10- Confesión Estando Borracho

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Matt se dirigía solo a su apartamento, como de costumbre en estos últimos días, vivir como Daredevil, mucho más que como Matt Murdock. 

Ya oía los latidos lentos de un corazón cuatro pisos arriba, exactamente, dando vueltas alrededor de su cocina, el latir era ligeramente diferente pero su presencia era la misma. 

-un poco tarde para una visita ¿no lo crees Frank?- Podía oler el fuerte hedor a trago, algo de residuo de pólvora, pero muy sutil realmente, sin embargo el alcohol y olor a analgésicos si era bastante prominente. 

-incluso si traes una botella de centeno en vez de una pistola- el justiciero siguió revisando extensamente, yendo desde sus encimeras hasta sus libros. 

-¿Un trago?- dijo el soldado agitando la botella a medias, Matt prácticamente podría calcular su alcohol en sangre por la ligereza de su tono. 

-Porque no- mencionó yendo al sillón. 

-Es un buen intento, intentar enturbiar mis sentidos con alcohol- el vaso de cristal ya se encontraba en sus manos, mientras leía su lenguaje corporal, bebiendo un poco del líquido amargo. 

-Sé que no es una llamada de botín… ¿Quieres algo? - De todas las ocasiones en que Castle había estado en su hogar, ninguna fue una visita del tipo amistosa. 

El algodón suave hundido a su lado era algo medianamente confuso, el hombre a su lado se terminó es trago de golpe. 

-Apestas a Whisky- logró acusar antes de que Frank lo jalara hacia él por la corbata de su traje, podía oler su aliento fétido por el alcohol mientras una mano se posaba en su mejilla, el pulgar le acariciaba la piel. 

-Me gustas rojo… - susurro frente a sus labios- Eres, tan jodidamente lindo - su risa ronca resonó en su garganta mientras su labios se inclinaban sobre los suyos. Matt no esperaba eso, su corazón latía con fuerza dentro de su pecho y la adrenalina lo hacía sentir mareado. Su relación con Frank no era así, no era esto y ya estaba acostumbrado. 

Eran aliados a veces y sí, tenían sexo. 
No lo negaría, era buen sexo y habitualmente terminaban enrredados en su cama o en los tejados cuando sus diferencias se subían de tono y amenazaban con llegar mucho mas allá de los golpes. No había sentimientos involucrados, fue el trato desde la primera vez. 

-Estas muy ebrio, no sabes lo que dices- intento apartarse del pelinegro quien solo se aferró con más fuerza, algo torpe pero firme. 

-Me gustas sunshine… - el pelinegro apoyó una rodilla entre su piernas mientras volvía a besarlo, nunca tenían besos dulces; al parecer Frank era bastante bueno, quería que siguiera así y continuar hasta que terminaran en la alcoba como tantas veces. 

- Desde la primera vez que te vi con ese caliente traje de abogado- Sus palabras siguieron taladrando en su mente, su cuerpo cálido a su lado y sus manos parecían derretirse sobre su rostro, el beso siguió cada vez más candente. 

Las manos del ex-marine se metieron bajo su camisa y la caricias más constantes sobre su piel, cuando se separaron esa boca hábil fue directo a su cuello, su lengua sus dientes afilados se sentían bien, la venda que cubría su ojo por otro lado era algo extraño de sentir; a este punto podía saborear el whiskey en su lengua y el aroma detestable de analgésicos - Te quiero rojo… - salió demasiado bajo contra su piel pero para sus oídos había sido un grito a altavoces. 

Matt abrió levemente los labios intentando respirar, oír esas palabras le traía la sensación de una daga clavándose en su pecho. Apartó con fuerza a Frank, haciéndolo a un lado en el sofá, saltando de allí con rapidez. 

-No sabes lo que dices- probablemente su sonrisa de ebriedad era hermosa, tenía ese presentimiento. 

-Se lo que dije- insisto, pero Frank estaba ebrio y eso era todo, lo sabía. Cuando despertará en la mañana no tendría idea de todas las estupideces que dijo. 

-Date una ducha, puedes quedarte si quieres- dijo intentando poner distancia entre ambos cuando el musculoso hombre se levantó, trató de acercarse de nuevo, el abogado apoyó una mano sobre su pecho imponiendo la distancia entre ambos 

-Hablaremos mañana-Huyó de su propia sala y se refugió en su habitación y  el castigador se abstuvo de perseguirlo cuando oyó el portazo a lo lejos. 

Matt apoyó su espalda contra la puerta dando un ligero grito de rabia a la par que golpeaba su mano contra la pared a su lado, ¿qué carajos había sido eso…? 

Frank era un dolor para su trasero, literal y no literalmente, pero esto era nuevo. 

-Estas ciego, Murdock- Fue lo último que susurró Frank antes de acomodarse en el sofá para pasar la noche. 

◌◍◌


-Hmm- cubrió su frente con su mano, fruncido el seño con molestia.
- no volveré a beber... - El castigador se quejó desde el sillón cuando oyó el ruido proveniente de la cocina y los rayos incandescentes del sol entrando por la ventana, probablemente por la resaca que ya hacía estragos en su cabeza y aliento, lo último era algo molesto para su sensible olfato. 

El dueño del lugar tomó una pastilla de la gaveta y se la entrego con un vaso de agua mientras se incorporaba, Castle lo bebió de golpe. 

-Cuando salgas cierra la puerta de la azotea- recogió su portafolio para salir a su trabajo diurno nuevamente. 

-La última vez entraron un par de gatos-se arregló el nudo de la corbata antes de ir hacia la puerta pero un fuerte agarre en su muñeca lo hizo cambiar de dirección. 

- tenemos que hablar… - exijo la voz mañanera y ronca de Frank mientras sus ojos lo veían fijamente. 

No. 

No, no, no… 

Matt no quería y no tendría esa conversación justo en este momento. 

◍◍◍

Inspirado en la viñeta que deje en el inicio.
Ese "te quiero" lo pense en inglés como el típico i love you que puede ser interpretado de ambas formas...
Asi que sí podría ser un te quiero/te amo

My Life [Fratt]	•Flufftober•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora