Capítulo 12: La trampa

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Día 527:
Querido Diario... Me alegraba el hecho de volver a ver a mi padre y a mi hermano. Lástima que no pueda decir lo mismo de mi hermana bebé, Judith. Según ellos, al parecer la devoraron los caminantes en su asiento de carro, el cual quedo cubierto de sangre. Tuve suerte de no ver eso, pero si siento demasiada pena en este momento por no haber podido cuidar de ella lo suficiente. En fin, nomás queda cuidarnos los cuatro y ver si podemos encontrar a los demás. La casa que encontró papá y Carl estaba en buen estado y quizás sea un buen lugar para quedarse al menos por un tiempo... incluso tenían comida, pero esta no duraría demasiado. Por la mañana, yo y mi hermano tuvimos un desayuno de lo más normal, hasta risas hubo. Michonne también se nos sumó con un nuevo look de temporada el cual no sé porque nos dio risa. Yo le dije de manera sincera que se veía espectacular. Ella comentó que le gustaría tomar leche de soya. Carl recordó una anécdota que paso en la escuela donde su mejor amigo (el cual era intolerante a la lactosa), le dio a probar un sorbo de su leche de soya. El la encontró tan asquerosa que casi vomitaba. En ese momento todo era risas, hasta que mi hermano dijo que preferiría tomar mil veces la lecha maternizada de Judith a que volver a tomar leche de soya. Ese dicho provoco que el ambiente se volviera tenso tan así que nos fuimos de ahí sin terminar nuestro cereal. Como te señalaba anteriormente, la comida no iba a durar demasiado por lo cual, Michonne y mi hermano se fueron a la búsqueda de provisiones mientras que yo me quedaría cuidando de papá. Carl me conto que el día anterior estuvo todo ese tiempo inconsciente, tan así que llego a pensar que se iba a convertir. Debió haberse sentido horrible. Apenas se fueron, le pregunte a papá si necesitaba ayuda con alguna cosa. Mi papá suele ser terco y testarudo (ya veo de donde salió Carl) así que me dijo que él se podía encargar de sus golpes. Por lo visto el Gobernador lo dejo bien mal. No, aun no le cuento a papá sobre el disparo... pero tarde o temprano tendrá que saberlo. A pesar de que me haya dicho que estuviera al margen, no quite la vista sobre lo que estaba haciendo mi padre. Este estaba con ropa limpia, leyendo un libro recostado en la cama. Unos minutos después lo volví a supervisar y se había quedado dormido. Una hora más tarde me encontraba escribiéndote cuando de repente escuche a unas personas hablando y gritos que provenían de abajo. Fui a ver a mi padre a la habitación y me pidió que no hablara ni hiciera ruido. De repente, un tipo con un fusil subió hasta donde estábamos, sin embargo, no nos vio. Papá y yo nos escondimos debajo de la cama. Por accidente habíamos dejado la botella de agua a la vista y mi diario. Mi padre tuvo que hacer una maniobra para recogerlos sin que el tipo del fusil se diera cuenta. No emitíamos ningún ruido sin embargo nos comunicábamos por aquí (en la última hoja verás la conversación que tuve con papá). El tipo del fusil comenzó a inspeccionar la habitación y cuando termino, se acostó en la cama haciendo que el colchón se bajara, dejándonos con menos espacio. El desgraciado roncaba demasiado fuerte, tan así que casi me deja sorda. Al rato llegó otro tipo reclamando la cama. El señor fusil no se la quería prestar y ambos comenzaron a pelear a puño limpio. De momento pensé que íbamos a salir pillados porque el tipo del fusil fue empujado al piso por el tal Len. No nos miró en un principio, pero cuando lo hizo, le pidió a Len que parase. Sin embargo, este último lo comenzó a ahorcar en frente de nosotros. El tipo no murió, sino que se quedó inconsciente un buen rato. Espero no logre recordar que nos vio ahí debajo de la cama. El tal Len consiguió su lugar en la cama y se echó a dormir (y roncar). Papá y yo logramos salir de debajo de la cama de manera sigilosa. Pero justo en ese momento escuchamos a otro tipo llamarlos mientras subía las escaleras y jugaba con una pelota. Papá y yo nos ocultamos en la habitación de al lado. Cuando el tipo gritón se fue, intentamos abrir las ventanas para salir, pero estas se encontraban bloqueadas. No tenía idea cuantas personas eran, pero si eran más de tres. Otro sujeto descubrió que había una mujer en la casa (Michonne) gracias a que encontró una camisa lavada hace poco. Los sujetos bajaron, aunque al rato volvieron a subir para buscar al tal Tony (el señor inconsciente). Papá y yo nos separamos y nos escondimos en diferentes habitaciones. Siguiendo el plan, inspeccione cada ventana de la habitación hasta poder abrir una para poder salir al techo. Fui a revisar la ventana del baño donde estaba papá y vi que estaba peleando con uno de los tipos. Me escondí para que no me viese. Mi padre logro salir ileso de la pelea y escapo por la ventana con un fusil y una chaqueta que se le veía genial. Luego de eso tuvimos que salir hasta el piso de abajo. Papá salto primero y después baje yo. Fuimos hasta la parte delantera de la casa. Nuevamente tuvimos que escondernos ya que el tipo de la pelota salió con una lata de sopa en la mano. El sucio estaba escupiendo justo al lado de donde estábamos nosotros. Michonne y Carl estaban a punto de llegar a la casa y ellos no tenían idea de la gentuza que estaba ahí. Necesitábamos salir de ahí con urgencia y menos mal fuimos salvados por la campana (más bien por unos caminantes). Estos se distrajeron matándolos y papá y yo aprovechamos de salir corriendo a avisarles a Michonne y a Carl que teníamos que irnos. Ambos habían conseguido mucha comida y literal eran bolsos de comida. Los cuatro seguimos la línea del tren hasta que llegamos a un vagón abandonado el cual tenía un mapa y un cartel que decía "Santuario para todos. Comunidad para todos. Aquellos que llegan sobreviven". Debe ser una especie de refugio seguro... aunque bueno... no quiero ilusionarme con que vaya a durar, pero tampoco quiero pensar en negativo. Después del todo somos unos desamparados en busca de un techo. Los cuatro decidimos que esa era la mejor opción. Además, quien sabes. En una de esas puede que ahí esté el resto, en ese refugio.

El Diario de Charlotte: Una historia de The Walking Dead || Volumen 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora