WAWITA DEL SOUKOKU

Buen niño

Dazai había sido atendido por médicos en su propia casa, quienes le administraron contra veneno y medicamento para el dolor. Afortunadamente ya había recuperado su consciencia y se encontraba acurrucando a Ryū en sus brazos, acunándolo tiernamente en su suave cobertor.
El pequeño azabache quería alimentarse de él, pero los médicos se lo prohibieron durante seis horas, debido al veneno que aún puede haber en Dazai.

Ryū sollozaba con hambre, buscando entre la ropa cerca del pecho de Dazai su alimento, pero el castaño se lo impedía y simplemente trataba de distraerlo con arrullos o sonajas.

— Mami... Deche...

— Amor, no puedo darte leche ahora. Me mordió una araña venenosa, bebé. Aún hay veneno en mi cuerpo. Podrías enfermarte.

Explicaba, acariciando una de las mejillas del bebé azabache, quien aún tenía lágrimas en sus ojos.

Ryūnosuke se recargó en la camiseta de Dazai para limpiar sus lágrimas, y después, se siguió acurrucando muy junto con él, abrazando su "Dashōmon".

— Dazai, traigo un biberón con leche tibia para Ryū. De esa manera se dormirá y no pensará en otra cosa.

Chūya entregó el biberón a su amado, quien pronto empezó a alimentar a Ryū.
El niño quiso sostener el biberón por sí mismo, con su bracito no lastimado por la caída, estaba cerrando sus ojitos, cuando...

Chūya salió de la habitación por unas cosas que pronto trajo a Ryū. Era un globo de Rashōmon, una bolsa de regalo con diez trajes nuevos, y una llamativa sonaja.

— Lo compré por su cumpleaños. Ryū está muy feliz porque vendrán muchas personas y le darán regalitos.

El pelirrojo guardaba las cosas lo más discreto posible para no despertar al pequeño azabache, sin darse cuenta de que el niño ya lo estaba mirando muy sonriente, mientras sostenía aún su biberón.

— Chūya, eso ya no será sorpresa.

— ¿C-Cómo? ¿No estaba....dormido? ¡¿Por qué despertaste, Ryūnosuke?!

Cuestionó un poco fastidiado, pero era un alivio que Ryū estuviera superando el beber leche preparada en caso de emergencias.

— Chūya, no regañes al bebé, es muy pequeñito. Apenas tendrá su primer cumpleaños.

Apartó el biberón de Ryūnosuke, y lo puso de pie sobre su regazo, recargándolo en él para dar palmadas en su espalda. Desde que Ryū era más pequeño, Dazai y Chūya le sacaban el aire después del alimento. Era costumbre.

— Dazai... Mañana comienza marzo. ¿Recuerdas lo que hacíamos el primer día de marzo el año pasado?

Sonreía. Se sentó al lado del castaño y acariciaba la cabellera de Ryū, optó por sostenerlo en brazos, muy acunado en su pequeño cobertor, cubierto por el frío. Besó su frente, mientras esperaba una respuesta de Dazai.

— Ese día, Chūya no estaba en casa. Ryū decidió salir a conocer el mundo, y fue bien recibido por todos nosotros. Ryū es uno de los bebés más deseados. ¿O vas a negarlo, Chūya?

— Claro que no. Tú y yo lo hicimos con intenciones de una familia, nuestra familia. Lo logramos, y ahora Ryū es nuestro gran amor. Toda la Port Mafia lo esperó con las mismas ansias que nosotros.

Ryūnosuke se había quedado nuevamente dormido, en los brazos de su padre. Chūya se levantó con delicadeza para ir a recostar al azabache en su cuna y regresar a su cama.

— Me impresiona lo cursi que puedes llegar a ser si se trata de Ryū y de mí. Chūya, mejor papá del mundo.

Elogió sonrojado, provocando sonrojó en el ojiazul.

— Lo sé. No necesitas decírmelo. No pudiste elegir mejor pareja, Dazai.

Alardeó. Dazai tuvo una grandiosa idea con Chūya para el cumpleaños de Ryū. Lo obligaría a vestirse del personaje favorito de Ryūnosuke, para que el niño tuviera recuerdos lindos de su primer aniversario de vida.

— Chūya. Me gustaría proponerte algo.

Ryū: más deseado que yo xd