cuatro.

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El agua está cada vez más fría. Tu piel se enchina con cada suspiro que dejas salir de tus labios buscando algún tipo de calor.

La tarjeta esta sobre tus manos. De un color dorado con el número escrito sobre el papel grueso.

010-034

¿Cuál sería tu decisión? Ciertamente, no perderías nada con intentarlo. Porque no eras nadie en este mundo, era una nueva oportunidad para cambiar quien eres, una nueva oportunidad empezar de nuevo. Sin arrepentimientos.

Sales de la bañera, con tu frágil y tembloroso cuerpo desnudo caminando hacia el clóset, sin preocuparte por secar tu cabello coges un cambio rápido. Tomaste lo más decente que tenías, unas medias claras junto a una falda hasta la mitad de los muslos y un suéter beige. Parecías una anciana, no era tu estilo.

Te tomó tiempo llegar al sitio indicado, los edificios grandes te mareaban apenas subías la mirada.

Solo esperabas que esto no sea una pésima broma.

El auto gris se estacionó frente a ti, tus nervios aumentaron con cada segundo cuando la ventana baja. Trataste de ver que clase de rostro tenía, pero solo te encontraste con una extraña máscara y un traje rojo. El sujeto te examinó, lo sentías escanearte de arriba hacia abajo.

— ¿(N)? — Su voz era varonil y profunda, tu estómago se revolvió. Enseguida asientes, escondiendo las manos detrás de tu espalda en un acto incómodo.

— Soy yo — te maldices por trabarte, sonriendo forzadamente.

— Di la contraseña — el sujeto responde después de un breve momento en silencio, aflojando el agarre en el volante.

Esto es ridículo.

— Luz roja… — te quedas en silencio un momento, esto era tan ridículo. Y el sujeto lo podía notar cuando una risilla profunda se escapó de su propia boca. — Luz verde.

Clic. La puerta se deslizó invitándote a entrar, inhalas profundamente el aire frío haciendo tus mejillas ponerse rojas de la temperatura helada.

Sujetas tu falda para evitar accidentes, ya que puedes sentir la mirada del hombre en el espejo retrovisor, detalladamente mirando cada acción que hagas.

Dentro del vehículo pudiste notar a más personas que tú, todas durmiendo plácidamente sobre su asiento con el cinturón puesto. Quizá desde el primer suceso extraño debiste de notarlo.

— ¿Será un viaje largo? — usted pregunta en voz alta.

El hombre no responde, y, en cambio, presiona un botón que llena la habitación de un extraño humo. Quieres preguntar que acaba de hacer, pero solo puedes notar que lleva puesta una máscara de gas. Aturdida, comienzas a sentirte mareada con el cuerpo extrañamente ligero.

Tus párpados caen rendidos a los pocos segundos, el humo comienza a desaparecer, sin embargo, ya es tarde cuando caes inconsciente.

El hombre solo puede sonreír, sería divertido trabajar contigo.

                                                   …

Las luces se encienden mientras el sonido de las trompetas se hacen presentes en la habitación.

Tus ojos arden mientras tratas de acostumbrarte a la iluminación que cegá tu vista. ¿Qué era todo esto? Rápidamente, te sientas en el colchón plano, hay miles de camas y personas en tu mismo estado.

Lo que más te desconcierta es la ropa que estás utilizando, un uniforme aqua con el número 033

Observas como las personas comienzan a caminar, buscando respuestas.

Paradise┃Sae-Byeok. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora