Al día siguiente fueron a una discoteca fuera de la ciudad para que nadie las reconociera.
Entraron juntas, Lisa la tomó de la mano y caminaron hasta la mesa del fondo. Roseanne había llevado un abrigo, pero comenzaba a tener calor.
—La expresión en tu rostro dice que te bese —dijo Lisa.
La mayor tenía un puchero, tenía calor.
—¿Por qué no te quitas el abrigo? —hizo su pregunta junto con un leve alzamiento en sus cejas.
Roseanne hizo caso. Se quitó el abrigo, dejando al descubierto aquel conjunto negro que llevaba puesto; Una falda de látex y un top pequeño.
—Vaya, ¿ha pensado en ir así a la escuela? Se vería más bonita —se acercó a ella y bajó su mano por su pierna.
Roseanne tuvo un pequeño espasmo, era como si espinas la estuvieran tocando profundamente. Pero en el fondo había una sonrisa en sus labios. Sentía la emoción incluso en la punta de su lengua, quería recorrer con ella la espalda de Lisa como la primera vez, lamentablemente no estaban en un lugar a solas.
Había mucha gente mirándolas, especialmente a Lisa.
—¿Sabe? Ser fría también por dentro se vería bien en usted, aunque realmente sé que por dentro no es más que otra adulta que le gusta divertirse.
—Te juro que quiero hacerte daño —dijo Roseanne, la menor rió, haciendo que la rubia quitará su orgullosa sonrisa y la mirara seria.
—Mi corazón es retorcido, tal vez lo termine disfrutando.
—Me estoy aburriendo, no hay nada interesante en este lugar, ¿por qué no nos vamos? Vamos a mi departamento —se levantó y jaló a la menor detrás de ella, quería salir de ahí.
—¿Qué me darás a cambio? —cruzó sus brazos.
Roseanne se acercó a su oreja y susurró en ella, haciendo que por fin Lisa sintiera un cosquilleo en su espalda baja al sentir el caliente y mentoso aliento de la rubia chocar con su oreja.
—Dejaré que me la chupes mientras conduzco —dijo, cuando se alejó se podía ver una sonrisa en su rostro. No dijo más y se dió la vuelta comenzando a caminar, sabía que Lisa vendría atrás de ella.
Y así fue.
...
—Agh, sí —Roseanne mantenía la vista al frente mientras manejaba con una mano y la otra estaba sobre la cabeza de Lisa, empujándola un poco.
Sus oídos se deleitaban con los obscenos ruidos que la boca de Lisa hacía mientras se la chupaba.
El recorrido fue así, hasta que Roseanne tuvo su orgasmo.
Entraron al departamento, Roseanne tiró a Lisa a la cama y se subió a ella, sus manos recorrieron sus piernas.
Lisa sonrió consientemente.
—No sé porqué sonrío cuanto más te arruino, me gusta verte así, me gusta ver a la gente así —rió acariciando el cabello de Roseanne mientras esta estaba en la entrepierna de Lisa, dándole el placer que estaba anhelando.
Lisa era así, le gustaba lastimar a la gente haciendo que estas mueran por ella, literalmente. Nada nuevo para un demonio de 21,231 años.
Hubo un momento en el que Lisa jaló del cabello a Roseanne y la acercó a ella.
—Recuerda esto Park, eres mía —terminó su oración con una sonrisa, dando una inesperada vuelta quedando ahora ella encima de Roseanne.
Roseanne sonrió. Se sentía tan bien ser dominada por una chica de "21 años".
Lisa levantó el gesto de sus labios y sonrió deliberadamente al sumergirse de nuevo en aquel placer que la entrepierna de Roseanne le daba.
—Quiero presionarte hasta que ya no puedas más... Dí que eres mía —dijo al mismo tiempo en que paraba sus movimientos.
—Soy... tuya.
—Te ves bien cuando estás aturdida —volvió a brincar, está vez más rápido—. Quiero hacerte daño...
Lisa sonrió cuando vió que Roseanne puso sus ojos en blanco. Le gustaba arruinar a la gente. La rubia perdía cada vez más la noción de sí misma.
Lisa no podía parar.
Era más feliz cuando Roseanne rogaba y estaba triste cuando quería estar con ella.
Se divertía más cuanto más peor se ponía.
Roseanne soltó ese largo gemido. Ahora estaba atrapada en Lisa.
Lisa ahora esperaba que Roseanne comenzara a ser infeliz como lo era ella. 21, 231 años en el mundo humano no eran tan lindos. Está era la última alma que debía tener para regresar a su reino, el Inframundo.
Ni ella misma sabía qué tanto era capaz de arruinar a Roseanne. Tal vez comenzando por hacer que pierda el empleo.
Hace años había perdido sus sentimientos. Todo el teatrito del inicio no fue más que la actuación de un demonio con experiencia.
El placer era lo único que sentía, sentía placer por el sexo, por la venganza, pero no había mejor placer que el de tener una alma nueva.
Lágrimas caían de los ojos de Roseanne. Lisa le había dado el placer de su vida.
Y Lisa, Lisa solo sonrió por saber que la había arruinando por completo.
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monster | chaelisa
Fanfic𝐌 〡A Lisa le encantaba hacer enloquecer a la gente de su entorno, más a su profesora. Pero Lisa oculta un secreto. Donde Roseanne es profesora y Lisa su alumna favorita. "Te torturaré y te haré soñar sólo conmigo" ๑ info¡! ╮ 𖤐 . inspira...