Salimos, y el sol nos dio con fuerza, pero al menos nos protegían nuestros sombreros.
"Mi pañal se hincho mas..." pensé, intentando caminar. Me sentía que caminaba como un pingüino, y me moria de vergüenza. Pero por suerte mi vejiga ya se había vaciado.
- Toma tu aguita bebe...- Dijo Violeta.
Yo la mire, y pensé "Si la tomo me voy a hacer pipi de nuevo..."
Tome poquito, solo para obedecerla. Cuando veía a alguien, me estiraba el vestido muerta de vergüenza. Pero poco a poco descubri que era invisible. La gente si me veía, fingia no verme.
Pasamos cerca de un auto, y vi mi imagen en el reflejo, de marinerita, con mitones, un enorme pañal y siendo llevada con un pretal.
"- Parezco alguien...
- Pareces una bebe!
- Jajajaja"
Enojada, esperae a que violeta no me vea y los mordí.
- Ay ay ay soltame!!
Cuando volteo, rápidamente los escondi. Ella no alcanzo a verme igual, como soy bajita, ella siempre mira hacia adelante y me lleva, como si viviera en otro mundo. De repente, nos cruzamos con otra señora. Violeta la saludo y me miro. Como si fuera una marioneta, mi cuerpito automáticamente tomo las puntas de su vestido, e hizo un saludo. Senti mi cara ponerse roja de vergüenza, así que me quede cabisbaja estirando mi vestido. (Se me abra visto el pañal)
Pero ya hablaban entre ellas, y me ignoraban nuevamente. Esta situación se dio un par de veces mas mientras íbamos, empecé a sentir que ella pertenecia a otro mundo, donde hablaban de cosas donde no entendían, y todo era serio y griz. Empecé a sentirme sola, pero luego me paso algo raro... El pretal, se sentía como un abrazo constante, de mi tia a mi. Me sentía segura y protegida. Lo mire, y mire mis mitones, y mi vestido de marinerita.
- Ves bebita?
- Este es tu mundo, el de las bebes
Negue con mi cabeza fuerte, sintiendo mis colitas moverses, y senti el pretal hacerme seguir caminando. El pretal, era otro mimo por parte de mi tia, que me cuidaba en todo momento. No tenia que preocuparme mas por nada, solo por terminar mi agua, y por...
"Ay... como duele..." pensé sobándome. "Espero que ningún adulto tonto me haya visto" pensé.
- OSITO OSITO!!- exclame, al pasar por una jugueteria, dando saltitos. No podía disimular la alegría que me da verlos.
- Queres otro peluche nena?- Me pregunto ella sonriente. Senti una alegría recorrerme, y llenarme de energías hasta hacerme desbordar.
- Si si si!!!- Exclame saltando.
- Bueno princesita...- Dijo ella, pero de repente no cruce de brazos.
- ¿Qué pasa bebe?
- No quiero...- Conteste.
"Si el doctor me ve llegar con un peluche" pensé...
- Bueno nena... Portate bien, y termina tu aguita. Quiero que la hayas tomado toda antes de llegar al doctor, no te me vayas a insolar.-
Asenti con la cabeza, y comencé a tomar agua lentamente. Mientras lo hacia, veía la mamadera con dibujitos, y a los ositos de mis mitones, ya que debido a ellos, debía tomarla con dos manos. Pero a diferencia, ellos no se burlaron de mi, solo sonrieron viendome tomarla. Me di cuenta que ni siquiera necesitaba ver por donde caminaba, la tia me cuidaba tanto, que a veces me guiaba poniéndome una mano en la espalda.
Finalmente llegamos a una plaza, con una parada de taxis. Ella se puso a hablar con ellos haciendo fila. Habían otras personas, que también me esperaban. Me senti un poco avergonzada, y continue tomando agua.
"Que aburrido..." pensé, y comencé a sentirme muy inquieta. Observe a mi alrededor y vi un lugar que vendia algodón de azúcar.
Senti otra vez una energía desbordante y sin pensarlo, Sali corriendo hacia donde estaba. Hasta que una fuerte presión en el pecho me hizo recordar mi pretal. Pero no podía controlarme, e hice fuerza, intentando llegar. "Que me pasa?" Me pregunte. No podía controlarme, aunque no tenia sentido, continuaba forcejeando. Voltee a ver, a mi tia en el aburrido mundo de los adultos. Lo único que me conectaba a el era este pretal?
- TIA TIA TIA TIA TIA.- Exclame, pero ella estaba hablando.
- TIAAAAAAAAAAA- Proteste jalándola.
- Que pasa mi amor?
- Quiero algodón de azúcar, quiero quiero!!-
Senti mi vestido rebotar, mientras saltaba pidiéndole, y al ver que no reaccionaba insisti.
- TIAAAAA
- Nena, sabes que seguis una dieta especial.
- TIA PORFAAAAA
- No mi amor.
- QUIERO!!!- Proteste con una pataleta. Todo el mundo giro a verme, senti mucha vergüenza, y otra vez calor en mi cadera. Pero estaba muy aferrada a mi berrinche y no podía controlarme.
- Tatianita te estas portando muy mal. – Dijo poniéndose las manos en la cintura. El resto de la gente, fingio ignorarnos, pero algunos estaban atentos.
- Ya sabes que va a pasar cuando lleguemos a casa.
Mi corazón otra vez se paralizo y me quede callada. Luego, nos subimos al taxi, y senti mi pañal mojado apoyarse contra mi cola hirbiendo.
- Jajjaja la bebita se hizo pipi.
- Jajajaja...
Basta...!!!" pensé mordiendolos y empezando a sollozar.
- Princesita, que dijimos de morderte?
- No, pero... yo...-
- Que pacha? Por que lloras?- dijo ella, me abrazo, acosto mi cabeza contra sus piernas, y empezó a hacerme deliciosos mimos otra vez.
"No puedo controlarme...." Pensé, viendo los mitones. "Ya tuve 3 accidentes? Ni me doy cuenta como pasan..."
- Tenes mucha suerte de que tu tia te cuida.
- Si, mucha suerte!
"Tengo suerte de que mi tia me cuida..." pensé.
- Es así bebe...
- Es mucho mas lindo así con nosotros...
- Vas a jugar con nosotros para siempre....
- Para siempre...?
Me quede observando mis mitones, hasta que vi el reflejo de la ventana. Y vi una chica recostada sobre las piernas de Violeta. Tenia el pelo corto, teñido, y lucia desprolija y arapienta. Tenia sus brazos y muñecas llenos de rasjuñones. Cuando volví a ver mis manos, vi que estaban así. Y que yo era esa chica.
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La bebe
General FictionIncluye temas sensibles. Una chica va a limpiar a una casa, y empieza a descubrir secretos.