Me enamore de tú otro Padre (V)

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Kara tiene los ojos clavados en los besos, que las olas le da a cada rato a la orilla. Está temblando de frío, aunque puede ser también por la ansiedad. Está noche no ha resultado para nada como se lo había imaginado horas antes. Ella saca su celular y revisa el chat que comparte con Chess.91.
Habían quedado en el restaurante, intercabiaron información de que llevarían, su cita estaría llevando un traje vinotinto con el cabello recogido, de esa manera es que reconoció a Lena. Había entrado en pánico y siguió de largo. Se acerco un poco y la vió, inspeccionado su teléfono. Se retiro de allí y dejo caer su peso en la pared, su corazón se desboca con esa revelación. ¡Ha estado coqueteando durante semanas con el Padre de su hija! De todas las personas de Nacional City, tenía que se ser Lena Luthor "su cita a ciegas" parecía un mal chiste obrado por la casualidad.
Por el destino, resuena una bocecilla cursi en su cabeza. Cubre con ambas manos su cara, no puede evitar una sonrisa vergonzosa y el color rosa se apodere de sus facciones. Es que recordar esta noche, se siente...mágico.
Había pensado huir de allí y olvidarse de todo el asunto, pero ver a Lena ¿Inquieta? No impaciente, hizo darse cuenta que lo que sucedían entre letras, es genuino. Eso la llena de valentía y entra.
Pero hay un inconveniente.
Lena no la reconoce como su cita y es su culpa suya. Nunca le dijo que la foto de perfil era de su amiga Nia y la vestimenta que acordó era: jeans y una blusa blanca, mas sus lentes, quería sentirse cómoda lo que sería igual a sentirse segura de si misma. Pero Nia tenía otra idea en mente: Tonterías, vas a ir a seducir a una mujer no a una cita de juegos de Lori. Entonces acabo con un vestido azul señido a sus curvas, realzando sus senos y dejando sus hombros descubiertos, era el vestido que habían comprado hace semanas para su futura graduación. El cambio de look de último minuto valió la pena al dejar a Lena con la boca abierta y sus ojos verdes recorriendo por dónde pueda ver piel. Pero  aparte de esa sorpresa que le ha causado, Lena no resulta asombrada por este descubrimiento. No sale con un : ¡¿No puedo creerlo, eres tú?! En cambió ve su mirada a un pendiente de la puerta del local.
Lena espera a otra mujer que no es Kara.
Lo cuál tiene sentido bajo esas circunstancias. Pero puede que halla sido irracional, al haber sentido algo parecido a los celos por una mujer "imaginaria" que resulta ser ella misma. En ningún momento es invitada a sentarse, tiene que consultar y caminar por el único puente seguro que tiene con Lena: Lori. Ve que Lena se relaja, aunque aún sigue revisando el teléfono o la entrada. Quería decirle, que ella era SuperMon, pero pensó que después de la cena podría hacerlo. O después de la larga caminata que han dado por la playa o ahora cuando...
—Creo que te estás congelando.
Lena a dejado su saco encima de sus hombros, ha regresado de comprar otra botella de vino.
—Gracias.
Menciona mientras acomoda mejor la prenda en ellas, e inhala el perfume de Lena. Que hace evocar recuerdos lejanos de aquella maravillosa noche.
Hay un silencio entre ambas, mientras comparten la botella. Puede sentir los engranajes de la mente de Lena moverse y posiblemente esté relacionado con SuperMon. Kara se muerde el labio, debe ser valiente y contarle la verdad. Pero tal vez cuando acaben está segunda botella se confesara.
—Sabes hay momentos.—Comienza a decir Lena, mientras da un largo sorbo.—Que planificamos todo, para que resulte perfecto...Pero hay veces que por más que intentés que se de como tú lo planteaste, no resulta como querías.
Sabe a qué se refiere y no debería continuar la conversación por allí. No se siente lista para contarle la verdad.
—¿Lo dices por qué tú cita te dejo plantada?
Pero ver a Lena con ese semblante melancólico, la lleva a preguntar eso.
—Si, ya es oficial decir que me plantaron.—Se burla de si misma, pero sale más una risa lamentable— Ni siquiera responde a mi mensajes.
—Yo creo que debes saber...
—No debes consolarme Kara.
Lena le regala una pequeña sonrisa y deja caer su mano sobre la suya.
—Pero creo que ya tuve suficiente de las citas virtuales.
Ella le da un apretón y la aparta, y le pasa la botella a Kara. Quien bebé en pequeños sorbos.
—Lo que quería decir antes, es que mirá no pensaba tener una cena con la madre de mi hija un domingo por la noche...Si no salir a divertirme con una mujer y si tenía suerte divertirme un poco bajo las sábanas.
