Querida Destiny:
Estuviste en dos cárceles hace cinco años: en tu cuerpo y en tu casa.
No sé a ciencia cierta cuándo te dejaron salir porque nadie sabía nada de ti cuando te trasladaron a tu casa, incluso la psicóloga que iba a visitarte era de otro lugar así que nadie sabía que pasaba dentro de ella.
Destiny tal vez deberías dejar de hablar de mi y empezar a hablar de ti, de lo que pasó en ese entonces.
Me olvidé de ti, ya lo sabes no creo que haga falta decírtelo pero te lo escribo por si acaso. Hasta el día en que te vi prácticamente seguías siendo la chica invisible para mi.
Guau Destiny, guau.
Fue lo primero que pensé cuando me reencontré contigo, tuve que sacar de mi memoria quien puñetas eras porque no me cuadraba.
Aparte de estar empastillada, con psicólogos y una familia atenta tu gran cambio fue la actitud.
Por Dios pero si parecía que ibas a morderme y mearme encima de un momento a otro. En serio Destiny me diste muy mal rollo, aunque más que mal rollo me empezaste a gustar.
Bueno más bien atraer porque gustarme no lo hiciste hasta más adelante.
Pero ya te lo contaré en otra carta.
Mi pequeña loca.
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Me llamaste gorda
Storie breviLa vida, las opiniones, las cosas que pudieron ser y fueron. El dolor es grande cuando intentas luchar contra la sociedad pero ésta no quiere otra cosa más que comerte una y otra vez, luchas y te vomita hecho papilla y lágrimas. Tom, Destiny, sólo s...