- Cariño, date prisa, faltan muchas cosas por ordenar – decía la señora Kang a su pequeño que aun miraba sin ánimo sus juguetes.
- Pero mami, ya no podre jugar con Woonie por las tardes – se quejaba el pequeño a punto de llorar.
- Oh cielo, ya lo hemos hablado, sabes que a papá no le gustaría dejarnos aquí y nosotros como su familia debemos apoyarlo, además, puedes hacer más amiguitos en tu nueva escuela en Seúl – repitió su madre hincándose a su altura para poder abrazar a su hijo – prometo que en la primera oportunidad que tengamos te traeré de nuevo a Incheon para que veas a Woonie ¿de acuerdo? – animo a su hijo.
- ¿En serio lo prometes mami? – dijo un poco más calmado.
- Lo prometo mi niño, hablare con su mamá para que me dé su número y ponernos de acuerdo para que puedan verse.
- Está bien mami, me apurare para no olvidar nada.
Y así fue como el viaje de la familia Kang comenzó.
Tan pronto como llegaron a su nuevo hogar, comenzaron a desempacar y acomodar sus pertenecías.- Yeo, cariño, están tocando la puerta, ¿puedes abrir por favor?
- Si mami – el pequeño al abrir se topó con una señora amable y junto a ella un pequeño más o menos de la misma edad que él, con algunas mechitas pintadas de rubio.
- Hola pequeño ¿esta tu mami?
- Buenas tardes, sí, soy yo – la señora Kang hizo acto de presencia.
- Buenas tardes, soy la señora Choi Yu Jin y él es mi Choi San, somos sus vecinos, vivimos a un lado de ustedes y quisimos venir a darles la bienvenida al residencial – decía mientras ofrecía un postre hecho por ella misma.
- Muchas gracias, yo soy la señora Kang Seul Gi y mi hijo es Kang Yeosang, pasen por favor.
El resto de la tarde ambas familias se la pasaron conociéndose y contando un poco sobre ellas, incluidos los pequeños niños quienes, en cuanto a su edad, solo tenían poco menos de un mes de diferencia, siendo el pequeño Kang el mayor, pero compartían la misma energía para llevarse bien, tanto que decidieron ser buenos amigos.
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- ¡Oh Choi! Por más que lo intentes, no serás un chico cool como nosotros, pero para que veas que nos importas, te traemos un pequeño obsequio – el chico le ofreció una bolsa a Jongho el cual, dudoso, la acepto.
El pequeño al abrir la bolsa se encontró con un cerdito de goma y una fotografía de su cara pegada en dicho objeto.
- ¡Es idéntico a ti! – al decir esto, los demás comenzaron a reír.
Jongho no pudo hacer nada más que dejar caer una lagrima antes de levantarse rápido y correr hasta los baños de la escuela. Decidió ocultar dicho objeto dentro de su mochila por temor a que alguien más lo viera.
El resto del día el pequeño Choi se la pasó escondido en los baños con la excusa de sentirse mal y espero hasta la hora de salida para poder irse de la escuela.
En la salida anhelaba que su madre llegara por él, pero se extrañó un poco al notar que no era justamente ella quien manejaba el auto sino su chofer y mano derecha de suma confianza, un chico de aproximadamente 28 años.
- ¿Hongjoong? ¿qué hace aquí? Creí que mi mamá vendría por mí.
- Buenas tardes joven Jongho – el joven hace una reverencia - la señora Choi está en casa de su tía. me pidió que viniera por usted y lo llevara con ellas para que este con su primo un rato.
- Está bien - Jongho subió al auto y mantuvo su mirada en la ventana sin darse cuenta que el mayor lo miraba por el espejo retrovisor.
- Disculpe que me meta joven Jongho, pero lo noto un poco decaído ¿aún siguen molestándolo en la escuela?
- Me gustaría que mi mamá me cambie de escuela – el menor respondió sin dejar de mirar la ventana para no dejar al descubierto sus ojos llorosos.
- Si me acepta un consejo, debería decirle a sus padres, ellos podrían ayudarlo para que lo dejen en paz.
- No puedo, sé que me ira peor, además, mi padre se enojaría mucho si supiera que no puedo defenderme o hacer algo para hacer que me dejen de molestar. Por favor te pido que no les comentes nada, estamos a menos de un año de que termine la escuela y estoy seguro de que no volveré a verlos.
- Pero no es sano que lo traten así, puede llegar a peligroso en un futuro y...
- Confió en que no les dirás nada – interrumpió el pequeño esta vez mirándolo fijamente a los ojos- te he confiado muchas veces este asunto, no hagas que deje de contártelo, ya se me ocurrirá algo para que me dejen en paz.
- Como usted diga joven Jongho – el chofer sabía perfectamente que cuando el menor lo llamaba de manera informal no era bueno, prefería estar enterado de lo que le pasara a que también se lo ocultara a él.
Y así terminaron con la conversación y continuaron su viaje, Jongho tenía varias semanas que no veía a su primo, jugar un tiempo con el tal vez lo ayudaría a olvidar el mal día que tuvo.
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Stan Ateez ♦
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¿ᴍᴇᴊᴏʀ ᴀᴍɪɢᴏ? - 𝒥𝒪𝒩𝒢𝒮𝒜𝒩𝒢
Teen Fiction- Jongho es mi mejor amigo, pero no me gusta que este con alguien más que no sea yo - Es por que Jongho te gusta - Claro que no - Entonces Yeosang, ¿por qué te enoja que se vaya a casar con alguien más? - Porque... - Exacto, porque ese alguien mas n...