S I C K N E S S | Twilight

[XXI]

F A L L O U T

— ¿QUE SE SIENTE PERDER A TU COMPAÑERO?

Fue lo primero que preguntó Peter Johnson a Vlad tras la noticia del deceso de Ephraim.

— Es como. . . Morir otra vez. — Dijo encendiendo su Havanno para llevárselo a la boca. — Cuando morí en mi vida humana caí de un acantilado acorralado por Jane. El veneno no fue lo peor, al fin y al cabo casi ni lo sentí porque mis huesos se quebraron en pedazitos y mis órganos explotaron dentro de mi cuerpo por el impacto. . . Volví a sentir esa agonía otra vez cuando Ephraim murió. Pero ahora, me siento más libre de lo que nunca he sido. Finalmente no le debo nada a nadie. — sé expresó con nostalgia en su voz expulsando el humo de sus pulmones.

— ¿Te imprimaste, Peter? —preguntó ofreciéndole un Havanno que con gustó recibió, Vlad se lo encendió.

— Espero nunca hacerlo — respondió al instante — Eso de sentirte tan dependiente a una persona, sin ofender, como tu con Ephraim después de tanta mierda en medio. . . No va con mi moral y mi cabeza no daría para ello, en el fondo me alegro que no lo hayas salvado.

— ¿Tanto se odiaban?

— Pará ser honesto no era gran cosa, llegamos a ser buenos socios antes de que te mandara a asesinarme. — dijo encogiendose de hombros.— Lo digo porque el cáncer sería un mejor destino que tu muerte para el. En un arranque de ira no medimos las concecuencias de nuestros actos y. . . Temíamos porque Ephraim no supiera controlar tu poca quietud, no eres alguien quien podría manejar por mucho tiempo y eso le frustró.

— Nuestra naturaleza es diferente, yo no era un miembro de su manda.

— ¿Porque crees que usó a Adonis?

— Que pregunta tan obvia — dijo volteando los ojos.

—Ephraim odiaba las cosas que no podía controlar, por eso creo que tal vez te odiaba un poco. . . Tu podías controlarlo a el, ponerle un punto final a sus decisiones. El nuca supo lo que es no poder tener lo que quieres hasta encontrarte a ti, haría hasta un pacto con el diablo, o con Adonis, para poder domarte. El te amaba Vlad, pero. . .

—Amaba el control. —completó.

—Es por eso que su hija fue su favorita, era igual a ti.  .  . —reveló Peter dandose cuenta que no podía decir mucho.

—No me trates como IDIOTA, Peter ¿Crees que no sé que Aphrodite es mi hija? — Dijo haciendo que Peter abriera los ojos en sorpresa. — Esa maldita es mi estampa, reconocería el aroma de mi hija incluso 300 años después de haberla perdido. No sé qué hizo Ephraim para traerla de vuelta.   .    .  O no mentira, si lo sé, pero el punto es que yo también lo odié. Me separó de nuestra hija, me engañó, se reunía con MI padre sabiendo nuestra complicada relación. Perdí 30 años de la vida Aphro y resulta que ahora me vine con un esposo a que la lleve al altar, ni una visita, ni un saludo, ni un indicio de su existencia hasta ahora. . . Como si yo hubiese sido el mal padre. Eso me dolió, incluso después de muerto puedo decir que su fantasma me atormenta.

—Lo hacía porque era su forma de desafiar la imprimación, el era un alma libre.

—Ni si quiera sé si realmente se imprimó en mi.

—¿Crees que si no lo hubiese hecho, hubieras podido si quiera haberte salvado de sus fauces aquella vez?

—No sé de qué tratas de convencerme, Peter.—evitó la pregunta levantándose de su puesto. — Tengo una fuerte corazonada de que eres de la personas que quieren que lo reanime, como nuestros enemigos, pero. . . En el fondo te conozco, sé que pronto nos vas a traicionar como todos los malditos lobos en mi vida. Solo te digo que tenga cuidado con lo que haces, así como te devolví la vida También puedo arrebatartela.