Nada más al mencionar eso, Kara escupe el vino. Y voltea a ver a Lena, que ahora se a tumbado en la arena.
—Ya con casi treinta años, una hija ¿Y aún te coibe hablar sobre sexo?
Pregunta divertida Lena, ella se mueve y deja clavado su codo en la arena y su cabeza apoyada en su puño.
—No, sino que me sorprende tus expectativas.
Responde dejando la botella a un lado de ella.
—Tal vez apunte muy alto.
Su sonrisa decae un poco, pero se mantiene allí.
—Tal vez, yo sinceramente no soy de acostarse con alguien, en la primera salida.
Lena hace su movimiento característico, ese que hace que en su estómago vuelen mariposas y la vuelvan nerviosa: alza una de sus cejas, y su sonrisa se vuelve un tanto pecaminosa.
—Debo discrepar allí.—Con su mano libre, señala parte de su cuerpo.—Pero creo que no teníamos ni cinco horas de a vernos conocido, cuando...
—¡Eso ha fue una excepción!—Dice un tanto alterada, interrumpiendo a Lena.— Además no salimos ese día.
—Yo claramente te invite a mi apartamento, yo lo contaría como salir.
Debería sentirse enojada con esos argumentos. Pero la actitud presuntuosa...La vuelve loca.
—Te dejaré ganar esta.
—Nada de eso, sabes que tengo razón.
—Oh cállate ya. No puedes estar sin alimentar tu ego.
—Entonces ven a callarme.
Siente un jodido deja vu. Solo que aquella vez habían estado centadas muy cerca, Lena la había empujado con su hombro, insistiendo en su reto. Y como dos personas alcoholizadas, con una alta tensión sexual, solo había una única respuesta correcta a eso...Silenciar aquellos tentadores labios con un beso.
Fue lo que hizo en esa oportunidad. Recordarlo, hace que su vista se dirija a los labios de Lena. Besala, besala, besala.
Ella aparta los ojos de allí y mira nuevamente hacia las olas. Besala, besala, besala. Pere ese blucle de pensamiento no se esfuma.
—No recuerdo desde cuándo no hablábamos tanto.
Comenta en un intento de ir a un terreno seguro, y calmar ese bullicioso deseo.
—Un largo tiempo.—Responde Lena levantándose.
—Desde que Lori se enfermo de varicela.
Lena niega con la cabeza y se sienta aldo de ella. No entiende como eso puede ponerla nerviosa.
—¿Las planificación de sus cumpleaños?
—Diria cuando nació.—Responde Lena nostálgica, tomando nuevamente la botella entre sus manos.—No para vamos de decir a quien se parecía, dónde la llevaríamos a estudiar, con que clase de persona saldría...
—Eso último fuiste tú sola.—Menciona Kara riéndose. Porque su Lori no tenía ni un día de nacida y ya Lena estaba mortifica de quién podría arrebatarla.
—Pues disculparme.—Dice con falsa ofensa.—Pero no quiero que mi hija salga con una idiota como yo.
La ve agachar la cabeza. No sabe si ese arrepentimiento que está demostrando es por su cita o algo más.
—Esta noche no fue tan mal, fue como...
—¿Volver al pasado?
—Si.— esa dos letras, se escuchan devastadoras.—Alguna vez pensaste...
Lena niega con la cabeza y no continúa con lo que quería decir. Prefiere tomarse las últimas gotas que le quedan a la botella.
¿Porque todo tiene que volver allí? A esa noche... Independientemente de que les dió a Lori, ¿Lena también siente que es es un antes y después en su vida?
—¿Pensar en qué?—Exige Kara, buscando a esos ojos verdes, que también hicieron lo mismo.
—¿Que fuera pasado si esa mañana te fueras quedado?
Hay un anhelo en esa pregunta. Que hace que su corazón se agite. Porque también se ha hecho preguntas parecidas.
—No fuera sido posible...—Murmura aferrándose al saco.—Tenia un examen final ese día y me tocaba correr.
—Vaya estudiante aplicada.—Se burla Lena sin malas intenciones.—En vez de estar preparándose la noche anterior, prefirió ir de fiesta.
—Solo iba una hora, a acompañar a Nia. Su Crush estaba allí y quería apoyo moral.—comenta haciendo comillas con sus dedos.— No tenía planificado chocar con una joven excéntrica que estaba al lado de una piscina vacía, estaría coqueteando conmigo toda la noche.
—¡¿Excéntrica yo?! Lo dice la señorita que come hot dog con ositos de goma.
