S I C K N E S S | Twilight

[V]

[ " H E R M A N O S " ]

VLAD VOLVIÓ A SU ANTIGUO HOGAR ASEGURÁNDOSE de que no hubiese nadie allí. No es que se haya ido de la tribu que ahora lo recibe por cualquier motivo, quería recuperar pocas cosas que había dejado allí. No poseía demasiados elementos pero había ahorrado bastante de cuando trabajaba a escondidas de Carlisle que no quería que pasara trabajo innecesario según el pero con el apoyo de Esme logró su cometido y empezó como cocinero en algunos restaurantes de New York como para tener algo con que empezar de cero, solo por si la tribu le salía con algo inesperado. Entre otras cosas tomó ropa y le robó muchas joyas de Esme por si nesesitaba aún más dinero en el futuro entonces venderlas « Si no tuvieron problema en venderlo a él supuso que tampoco lo tendría si vendía sus cosas» y no olvidó los libros que aún no había leído entonces tal vez tendría algo de momento con lo que distraerse en las noches en las que nunca volverá a dormir.

Miró la casa en la que creció por última vez recordando tantas cosas buenas que vivió. Aún podía recordar enseñarle a su mamá lo que aprendía en los restaurantes y hacían desastres en la cocina, como Edward se tomaba la molestia de enseñarle a tocar el piano o como estaba dispuesto a escuchar y ayudarle en peleas de la escuela «No se si eso era bueno pero lo disfruté» pensó riéndose de sí mismo. Recordó como su padre jugó con el por horas hasta que se dormía, los chistes malos de Edward, las anécdotas de Carlisle, lecturas con Esme... Eran demasiadas cosas que aún quería convencerse a sí mismo de que todo lo que había pasado era una mentira pero tampoco podía tapar el sol con un dedo.

A punto de salir dejar lo que solía llamar hogar sintió a alguien detrás de él.

-Según lo usual nunca estas aquí a estas horas Ed-inquirió-como mucho estarías en tu habitación manoseandote pensando en tu fetiche extraño con la asistente cuarentona del hospital de Carlisle.

-Y tu como sabes eso? -Preguntó algo nervioso.

-Te conosco Ed, además no nesesitaba supersentidos para oír como gritabas su nombre cuando creías que estaba dormido que presisamente no consiliaba el sueño gracias a ti, y creeme fue asqueroso-Bromeó- Las paredes no son tan gruesas después de todo.