Regreso

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Se había despertado y una maldición de una vez surcó su mente, no quería salir de esa cama y mucho menos quería irse. Ese viaje había sido repentino sin saber exactamente cuál iba a ser el desenlace del mismo, por ese motivo no se había preocupado en cancelar su cita del lunes en la mañana. Era una negociación importante que no quería perder, pero eso no hacía que le pareciera menos injusto el haber estado tan poco tiempo, debió pensar mejor las cosas y organizar su agenda de modo tal que pudiera haberse quedado por lo menos una semana allí.

De mala gana buscó su pijama en el suelo para ponérsela e ir al baño, llevando también la maleta en la que solo tenía una muda de ropa para ese día y algunos implementos básicos de aseo. Contrario a lo que siempre hacía no se iba a bañar, estaba algo justo de tiempo y ya lo haría tan pronto estuviera en su propio departamento. Se cepilló los dientes, desenredó su cabello y tras estar listo regresó a la habitación. Tenten ya se había levantado para alimentar a Haruka, se había puesto de nuevo el vestido de pijama con el que se había ido a dormir, vestido que tenía algunos botones la frente que estaban abiertos al ser una prenda diseñada precisamente para amamantar a la pequeña. No sabía tanto como debería de bebés, pero ver que su hija comía bien tenía que ser una buena señal.

Su hija, se sentía completamente extraño por la naturalidad con la que esas palabras se formaban en su mente y que fueran su nueva realidad. Su hija, una hermosa bebé que pronto tendría su apellido y que precisamente era suya, era incluso más perfecta de lo que alguna vez había llegado a soñar al pensar en tener un descendiente. Tenten sonrió en su dirección a modo de saludo, definitivamente no quería irse y dejarlas, probablemente podría organizar su agenda para volver a viajar antes del regreso de la castaña a su país.

- ¿Ya te tienes que ir?

- Por lo imprevisto del viaje Shizune no pudo hacer la reserva en el vuelo de siempre sino en el anterior

- Pero no has desayunado, puedo... — la vio contrariada, Haruka no había dejado de comer por lo que ella no podía moverse aun

- Está bien, comeré algo en el aeropuerto

- Odias la comida del aeropuerto — recalcó Tenten y él sonrió, claro que ella lo sabía

- Por una vez valdrá la pena — de reojo vio su reloj, era hora de irse o se le haría tarde, así que pidió el vehículo que lo llevaría porque ya le había avisado a Darui que se verían directamente en la entrada a migración

- Espera — la castaña leyó su expresión — antes de que te vayas, tengo algo para ti — vio a todos lados y dudó — ven, está en el cajón de abajo — le señaló la mesa de noche. La obedeció y del compartimiento sacó lo que parecían ser 2 cuadernos — ese no — dijo al ver que él abría uno

Él empezó a hojear el primero, tenía el título de "Diario del bebé". La primera página tenía el nombre de Haruka, junto a los nombres completos de sus padres, es decir, su nombre estaba allí escrito. Pasó la página y pudo ver una lista en donde se describían todo lo relacionado con su nacimiento, como la hora del parto, el peso, el tamaño y eso. Avanzó algunas páginas más, cada una relataba los cambios que iba sufriendo con el paso del tiempo y algunas fotos.

- Ese aún no está listo, todavía faltan por anotar muchas cosas que pasarán — Tenten le extendió la mano para que se lo devolviera, lo que él hizo mientras posaba sus ojos en la otra agenda. Su título era "Diario de una embarazada" — ese ya lo terminé... lo compré poco después de enterarme, traté de escribirlo todo

Él abrió una página al azar, podía notar así no más que en varias hojas había cosas pegadas, en esa específicamente podía ver lo que parecía ser una foto del ultrasonido. Leyó entonces lo que decía, describía cuántas semanas de gestación tenía, el diámetro de su vientre, las medidas del bebé, lo que le habían dicho en la consulta y tenía un apartado para anotar si había tenido algún antojo o algún pensamiento.

IncertidumbreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora