Estar mas tiempo en la casa hacia que conozca mas de ellas. La hora de dormir de Tatiana, era a las 8, y su tia se la hacia cumplir religiosamente, no importa cuando proteste la niña. Solía ser motivo de un par de penitencias nocturnas, sin embargo, si la nena se salía con la suya y se quedaba hasta un poco mas tarde, no paraba de bostezar hasta quedarse dormida. Esto podía ser un poco molesto, ya que era pesada, y había que llevarla a su cuna, cambiarla a su pijama, ponerle un pañal limpio, y hacer que se duerma.
Uno de los días, la vi muy tierna, rodeada de todos sus peluches, y abrazada a uno. Dormía su siesta, pero cuando me acerque, se levanto asustada. Hizo un gesto de miedo tan grande, que me dio ternura y aprete sus cachetitos. Mientras lo hacia, vi que el oso que abrazaba era el que ella llamaba "sebi".
Al siguiente día, llegue a la casa. Ayude a la señora con el tratamiento de la nena, esta vez se mostro mas docil, a pesar de lo mucho que detesta sus enemas y supositorios.
Me encargue de ponerle su pañal limpio y vestirla. Tatianita por alguna razón estaba muy silenciosa, y con su vista perdida en la nada. Por orden de su tia, le puse el vestido de marinerita. Pero a pesar de que lo odia, no protesto.
"La medicación la tiene atontada" pensé.
Continue limpiando un largo rato, ocupada en mis tareas. Hasta que repentinamente, los llantos y gritos de Tatiana, inundaron la casa.
"ouch..." pensé, apretando mi propio trasero. Escuchaba el ruido de los azotes y llantos tan fuertes, que los sentía en mi propia piel.
"que habrá hecho..." pensé. Los gritos se extendieron por unos minutos, hasta que finalmente frenaron. Mientras limpiaba, y a medida que me acercaba a la habitación de Tatiana, la escuchaba sollozar levemente.
Espie un poquito, entre abriendo la puerta, y la vi escribiendo en un pizarroncito. "como hace para escribir con sus mitones puestos..." pensé. Me acerque a ver, y eran líneas que decían "No debo ser una nena cochina".
"Cochina? Habrá sido por ensuciarse? Que injusta!!!" proteste sintiendo coraje. La niña se veía sumamente adolorida, parándose en un piecito, y el otro. Se intentaba sobar, y daba pisotones de frustración al ver lo inútil que era hacerlo con sus mitones puestos. El abultado pañal, no alcanzaba a tapar lo rojo que tenia su trasero, y su corto vestidito no alcanzaba a taparlo.
- T-Tatii.... Estas bien?
Sorprendida, Tatiana volteo, y asintió con la cabeza. Tenia la cara llena de lagrimas y mordisqueaba su chupete nerviosa.
- Necesitas algo?
Ella negó rápidamente con su cabeza, y decidí retirarme.
"Que injusticia!" proteste para mis adentros. "Es injusto castigar a una chica incontinente por mojarse. No puede controlarlo. Debería hacerlo... aunque capaz la meta en mas problemas. No importa! Si voy a cuidarla, no puedo quedarme callada en estos asuntos..." Pensé.
Aun así, tuve mis dudas. Pero cuando nos sentamos a comer, y vi su gesto de dolor al sentarse, me decidí.
- Señora, por que castigo a Tatiana? Vi que escribía "no debo ser cochina" No esta mal castigar a una niña incontinente solo por haberse mojado? Ella no puede controlarlo. – Dije, bastante enojada.
Tatiana se quedo cabisbaja, y la tia, continuo dándole de comer en la boca. Acaricio su mejilla y bastante tranquila dijo: Tati, por que no contas por que fuiste castigfada?
La cara detatiana se puso roja de vergüenza.
- Contalo, o queres que lo cuente yo?
- MPH!!- Protesto la niña, negándo rápidamente con la cabeza.
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La bebe
General FictionIncluye temas sensibles. Una chica va a limpiar a una casa, y empieza a descubrir secretos.