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—¿Que? ¿Aren?—

Kuboyasu había aparecido de la nada, serían 3 opciones.

1ro: Tal vez vigilaba a Kaidou como lo hacia Saiki.

2do: Brasil

3ro: Solo pasaba por aquí.

La 1ra opción es la más probable, si, creo que todos concordamos en eso.

—Ugh, Kaidou, hay algo importante que te quiero decir—

¿Sera lo que estamos pensando? ¿Aren le quiere declarar su amor a Kaidou?

—¡Claro! ¿Se trata sobre la unión oscura? ¡Lo sabía son todos unos idiotas, no hay tiempo que perder Aren!— Dijo el menor —Nos vemos Chiyo—

La castaña se despidió de él un poco desilusionada.

Dios mio, que inocente era a veces Kaidou,  muy inocente. El pobre de Aren lo miraba con una gota de preocupación en la cara.

-¿Es lo que creo que es?-

Saiki, aun detrás de la pared podría saber de lo que quería hablar Aren con Kaidou, el de pelos violeta era demasiado obvio, pero para el menor no, ya que era muy inocente, si así le podemos decir.

Con sus poderes, nuevamente se había echo invisible y comenzó a seguir a los dos "amigos", bueno, serían más que amigos si el no hacia algo.


—Yare yare, los problemas que me trae—

Susurro Saiki, no tan lejos de el par de chicos, sabía perfectamente que iban a la casa de Kaidou, se le complicaría un poco entrar sin persecuciones. Rezaria por qué no vengan más personas a estropearle su camino.

—Ya casi llegamos Aren... ¡Aren-a! ¡Arena-kun, pff!—

Podía escuchar como su enamorado decía cosas sin sentido pero que hacia sacarle una sonrisa a los demás, amaba eso de él, pero odiaba la parte en la que atraía muchas personas con su personalidad. A veces, por su mente pasaban fantasías con Kaidou, cosas buenas y cosas no tan buenas... En fin, en resumen, odiaba el que la gente se acerque mucho a Kaidou.

Entre pensamiento y pensamiento, habían llegado a la casa del menor, no se espero lo siguiente. Dios nunca esta de su lado.





—¡Oh! ¡Hola Shu!—





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