♡ Kazutora es un chico cualquiera, otro adolescente más. Lo mismo con Chifuyu. La diferencia es que son trans. Por eso no se les toma por lo que realmente son.
Un día sus caminos se cruzarán, iniciando una bonita y complicada historia.
.
! Menció...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Daba vueltas nervioso por su cuarto. Chifuyu desde esa mañana que no le respondía los mensajes. Le ponía más nervioso el hecho de que hubiera estado a solas con Baji, y que ahora sospechosamente no contestaba a sus llamadas. Que habría hecho Baji con él.
A medida que pasaba el tiempo sus nervios aumentaban. Esperaba una llamada de Chifuyu, pero esta nunca llegó. El rubio siempre tenía su teléfono cerca por si acaso alguien le llamaba o pasaba algo. Y ya llevaba una hora que no sabía nada de él.
La idea de ir a comprobar en su casa se le pasó por la cabeza. Quizá estaba en su casa dormido y no se enteró de que le llamaban. Salió de su casa a paso apresurado, rezando por encontrar al menor allí.
Tocó el timbre de su casa unos segundos. Al ver que nadie salía volvió a tocar, insistente. Por fin una cabellera rubia se dejó ver.
-Menos mal Chif-
Era Takemichi. Le miraba confundido.
-Que ocurre Kazutora? No te dijo Chifuyu que estaría con Baji?-
-Sí, ese es el probl- hizo una pausa al notar lo que estuvo a punto de decir -Me dijo que fue con Baji, pero no me contesta ni a los mensajes ni a las llamadas. No da señales de vida desde hace una hora. Estoy preocupado-
-Que raro. Chifuyu siempre tiene el móvil cerca. Pasa, le llamaré yo. Si no contesta llamaré a Baji-
Pasó dentro de la casa. Se sentó en el sofá, y Takemichi se sentó a su lado. Se le veía nervioso y preocupado igual que a él. Vio en su cara como se frustraba cuando le llamó tres veces y no contestaba. Volvió a marcar el número, pero ahora el de Baji.
-Baji? Y Chifuyu? No, no ha vuelto a casa. De acuerdo- colgó al borde del llanto -Dice que Chifuyu debería de estar en casa, ya se fueron cada uno a la suya hace un rato-
Kazutora pasó su mano por sus cabellos. Totalmente frustrado. Imaginándose lo peor.
-Le voy a buscar. Quizá se fue a otro sitio. Tranquilo vale? Le traeré a casa- dijo el de mechas aparentando tranquilidad
El ojiazul asintió lentamente, mientras una lágrima se deslizaba por su cara, preocupado. El alto se levantó y salió de la casa rápidamente.
Caminó por las calles oscuras debido a la noche, también un poco asustado. Había caminado demasiado. Se sintió derrotado. Pensó encontrar al chico en una calle sentado o algo. Pero nada. Se puso a llorar. Pasó por la última calle antes de irse a su casa.
Pasó por al lado de un bar nocturno con un gran ventanal. Se veía todo el interior. No le tomó importancia y siguió. Hasta que notó a alguien familiar.
Azotó la puerta y entró rápidamente al sitio. Abrazó fuertemente al rubio, que se encontraba en la barra, borracho y aturdido.
-Joder Chifuyu. Nos tenías muy preocupados. No vuelvas a desaparecer así-
-Desaparecer? Si yo estoy aquí. No me he perdido-
-Takemichi y yo te hemos llamado un millón de veces. No respondías. Tampoco estabas en tu casa. Salí a buscarte a la calle. Menos mal que estás aquí- el rubio miró su móvil y al ver las treinta llamadas rió tontamente
-No me dí cuenta. Vine aquí y me distraí-
-Venga, nos vamos- jaló del brazo al bajo, que se tambaleó al levantarse
Kazutora pagó la cuenta y se fue con el chico. No podía ir muy rápido, ya que el rubio casi podía mantenerse de pie.
-Cuánto has bebido?-
-No he bebido tanto. No me tomes por alcohólico-
-Cómo es que te han vendido alcohol? No te han pedido tu carnet de identidad?-
-Qué? No no, yo cuando bebo vengo aquí. Me dejan pasar- dijo extrañamente feliz
El alto solo suspiró y siguió el trayecto hasta la casa de Chifuyu, trayecto que le parecía interminable por el paso que llevaban.