EP. 23 - Convivencia

605 51 40
                                    

—De acuerdo, ve a ducharte para que desayunes y tomes la medicina

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—De acuerdo, ve a ducharte para que desayunes y tomes la medicina.

Harry se enderezó en la cama y un leve dolor atacó su espalda baja.—Lo sé.

—No finjas, solo apóyate en mí.

—Ve a buscar una camiseta primero.

—¿Por qué debería traerla?

—Estoy avergonzado, trae una camisa y déjame usarla. Me la quitaré en el baño.

—¿Planeas ducharte tu solo? Estás agotado, Harry.

El chico sintió como sus mejillas se colorearon rápidamente, dejándolo en clara evidencia de que efectivamente, estaba completamente agotado. Y todo por obra del aguante de su novio.

—Date prisa y tráela.

—Está bien.

Luego, el cuerpo alto caminó hacia el armario, rebuscó entre su ropa por un tiempo antes de volver con una camiseta blanca. Apresuradamente la agarró, se la puso y se levantó de la cama con las piernas temblorosas.

Al tratarse de la ropa de Malfoy, debido a su tamaño la camiseta le cubre las piernas y la parte del hombro le cae hasta el codo, se ve tan malditamente romántico.

Draco lo mira hasta hacerle sentir avergonzado.

—Eh...

—¿Qué pasa, Harry? ¿Puedes caminar?

—Estoy bien, caminaré lentamente.

Las manos gruesas de Draco lo sostienen de la cintura para evitar que caiga, porque el solo hecho de estar de pie le debilita las piernas. Cuando apenas llega se apresuró en empujar al rubio fuera del baño y luego se vuelve hacia la ducha.

Admito que apenas tengo energía, pero no quiero ser una carga para la otra persona, incluso si estoy tan cansado hasta morir.

Terminó su ducha, recogió una toalla y la enrolló alrededor de su cintura. Caminó cojeando hacia la puerta y cuando salió del baño, Draco tenía organizada una muda de ropa para él.

—Cámbiate de ropa primero y luego comamos juntos.

—¿Vas a ir a la escuela?— preguntó cuando lo vió poniéndose una camisa de estudiante y después atándose una corbata.

—Mmm, tengo clase de química analítica y la dirijo ésta semana. No puedo faltar.

¡No puedo quedarme aquí! Moriré estando solo y jodido, en todo sentido de la palabra.

—Oh, olvidé que tenía que ir a la sala de debate.

—No puedes ir, le entregaré yo mismo un justificante a tu profesor.

—Pero mi grupo...

—Harry, no discutas, toma tu medicina y descansa un poco. Me apresuraré en volver.

𝗣𝗲𝗰𝗲𝘀 𝗲𝗻 𝗲𝗹 𝗖𝗶𝗲𝗹𝗼 -ᵈʳᵃʳʳʸ-   Donde viven las historias. Descúbrelo ahora