JungWon luego de tantos tachones y borrones finalmente termina sus pequeñas notitas y comienza a dejarlas en el casillero de su Hyung favorito del cual está enamorado.
Se supone que el sentimiento es mutuo pero entonces...
¿por qué Jay tira las nota...
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-- Respira, muestraste seguro de tí mismo, no te recomiendo mirarlo a los ojos pero debes hacerlo y jamás desvíes la mirada, mide tus palabras y create un discurso bueno --Le decía HeeSeung a JungWon quien tragó en seco.
Aquel día sentía que se iba a morir, tenía el corazón a mil por segundo y lo que decía HeeSeung le entraba por un oído y le salía por el otro de los nervios.
Aquel día iría a conocer a su suegro.
Había conocido ya a la madre de Jay, una señora muy dulce y amable, cariñosa y divertida, idéntica a su hijo en cuanto actitud.
Solo que jamás conoció ni de vista, ni en foto al padre de Jay, todos decía que era un hombre muy frío y duro de tratar, aparte de muy protector con su único hijo y mucho más luego de que este comenzara a perder su visión.
Jay en cambio ya había conocido a sus padres, los señores Yang quedaron encantados con el pelinegro y le trataron bastante bien.
Suspiró y tembló cuando Hee le deseó suerte y corrió tras empujarle frente a la casa de Jay.
-- Hola Diosito, soy yo de nuevo... --Tragó en seco y tocó el timbre de la grande y bonita casa de los park.
Los padres de Jay eran dueños de un gran restaurante bastante conocido, el más lujoso de todo Seúl a decir verdad, más una sucursal en Busan que tenían y una que recién estaban abriendo en Daegu.
Así que claramente no pasaban como una familia desapercibida, aunque no eran de tener grandes lujos a pesar de su estatus, preferían vivir de forma humilde y tranquila, incluso habían días que tomaban al autobús en vez de ir en auto u camioneta a la tienda u supermercado.
Tomó aire cuando abrieron al puerta y suspiró aliviado cuando vio a la señora park sonreirle y dejarle entrar.
-- Hola JungWon, bienvenido, ¿Cómo has estado?¿Y tus padres cómo están? --Le recibió calurosamente sonriendo enternecida al ver como el chico se había alistado lo mejor posible y llevaba un ramo de rosas en la mano.
Vestía unos jeans de mezclilla, no eran ajustados pero tampoco tan sueltos para no parecer de los ochenta, una camisa blanca a botones de manga larga y una chaqueta de cuero negra encima además de converse y su cabello castaño bien peinado.
-- Buenos días señora park, he estado bien gracias por preguntar y mis padres están bien, les envían saludos --sonrió amables-- ¿Usted y su familia como ha estado?, y nuevamente gracias por la invitación a almorzar.
-- No es nada cariño y sí, estamos bien, gracias por preguntar --sonrió-- ¡JongSeong!¡JungWon ya llegó! --Gritó y minutos más tarde JungWon vio a su novio aparecer y bajar las escaleras como si nada mientras sonreía.
Vestía informal pero decente, claro, Jay incluso para ir a la tienda con sus padres buscaba estar bien vestido, ya que a pesar de no ver bien sus prendas, antes muerto que sencillo, según él.