✥Cap. 8✥

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Hace muchos años, cuando era pequeño e ignorante, conocí a una chica de mi edad, fue bastante estúpido, ella me gustaba y yo a ella, pero era un amor de niños, y como casi todo amor de niños, no era posible que en el futuro nos casáramos y tuviéramos los hijos que soñábamos, ni la casa en la pradera, ni vecinos a los que invitáramos todas las navidades a cenar porque, en realidad, eran nuestros mejores amigos casi hermanos.

No, claro que no.

Pero era lindo y agradable hablar de cómo repartiríamos las tareas de la casa entre nuestra gran familia.

Era, hasta que por motivos que en esos años no lograba entender mi madre me lanzó agua hirviendo, dejando la marca que ahora me caracteriza, esa marca por la que mi adorada amiga me abandonó.

Sé que nunca podríamos haber tenido nuestra propia casa ni a nuestros soñados hijos, pero sí teníamos nuestra amistad y eso era algo que habríamos podido mantener hasta ser viejos amargados y beber vino de arroz mientras les gritábamos estupideces a la gente que pasara por al frente de nuestras casas.

Pero ella no pudo, o no quiso, y cuando me vio por primera vez con esa gran cicatriz que cubría todo mi ojo izquierdo no hizo nada más que gritarme "monstruo" y salir corriendo.

Como todo niño, lloré, lloré hasta que mi padre, en uno de sus pocos momentos de amabilidad, me dijo que tal vez en un futuro me volvería a encontrar con ella y cumpliríamos nuestros estúpidos sueños de niños.

No le creí, porque sabia que ella no volvería.

Porque nadie vuelve de la muerte luego de ser atropellado por correr en la calle cuando la luz del semáforo estaba en verde para los automóviles, y rojo para los peatones.

Pero como todo niño, lo olvidé, la olvide a ella, y con ella, olvide lo lindo y agradable de hablar con una chica que podría ser tu pareja, olvide lo lindo de imaginar una vida a su lado y olvide lo agradable de tocar a una chica sin que se asustara por mi cicatriz.

Hasta que llegó ella, Kayama Tn, una increíble chica con un increíble kosey con una increíble personalidad, que ignoro completamente la existencia de mi cicatriz, y aún estando en un momento de vulnerabilidad extrema no se asustó cuando la toqué, mucho menos cuando la acaricié.

Nunca nadie se refirió a mi como el chico que tiene una cicatriz en el ojo izquierdo, nunca nadie se atrevió, esperando que me ofendiera o enojara, y sinceramente yo también esperaba tener ese tipo de reacción, pero cuando Marco llegó a mi oficina con una sonrisa burlona diciendo que una chica llamada Kayama buscaba al oficial que tiene una cicatriz en el ojo solo pude reír a carcajadas mientras Kirishima y Sero me miraban asustados creyendo que explotaría y comenzaría a gritar como un loco.

Mi risa fue por los primeros diez segundos porque después analice con cuidado lo que había dicho Marco y entre en pánico; Tn me buscaba.

Tn me buscaba.

Me quede mirando a Marco sin saber que hacer y él solo suspiro.

Marco: Se supone que tienes que ir, joven Shoto.— Tomo el puente de su nariz mientras observaba como trataba de levantarme

Increíblemente, me tiritaba todo el cuerpo.

Sero: ¿Quieres ayuda Shoto?— De no ser porque sabia que se estaba burlando de mí habría aceptado

Y yo que me creía en completo control.

Kirishima: ¿Dónde quedó el macho alfa que puede liderar filas y filas de chicas?— Me le quede mirando molesto y él soltó una risita

Mi Dolor ~Shoto Todoroki y Tú~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora