nueve

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SungHoon no pudo dormir en toda la noche. Aunque encontrara el punto de relajación, podía escuchar los lloriqueos, los berrinches y los llamados que los pequeños hacían. Estaban en bloques separados, lejanos, aún así, todo aquello llegaba a su habitación.

Su corazón era lo suficientemente débil para no resistirse, y su cerebro estaba cansado, agotado. Cuestionando si HeeSeung escuchaba lo mismo, y si en sus brazos, habría podido dormir mejor.

Durmió escasos veinte minutos, los pájaros que servían como despertador le avisaron que ya era demasiado tarde. Que otro día había llegado, y con eso, nuevas pensamientos de siempre esperar lo peor llegaban a atormentar su pesada mente. Que aunque fuese ahora la pareja del general, sabía bien que no estaba exento de los maltratos que sucedían dentro.

Que sí, aquellos podían tener su "castigo", pero el daño ya estaba hecho.

Se sentó en la litera, tallo sus ojos y acarició su estómago para calmar la sensación de hambre que amenazaba por hacer aparición. Sus ojos se situaron a la litera de Kim; no estaba. 

¿Kim había sido sacado a la fuerza?

Su sueño era ligero, de haber sido así, no sólo él, todos lo habrían notado. Sorprendentemente su cama estaba hecha, bien tendida. Chascó sus dientes, un tanto desesperado al no saber porqué el rubio no estaba en el compartimiento esa mañana. Justamente en el día de descanso, el día en que habían prometido ir a donde los niños y jugar con ellos.

ㅡ¿A dónde se ha ido Sunoo? ㅡse dirige al compañero de litera de Sunoo, él sólo alza los hombros y los deja caer al instante. 

Todo le parece bastante extraño. Voltea hacia la ventana trasera, ligeramente abierta. ¿Sunoo se escapó? 

Segundos más tardes llegan los militares para llamarlos y llevarlos al comedor. SungHoon descalzo, camina hacia la habitación de HeeSeung. Puede ver desde lejos que las luces están encendidas, se escabulle por el camino que le ha explicado antes para no llamar la atención de los guardias. 

Cuando está por entrar el bloque, una ligera piedra golpea su espalda. Gira su cabeza a la dirección donde cree que ha provenido y se encuentra con dos pequeños, con su cabeza rapada y una pijama no muy distinta a la de él. 

Retorna el camino, ahora se dirige hacia ellos. Quienes lo ven con una sonrisa centellante, lo reciben extrañamente con un abrazo. 

ㅡMi nombre es Junil, ㅡdice el de más baja estatura ㅡél es mi hermano Inhyuk. ¿Es usted quien nos miró cuando llegamos?

ㅡEso creo, ㅡresponde entre risas ㅡmi nombre es SungHoon. ㅡse presenta cuando le estrecha su mano.

ㅡ¿Es usted nuestro general? ㅡ SungHoon juntando sus cejas, niega ㅡ¿No? Si sabemos que usted recibe comida deliciosa, lo hemos visto en su bloque la noche anterior.

SungHoon extrañamente sabe a dónde se dirige la pequeña conversación, no sabe si sentir preocupación de que alguien más sepa esa información. Claramente, no es culpa de los pequeños. Pero conoce bien que pueden ir soltando esos rumores entre ellos mismos y que pronto, todo el campo lo sabría sin dudar.

ㅡEs porque me porto bien. ㅡes lo primero que llega a su mente ㅡSi ustedes prometen portarse bien, yo también les regalaré de mi comida. Solo que por favor, no se lo digan a nadie más.

ㅡ¡Pero todos deberían de saber! ㅡ SungHoon se siente angustiado ante eso ㅡSi mis amigos se portan bien, ellos también deberían tener.

Park comienza a golpear con nerviosismo el suelo, no sabe en qué lío se está metiendo.

ʿʿ ámame, después mátame ʾʾ  heehoon︕Donde viven las historias. Descúbrelo ahora