Me enamore de tu otro Padre (III)

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Lena tiene un libro pop up, entre sus manos. Este trata sobre el sistema solar. Es uno de los tantos libros de este tipo, que ha comprado para motivar a Lori a leer. Porque falta solo semanas para que ingrese a primaria. Aún no puede creer que su pequeño angelito inesperado, cumplió hace poco seis añitos de vida. Fue un rayo de luz en los sombría que se estaba volviendo su vida. Cuando Kara —había— ido a su empresa buscándola, fue inesperado. Mucho más después de meses sin interactuar con ella.
—¿Entonces es el más Grande?
Pregunta Lori, señalando el planeta que emergía entre las dos páginas.
—Tan enorme como la cabeza del Tío Lex.
Su hija se ríe, diciendo:
—Muy grande entonces.
Ella se contagia con esa dulce risa. Han hecho las pases, ir a ver los dinosaurios fue algo acertado. No tuvo que recurrir a su plan B, llevarla a comer todo el helado que pudiera. Arriesgándose a un dolor de estómago o una niña imperativa a las once de la noche.
Ella continua narrando.
—Saturno tiene docenas de anillos, de todos los colores.—Esta segura de que eso es impreciso, y no tiene ningún rigor científico. Pero continúa tratando de sonar impresionada.
Su niña parece pensativa, y no le toca preguntarle. Ella misma le dice.
—¿Tiene anillos porque está casado?
Su hija no le da tiempo de de explicarle que no es ese tipo de anillos, cuando dice:
—O es que ha tenido muchas novias, y estás se van y le dejan el anillo.
—Podria ser...—Reponde con una risa que se corta, al ser interrumpida nuevamente.
—Asi como tú papi.
Lena tiene que sentarse de la cama, y ver a la cara a su hija. Esa ocurrencia le ha dejado helada.
—Cómo así Lori.
—Tú has tenido muchas novias.
—No han sido tantas cariño.
—Hasta Sam, tú la besaste.—comenta con una muñeca de repulsión.
—Cariño eso fue...—Dos mujeres altamente borrachas.—jugando.
Lori hace una cara de asco. Lena se ríe de eso ¿Cuántos años debe pasar para que ese pensamiento cambie? Y tenga que buscarse un arma y alejar cualquier mocoso o mocosa que quiera meterse con su retoño.
—Porque no te vuelves novia de mi mami.
No es la primera vez que suelta una bomba parecida a esa. Preguntas como ¿Porque no están juntas? Si se casan, ella podría estar con ambas; cosas así...
—Eso es...—Complicado piensa Lena.
Estaba a días de culminar su último semestre de la universidad. Siempre había sido el tipo: ratón de biblioteca. Sam la había engañado de ir a tomar unas copas de vino con unos amigos, mientras compartían una tranquila velada. Resultó ser una salvaje fiesta, ella a los cinco minutos de estar allí, decidió huir. Hasta que tropezó con una hermosa rubia. Ambas se disculparon al mismo tiempo, sin tener realmente la culpa. Intercambiaron nombres, y Kara no salió con el típico: ¿Oh Luthor? ¿Eres hermana del multimillonario Lex? O ¡Por culpa de tú familia el planeta se está muriendo! En cambió le pregunto si estaba en la clase del señor Jefferson, porque cree haberla visto allí. Aquello no era posible, Kara acaba de ingresar y Lena, dentro de poco saldrá. Pero por allí arranco su conversación, podía sentir la mirada de Sam, probablemente orgullosa que había durado más de dos horas hablando con una chica. No se había dado cuenta de que la fiesta estaba muriendo, que Sam se había ido o los vasos con resto de alcohol, acumulados a su alrededor. Lena estaba embriagada, no solo por lo que había consumido. Ella no había podido apartar la vista de Kara.
Y pensaba que era igual.
Esa noche, se había acostado con ella. Para bien o para mal, el alcohol en sus venas borra casi ese encuentro. Recuerda vagamente a Kara contra las almohadas, sonriéndole. A Kara autoritaria exigiéndole más. A Kara soltando su último suspiro antes de sucumbir al placer. Pero el recuerdo más nítido, sobre todo en algunas noches solitarias, es haberla tenido contra sus brazos.
Cuando despertó al día siguiente no había señal de ella. La busco por el campus, y aquello había sido un error. La encontró abrazada a un hombre, y no cualquiera. William no solo era un chido bonito, era mariscal de campo y por el beso que presenció; era novio de Kara.
Ella se quedó congelada, cuando la rubia miro hacia donde estaba. Kara murmuró un lo siento, y aparto la cara avergonzada.
Lena había llorado impotencia esa misma noche, en los brazos de su amiga. Había sido un error, Lena fue el error. Pensó que había encontrado una persona con la cual podía encajar, pero solo fue cosa de una noche. Sam la había consolado, lo mejor que pudo: Mira el lado positivo, le han montado los cuernos al gran William, contigo.
Al poco tiempo de graduarse su padre fallece, y su madre le incentiva a ella y a Lex de tener una competencia nada sana por la empresa. Ella vagaba por una casa donde casi nadie se hablaba, le arrojaron una enorme responsabilidad. Mantenía una relación con una dama desde hace un mes, pero eso no apuntaba nada bien. Había sido una estrategia de su madre para seducir a Max lord invertir en un proyecto, al salir con su hermana. Funcionó, pero a veces se preguntaba a qué costo. Y el día que siente que todo le supera, su secretaria le dice:. Hay una mujer llamada Kara Danvers, esperando abajo.
Su corazón le traiciona, su cerebro dice: no, no la dejes subir. Su secretaria vuelve a consultar, ofreciendo una pequeña piesa de información que haría cambiar su vida: No creo que sea buena idea hacerla esperar, está embarazada.
Kara atraviesa su oficina y luce randiante, aún más hermosa desde la última vez que la vió. Está usando un vestido estampado en flores. Es más rellena, omitiendo su evidente barriga. Eso la hace tragar. Si hace los cálculos, debe estar en los cinco a seis meses.
Una silenciosa risa histérica se apodera de ella.
—¿Vienes a decime que es mío?—Es una pregunta que sale sin ser consultada. Pensaba ofrecerle que se sentará, ayudarle con la silla y preguntarle qué se le ofrecía después de tantos meses. Después que la utilizó y no le dió ni una explicación, porque eso hace una persona madura y caballerosa. Pero por primera vez en su vida, su gen Luthor parace activarse. Ella camina y se recuesta de su escritorio y se cruza de brazos.—Acaso ese novio tuyo corrió, y ahora quieres arrojar la responsabilidad a mí.
—Le dije a mi hermana que esto era un error.
Menciona Kara, apretando su bolso. Usándolo como un escudo contra su barriga.
—Sin duda alguna, es más inteligente que nosotras...—dice mordaz Lena.—Pero no soy lo suficientemente estúpida como para caer en eso o al menos ya no... Así que te agradecería que salieras de mi oficina.—Ella mueve su mano, como si estuviera espantando un perro.— Y si no es mucha molestia cierras la puerta.
Las facciones de Kara se agrian, no parece tener intenciones de mantenerse callada. Pero lo hace. Lena ve a Kara soltar el bolso, agarrarse del abultado abdomen y jadear. Ella se asusta, se baja del escritorio y va con rapidez ayudar a la mujer que la humilló hace meses. La sienta en su prestino mueble blanco, y coloca una mano en su espalda, mientras saca su teléfono.
—¿A quien piensas llamar?—Inquiere Kara, algo divertida. Inhalando con tranquilidad.
Ella realmente no luce como si estuviera sucumbiendo al dolor. Eso hace que los nervios que se le dispararon, se relajen un poco. Porque era una imbécil tratar a una mujer embarazada de esa manera.
—Al novecientos once.—Dice marcando los numeros.—Voy a solicitar una ambulancia.
—¿Solo porque el bebé medio unas pataditas?
Voltea a verla, Kara está riéndose mientras pasa con cariño su mano por la barriga. Ella mira con asombro esa imagen, y trata de calmarse.
—Puedes sentarte.—Dice Kara, palmeando el asiento a su lado.—Y escuchar lo que tengo que decir.
Lena suspira y se sienta, pero no al lado de ella. Aún conserva el teléfono en la mano.
—¿Estás segura de que es solo eso?
—Sí, ya entró en la etapa que se quiere dar a conocer ¿Verdad bebé?—Kara sigue acariciando, y se queda mirando hacía abajo. Como si ya la criatura estuviera en sus brazos. Ella supiera y su sonrisa vacila cuando ve a Lena directamente a los ojos.—Yo creo que hay un malentendido entre nosotras.
—De eso no hay duda.
Responde Lena mirando a la barriga. Esa insinuación hace que las cejas de Kara se junten.
—Lena, William es solo un amigo mío.—Por supuesto, pensó con amargura Lena.
—Él me beso porque sus amigos le retaron.
—Claro.—Dice con burla, cruzandose de brazos.— Ahora me dirás qué el galán del campus es gay ¿Creés que soy imbécil?
—Lo es, todo el mundo lo sabe.
Al parecer su amiga Sam no lo sabe.
—Yo tenía tiempo, bueno bastante tiempo sin interesarme por alguien, mucho menos...
—Tener sexo salvaje con un extraño.
Ofrece Lena, viendo que ella no puede continuar su argumento.
—No lo diría con esas palabras.
El ego Luthor sale nuevamente.
—¿No fue bueno?—Inquire en voz baja, inclinandose hacia adelante y arqueando una de sus cejas.
—En ningún momento dije lo contrario.—Responde con rapidez Kara, acomodándose sus lentes.—Me refiera a tu descripción del...
—¿Coito?
Lena no puede evitar sentir ese mismo sentimiento en aquella fiesta, de embriagarse con Kara. De su dulce inocencia y optimismo.
—Exactamente, así que no hay opciones. Tú eres el padre de mi bebé.
Tiene muchos argumentos para refutar aquello. Pero se conforma con decir:
—No puede ser mío.
