñó al bajar el cristal.

Malfoy solo le hizo una seña para que se acercara.

—¿Qué quieres?

Otra vez esa estúpida seña, quería arrancarle los dedos.

No sabía que era mudo.

El rubio apoyó sus codos en el auto.—Si no quieres abrir tu corazón, podemos empezar siendo amigos.

¡Qué no somos amigos, joder!

¡No somos amigos, no puede bromear de esta forma conmigo!

Sin embargo, sus labios estaban tensos y sin señal de querer moverse.

—Conduce a casa seguro. Me preocupo por ti.

¡¿Y ahora qué carajos respondo?!

¡Mi priicipi pir ti mi culo!

Hizo un sonido afirmativo mientras subía el cristal, con manos temblorosas jaló el cinturón de seguridad un par de veces.

Para su vergüenza, el cinturón no parecía colaborar y se trancó varias veces. Apretó la mandíbula, jaló el cinturón y por fin pudo abrocharlo.

𝗣𝗲𝗰𝗲𝘀 𝗲𝗻 𝗲𝗹 𝗖𝗶𝗲𝗹𝗼 -ᵈʳᵃʳʳʸ-   Donde viven las historias. Descúbrelo ahora