ʿʿ ámame, después mátame ʾʾ heehoon︕

final pt.2

SungHoon

12 horas antes.

8:00 AM

SungHoon ve como la figura del general desaparece, y es allí donde entiende todo; realmente lo amaba. Su corazón no quería dejarlo partir, pero su cerebro le decía que era la mejor decisión que ambos tomaron. Necesitan derrocar al Führer, y ambos son un buen equipo desde lejos.

Se acerca al guardarropa de la habitación, lo primero que saca de ahí es una gran equipaje. Está guardando todo lo que pertenece al general, cada uno de sus uniformes bien limpios y que aún preservan su aroma a chocolate y menta. Cada que dobla su ropa, se la lleva por cortos segundos a su nariz e inhala fuerte. Apenas se ha ido y lo extraña demasiado.

¿Era eso posible? Su lobo debe estar desesperado, sí, eso debe ser.

Sigue echando todo lo que cree conveniente. Pequeñas pertenencias que están ahí por una razón y que cree deben ser llevadas también a su próximo hogar.

Próximo hogar.

Sale del bloque sin mucho en mente, ve al oficial Shim y le entrega el equipaje, quien lo recibe silenciosamente. Ambos sonríen pero se alejan sin decir nada, lo menos que quieren es que los demás prisioneros sospechen sobre una posible relación y en su camino, ve a un hombre de hebras doradas charlar con un oficial que no puede ver bien de quién se trata.

Sunoo se ve con una mirada triste, perdida. SungHoon no quiere sentirse culpable, sabe que él no ha tenido la culpa de que últimamente a Kim se le vea decaído, que todo ha sido causa de su traición. Sin embargo, nunca se había mostrado así en el campo. Quien solía brillar con su sonrisa a pesar de las circunstancias, ahora muestra una rostro afligido que contiene un par de lágrimas.

El rubio recibe un abrazo del oficial con el que compartía sus penas, SungHoon finalmente puede ver el otro rostro; ¿El oficial Park?

Ese oficial también era el encargado de darle las golpizas a Park, ¿Qué acaso Sunoo siempre estuvo detrás de todo?

Quiere alejarse, encontrar un lugar donde no tenga que ver a Sunoo más. Los intentos son en vano cuando una mano envuelve su antebrazo y detiene su movimiento.

ㅡDéjame hablar contigo, sólo una vez. ㅡSungHoon acepta sin decir nada, sólo se queda parado hasta que a Kim se le dé la gana de volver a pronunciar una palabra ㅡYo, de verdad, lo siento. Sé que no fue lo correcto pero estaba obligado.

ㅡEntonces seguirás excusándote...

ㅡDime, Park, si te prometen que verás a tu madre de nuevo después de tres meses, ¿no harías lo que sea? ㅡSungHoon no respondió, últimamente había dejado de pensar en su madre ㅡFührer no dijo que eras tú, sólo que era alguien que todos ahí odiaban por su necedad de obedecer en las tareas del laboratorio. Yo... yo creí que tu estabas con tu alfa porque tampoco lo vi ese día. Él sólo dijo "debes acompañarme", y no dudé en hacerlo.

ㅡEstabas demasiado feliz.

ㅡEstaba alcoholizado, además terminaba de ver a mi madre. No podía sacarme la imagen de la cabeza cuando le prometí que la próxima vez que me vería yo seré un alfa.

Suspira abatido, y realmente se esfuerza en creer las palabras que tiene su compañero de habitación... la única persona en la que encontró consuelo cuando sus días ahí se tornaban grises. El chico que curaba sus heridas cuando regresaba del cubo de castigo y el mismo que le contaba chistes (que en su mayoría no eran graciosos) con el único objetivo de despreocupar su mente.