—Tener gustos culinarios peculiares, no me hace excéntrica. Me hace abierta a comer cualquier cosa. En cambio tú piensas que el mejor entretenimiento es enfrentarse en ajedrez a un ruso a las cuatro de la madrugada.
Cuando suelta eso, su corazón martillea contra sus costillas, no por amor ...por miedo. Porque no es algo que Lena le dijo hace siete años atrás, o se le escapó cuando Lori la llama por las noches. Eso fue confiado a SuperMon.
Lena no luce sorprendida, no cuestiona nada. Tal vez lo ha olvidado o cree que se lo dijo a Kara; o debe agradecerle al alcohol. Ella sigue insistiendo en el tema anterior ¿Que fuera pasado? ¿Porque Kara no la busco? ¿Porque no le dió una explicación en ese momento? Cada una de esas preguntas venían acompañadas con cambio de expresiones en su rostro: tristeza, confusión,rabia.
—Si estás arrepentida por lo que no pudo ser.—Dice levantándose y arrojándole el saco a la cara de Lena—Porque no actuaste cuando yo te dije que estaba embarazada, o luego de la prueba. O cuando Lori nació o...
Pero no continúa, está frustrada, molesta y con el corazón siendo apuñalado. Porque muchas noches se cuestiono eso. Habían momentos que pensó que había confundido la amabilidad de Lena con algo más. Su preocupación por algo más allá de ser co-padres. Los pequeños detalles, porque intentaba cortejarla. Pero nada de eso llevo a nada, y a medida que pasaban los años se fue enfriando todas esas acciones.
No se va humillar, así que se va. Sin importarle que está dejándose atrás sus sandalias. Solo quiere huir de allí, todo esto fue una mala idea. Debió correr, apenas cuando reconoció que Lena era Chess91. Nada podía salir bien de allí, pero su corazón tomo control de la situación. Ilusionado porque la persona a quien le ha escrito por meses, es casualmente la que ha estado enamorada por años.
—¡Porque fui una maldita cobarde!—Grita Lena impotente, rompiendo el tranquilo sonido de las olas. No hay nadie a esas horas, más que ellas dos. La testaruda de Lena la atrapado por la muñeca.—Deje que mi resentimiento me consumiera, que mi madre me envenenara mi cabeza...Porque tenía miedo de salir lastimada de nuevo, si permitía dejarte entrar por completo a mi vida. Pero creo que hacer justamente lo contrario, me ha amargado. Si no fuera por Lori, creo que no sería feliz. Pero... Realmente me arrepiento de todo Kara.
—Creo que es algo tarde intentar pedir disculpas.
Ella hala su propio brazo de mala, quitando el agarre de Lena. No piensa dar marcha atrás.
—Lo sé.—Le insiste, poniéndose al frente de ella.—Por favor dame unos minutos.
—¡¿Acaso eso resolverá todos estos años?!
Se siente irracional, no se siente ella misma. Kara sabe que el alcohol ya hizo control de ella, y que está dejando subir a la superficie todo ese dolor que ha escondido en el fondo de su corazón.
—No.—Responde Lena mirando hacía abajo.—Se que es tarde, pero al menos déjame disculparme apropiadamente.
—Bien, después me voy.
—¿Trajiste tu auto?
—No.
—Entonces te llevo.
—Voy a pedir un Uber.
—Insisto, te llevo.
En ese pequeño intercambio de palabras, Lena a tomado con cierta sutileza las manos de Kara. Tomando primero la mano que va directo a su corazón, al no sentir el rechazo, tomo la otra. El azul y el verde se encuentran, el miedo y el anhelo en contra desesperación y la aceptación. Hay un espacio entre ambas donde Lori entraría perfectamente, pero se siente como un abismo donde no se puede alcanzar el otro extremo. Se necesita que alguien de un paso hacia adelante, alguien que esté dispuesto a arrojar su corazón al abismo/precipicio y tal vez perderlo allí.
Lena es quien está dispuesta a hacerlo.
—Siete años atrás te conocí y creí en algo que siempre había considerado como ridículo...Amor a primera vista.—Ha dado el primera paso, para construir ese puente para alcanzar a Kara. No puede evitar que una sonrisa tonta se alce. Porque también sintió lo mismo.—Para mi esa noche fue mágica, y no solo por el buen sexo.—Kara se sonroja y Lena se ríe por ello.—Es que mientras más hablaba contigo, más me decía a mi misma, tengo que invitarla a salir, quiero pasar más tiempo con esta asombrosa mujer.
El rostro de Lena decae un poco, pero aún hay atisbos de optimismo en el.