Su madre le asegura lo mismo, que puede ser todo esto un complot para amarrar a Lena a una manutención. Así que sin pensarlo mucho proponen una prueba de paternidad. Recuerda a la hermana de Kara enojarse bastante por eso, de que dudarán de la palabra de la rubia. Pero el verdadero escándalo se formó cuando se dieron los resultados. Solo habían un margen de error de cero coma un porciento, de Lena no sea el padre de la criatura. Su madre mando a repetir la prueba unas tres veces más en diferentes clínicas, todas coincidían con la primera. Alex, la hermana de Kara, exigía a Lena que se hiciera responsable...casándose. Su madre decía que era absurdo tal propuesta, no era porque ella tenía un noviazgo por conveniencia. Era por qué Liliam estaba apuntando a qué Lena se comprometiera con la hermana de Max lord, y así en un futuro fusionar ambas empresas. Lena tomo la decisión de no casarse con ninguna, ella no vivía en la jodida época medieval.
Ella se sentío avergonzada, por negar su paternidad y casi gritarle a la cara promiscua. Y el miedo y la emoción iban ahora acompañado de la mano en su día a día. Ella estaba costeando todo, como debía ser; aunque Kara se negó la primeras veces alegando que ella no la busco a ella por el dinero, si no para que conociera que iba ser papá. La acompaño a cada una de sus consultas, intento en sus ratos libres prepararse para los cambios en su vida y ayudar a Kara. Siempre y cuando Alex no estuviera en casa, no sería bien recibida hasta que Lori cumplió dos años de vida. Cuando el bebé nació, casi se lo perdía. Por querer llevar un oso del tamaño de ella. Al sostener a Lori por primera vez en sus brazos, fue una alegría tan grande que ella lloró sin darse cuenta. No era la única, Kara también lo hacía, con su hermosa cara cansada. Al final de ese mes ella tuvo que romper con su novia, no podía dividir su tiempo con ella y su hija. También pudo influir en que se había enamorado de Kara, pero nunca se atrevió a decir nada, solo dejo que ese amor viviera por tres años en su corazón y lo dejo ir cuando Kara comenzó a salir con un tal Mike.
—¿Una buena idea verdad?
Pregunta Lori esperanzada.
—Tal vez.— Responde con nervisismo, sin saber bien que decir ahora.—Pero estoy segura que a tu mami no le gustaría.
Lori contempla esa información, y a Lena le enternce ver a su niña pensar en una posible solución.
—Estoy segura que sí, ella sonríe cuando le mandas mensajes.
—Yo también sonrió cuándo tú me mandas uno.
—Duh.—Dice con obviedad Lori, cuando alzando sus brazos. Como si intentará decir: date cuenta—Es porque me quieres.
—Claro que sí.—Responde Lena, abrazando a su retoño. Cerrando los ojos, sonriendo—Eres lo más importante de mi vida.
—Entonce allí tienes la prueba.
Lena habré los ojos de nuevo, y se vuelve rígida con ese abrazo que comparte con Lori. ¿Tendría razón?
Su hermano está en la puerta, y cualquier duda que le a sembrado su hija, se ha disipado.
—Quien pensaría que serías de esas madres caprichosas.
— Hablas de mi...Pero nadie podría imaginarse al implacable Lex Luthor malcriando a su sobrina.— ella lo acusa, quien tiene las manos atrás.
—Me has atrapado, solo son algunos dulce Nada que no haga daño.
—Aparte de pudrirle los dientes a temprana edad.
Lori serie y sale corriendo a abrazar a Lex. El le albora es cabello y le entrega los dulces, advirtiendo que sin para mañana. Lena se levanta, acomoda a Lori en su cama, le desea buenas noches y le recuerda lo mucho que la ama. Ella recibe el cariño de vuelta y con eso puede salir un poco tranquila de casa.
—Me disculpo me quedé conversando con la señorita Eve.
—Tú solo estabas coqueteando, porque tiene grandes caderas.
—Es lo primero que debes asegurarte de una mujer, está científicamente comprobado que mujeres más voluptuosas del área media de su cuerpo, son mucho más fértiles y traen a niños sanos...Pero no, solo trataba de entender un poco más sobre ese pequeño proyecto suyo.
—Sabes que te es un proyecto de feria, y solo estamos invirtiendo porque ella te gusta.
—Cada quien tiene sus métodos para llegar al corazón de una dama.
El se voltea y lo ve entrar al cuarto de su hija. Lena aún se siente nerviosa sobre está moche, si su hermano y su madre sersn suficientes para cuidar de una niña mientras duerme. Ella sacude de su cabeza, solo está siendo protectora o buscando una escusa a última hora para no ir a su cita.
Cita...suena tan raro ahora en su cabeza. Va tener una cita, con una mujer que nunca h visto ¿Que puede salir mal?
—Todo resultará bien.—se consuela.—Tiene que salir bien.

PD: si alguien Lee el esto...La historia será en total cinco y no tres como habi planificado anteriormente.
Pd2: Les dejo a su imaginación como surgió Lori. Si Lena GP!, Si Omegaverses por un beso( si hay un fanfic de eso muy bueno)...

¿Amigas? (One Shost)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora