Paradise┃Sae-Byeok.

uno.

Aclaración: Habrá dos partes de 'introducción' que su orden cronológico será 2 años antes de los juegos. (Todos los personajes +18)

...

Ciertamente, te habías acostumbrado al olor del alcohol y a las penetrantes luces led en el sitio. Con un montón de gente adinerada puesta sobre sillones de cuero negro.

Tu mente estaba tan distraída entre la melodía de Arctic Monkeys, que la bebida entre tus dedos casi de derrama sobre la tela de tu pequeño y ajustado vestido.

— ¿Todo bien? — La voz de tu cliente llamó, con una ligera sonrisa entre sus delgados labios ante tu repentino gesto de sorpresa.

Un rubor apareció entre tus mejillas ante tu pequeño descuido, tomando los bordes de la tela aterciopelada antes de dirigir tu mirada al hombre del tatuaje.

Jang deok-su, un completo sujeto Gangsta. Era un cliente habitual en el club, con un inmenso capricho por tu cuerpo. Era bueno, ya que recibías dinero extra después de cada velada en su cama.

— Sí, lo siento. Solo me distraje por un momento. — Admitiste, haciendo que el hombre suelte una carcajada, siendo ahogada por la música de volumen alto.

— Amor, ¿qué te sucede esta noche? No sueles distraerte con tus clientes. — Se burló, apoyando los codos sobre la mesa, mientras el pequeño vaso de vodka estaba sujeto a su mano izquierda. La intensa mirada sobre tu escote te hizo apartar la mirada, mientras él tomaba de su bebida deleitándose de tu piel expuesta. — Como sea, hoy quiero que conozcas a alguien.

Ignorando sus acciones, sentiste curiosidad por sus últimas palabras.

— ¿Otro de tus asquerosos amigos? — tus palabras se detuvieron antes de que puedas seguir.

El ruido hueco te callo por completo, Deok-su había golpeado la pequeña mesa de cristal con una mirada de repudio, con los labios húmedos del alcohol amargo.

— No hables ni una mierda más. Sabes cuanto odio que te expreses de forma grosera con esos lindos labios.

Generar una discusión con él no valía la pena, lo menos que deseabas era discutir con alguien de su tipo. Aunque odiabas esto, no podías expresarte.

— Lo siento cariño. — Tus labios se fruncieron de forma notoria, que deok-su ignoro para comenzar a reír de nuevo, que sin más rodaste los ojos mientras mirabas tus zapatillas altas.

— "Lo siento, cariño" - su burla no cesó. — ¿De dónde sacaste esa tontería? Realmente eres dulce. — Te encogiste de hombros, sintiendo como tus mejillas volvían a tener un tono rojizo. — Si no fueras prostituta ya te hubiera hecho mi esposa.

Volviste a sentir ese nudo entre tu estómago, tomando un trago de tu mojito antes de girar la vista a una de las bailarinas bailar pole dance.

— Huh, entonces sobre esa persona. ¿Qué tan importante es para ti? — cambiaste de tema con rapidez, ignorando completamente su intento de cumplido.

Él te observo por unos segundos, antes de sonreír con felicidad, tomando su último trago para carraspear y limpiar su nariz enrojecida.

— Ella es mi pequeña cachorra.

Tu boca se entreabrió, — ¿Ella?, ¿es una mujer?

— Si, (N). Una mujer, una vagina, ya sabes. — Rodó los ojos fingiendo molestia, antes de cruzar los brazos y doblar el cuero negro de su chaqueta. — Es mi pequeña, yo la acogí cuando más lo necesitaba. Así que eso la hace una persona de confiar.