—Después del mal entendido, debí pedirte perdón, eso lo sé bien. Pero no lo hice, siempre espere un buen momento, hasta que se aplazó. Mientras dejaba pasar el tiempo, me fui enamorando de tí. Pero nuevamente deje que te escaparas de mis manos.—Kara siente que el agarre se vuelve un poco más fuerte. Cómo si Lena temiera que ella se esfumarse de repente.—Deje que salieras con idiota que te hizo llorar.
—Tú también me hiciste llorar muchas veces Lena.
Murmura Kara tratando de no revivir esos recuerdos. No intenta justificar a su ex novio Mike, pero Lena tampoco fue una palomita blanca con ella, o al menos no al principio.
—Pido disculpa por eso.—Lena suena genuinamente arrepentida, y en sus ojos se puede ver la sinceridad.—Y por cualquiera otra cosa...Espero que puedas darme una oportunidad y llevarnos mejor, como en los primeros años de Lori.
—Supongo que puedo intentar ser tu amiga.—Murmura cara un poco sorprendida, de que la testaruda de Lena se esté disculpando después de tantos años.
Lena suelta una de sus manos y cubre su cara con ella, se ríe. Lo que hace que las cejas de Kara se junten, porque no encuentra gracioso en lo que ha dicho.
—Kara.—Suspira Lena, su cara ahora luce serena, pero sus ojos parecen brillar como gemas, siempre lucen así cuando se trata de Lori, algunas pocas ocasiones en el pasado pudo verlo mientras la miraba solo a ella. Eso hace que su estómago se resuena, e intenta tragar un nudo que no sabía que estaba allí.—Yo debo confesar que he conocido a una mujer por internet.—Para enfatizar ese hecho saca su móvil y le muestra a Kara la aplicación de Cupido en línea.Lo cuál la hace entrar en pánico—Yo sinceramente no estaba entusiasmada,pero me había entrado curiosidad...Pero cada vez que conversaba con esta persona, me recordaba a tí. El hecho que no viniera está noche, me dolió...Pero que tú llegarás en su lugar....
Len no completa la oración y Kara quería preguntarle qué significaba eso. Pero la respuesta llega sin que la pida.
—Puede que suene egoísta y despiadado de mi parte, pero quería salir con ella, quería intentarlo... Porque si no podía tenerte a tí, al menos la tendría a ella.
Puede ver qué la vergüenza de confesar todo eso, domina todo el lenguaje corporal de Lena. Le resulta enterncedor, pero lo que dijo ella, hace compadecerse de SuperMon, si fuera otra persona.
Es el momento indicado de decírselo.
—No es que este locamente enamorada de tí.—Continua Lena — Debo ser sincera con eso...Pero alguna vez si lo estuve.—Esa es la revelación más grande de la noche. Y Kara se sorprende de ello, que Lena Luthor fuera estado enamorada de ella.—Me atraes, me encantas,  me gustas intelectualmente, sentimentalmente y sexualmente.
Si no fuera agregado eso último, fuera bromeado que le gusta es una mente. Un chiste malo sí, pero han reído y bajado un poco la tensión...pero ahora esta cambiaba de incomodidad a...
A nada.
Se repite Kara para si misma, no va a sucumbir a la tentación.
—Bien.—Dice aclarandose la garganta.—yo consideraré todo esto, pero creo que es momento de que me lleves a casa.
Lena se sorprende, luego se ve algo descontenta. Pero le da a Kara una sonrisa forzada y la complace. Lena no intenta ningún movimiento o busca una conversación. Kara agrade eso porque ahora sí mente y corazón están en sujetándose de la mano en una montaña rusa, en un momento quiere sujetar la mano de Lena, creer en ella y cumplir lo que le había dicho como SuperMon: Luego veremos a dónde va todo. Si se tratara solo de ella y Lena, se arriesgaría sin pensarlo dos veces. Pero hay una tercera persona que tiene mayor peso, en una posible futura relación: Lori. Porque si lo intentaban y resultaba mal, no quería ilusionar a su pequeña de que podría convivir al mismo tiempo con sus padres. Si un corazón tiene que salir roto, prefería que sea el de ella y no su pequeña.
Cuando llegan a su casa, Lena insiste en acompañarla hasta la puerta.
—Puedo hacerte una pregunta
—Creo que ya la hiciste.—Le responde divertida. Sabía que Lena no se iría sin intentar algo más.
—Puedo hacerte tres pregunta.
Lena sonríe de la misma manera que Lori, cuando se sale con la suya.
—Buena jugada.—Kara niega con la cabeza, riendedose de la astucia de esta testaruda mujer, mientras introduce las llaves en la puerta. Lena parece muy orgullosa de eso.
—Podrias.— Parece dudar por un momento, pero ella endereza su postura, remilgada, perfecta.—¿Podrías dejarme intentarlo?
—¿Intentar que?
Murmura tratando de decirle a así corazón de que no se ilusione y no se ponga a rebotar como idiota.
—Recuperar estos años perdidos contigo.—Dice casi sin aliento, uno que cosquillea cerca de sus labios ¿En qué momento se acercó tanto?.—Por favor.
Kara se siente atrapada, no solo por el hecho de que está contra la puerta y ahora tiene el cuerpo de Lena cubriendo el suyo. Está luchando entre el deseo y lo que es correcto. Entonces ocurrió lo inevitable, una entusiasmada Lena, la estaba besando. No fue como aquella noche donde se sintió como en cámara lenta y ambas se acercaban...Era Lena demostrando que realmente no quería perder tiempo, que la deseaba y quería amarla. Por un momento, se dejó vencer, respondió a esos labios carmesí. Deslizó ambas manos por cuello de Lena, y profundizó más el beso. Tan rápido como sucedió, se acabó.
Lena parecía sin aliento y con el labial arruinado, con los ojos dilatados por el deseó. Probablemente ella lucía igual. Ambas mataron la curiosidad, si después de tantos habría chispas entre ellas, pero pareciera que lo que hay es una combustión que cualquier acción las haría incendiar. Cómo otro beso, mucho más salvaje y desesperado.
Los dedos de Lena están escalando por su muslo, colándose por debajo de su vestido. Debe detenerla, esto no debe pasar de ser un simple beso. Pero la realidad es; desde que sus labios se unieron, buscaban ser deborados por el otro. Cierra sus ojos con fuerza, la emoción está recorriendo con rapidez por sus venas, su corazón late con fuerza y su libido se está disparando más rápido, con esos besos hambrientos, dedos ansiosos.
Lena la presiona aún más contra la puerta, esa mano traviesa alza su pierna y lo lleva contra su cadera. Ahora el único espacio que la separa es la ropa, que se está sintiendo incómoda con calor que a invadido su cuerpo, su centro y desea que sea Lena, quien lo apague. Cómo si leyera sus pensamientos, Lena alinea su pelvis con la de ella. Esa pequeña acción, hace que sus caderas se muevan, que su necesidad se manifieste en sus bragas.
—He fantaseado con esto muchas veces.—Lena le susurra en el oído, arrastrando con brevedad sus labios por su cuello.—En hacerte mía Kara.
No puede hacer esto, no debe, pero sus caderas siguen moviéndose al ritmo que impone Lena con sus besos. Se siente abrumada, desperada y deseosa por más. Lena está muy dispuesta de ayudarla, cuando su otra mano va directo a sus bragas, apenas siente esos atrevidos dedos   encuentran su humedad, decide que es el límite.
—Detente.—Sus manos se desenganchan del cuello de Lena y la empujan. Tiene que tomar una respiración grande para continuar.— La última vez, acabamos con una Lori.
Ella se ríe, porque es inevitable pensarlo. Ve a Lena perdida en sus pensamientos, hasta que sale una sonrisa tímida, traviesa y orgullosa, una que grita: para mí es un buen negocio.
—Refrescame la memoria ¿Lori quería un perrito o un hermanito para esta navidad?
Kara golpea el hombro de Lena, y oculta su cara en el cuello de esta. Sabe que Lena tuvo el mismo pensamiento que ella, otro hijo. Un compañerito para Lori, una pequeña criatura con los ojos de Lena, un angelito que apoye a una de sus madres cuando decidan dónde quieren ir a comer. Un miembro más para la familia Luthor-Danvers.
Ella sacude su cabeza, con esa última idea.
Bajar la velocidad.
—¿Podrías al menos invitarme a salir antes de pedirme otro hijo?
—Eso quiere decir que estás abierta a la idea tener otro hijo conmigo.
—¡Ves, eres excéntrica!...Las personas normales salen, se enamoran, se casan y tiene hijos no al revés.
—Creo que hay una regla que dice que el orden de los factores no altera el producto.
Con ese infantil argumento Lena, busca otro beso, pero cara pone una mano en su pecho.
—Eres imposible...Buenas noches Lena.
La empuja y antes de cerrar la puerta, ve una sonrisa tan deslumbrante que podría iluminar el resto de su vida.


PD: este capítulo estaba listo de hace semanas... Pero no me gustó del todo, volví a escribir algunas partes... Y aún no se me quita el sentimiento de que no es de mi agrado. Por eso he demorado en subirlo.

¿Amigas? (One Shost)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora