Resident Evil VIII (VILLAGE)

Capitulo 28: Daga de las flores de la muerte

Pueblo: Resident Evil VIII

Capítulo veintiocho: Daga de las flores de la muerte

Si bien la Capilla del Cielo estaba claramente diseñada para ser una especie de lugar de culto privado para la familia Dimitrescu, el interior del pequeño edificio de piedra se instaló como si se estuviera llevando a cabo un servicio conmemorativo. Se colocaron viejos caballetes de madera a ambos lados de la vidriera más grande, cada uno con grandes fotografías en blanco y negro de un hombre de cabello oscuro con gafas y un traje antiguo, él parado solo frente a la entrada del castillo en el a la derecha, y una foto de boda igualmente anticuada en el otro lado donde él estaba sentado en una silla, y... y una Alcina de apariencia mucho más baja parada un poco detrás de él con un vestido de novia.

Un libro grande se sentó en el pequeño podio frente a toda la pantalla, y Ethan descubrió que se trataba de un álbum de fotos y que todas las imágenes recopiladas también eran en blanco y negro. El forastero hojeó el contenido por si había alguna pista sobre la ubicación del arma oculta, pero todo lo que encontró fueron fotos de ese mismo hombre, siempre del brazo de una Alcina muy feliz y sonriente. ¿La dama alta había tenido realmente un tamaño normal en algún momento? No solo eso, sino también feliz y no odiando a todos los hombres? Pasando la página de nuevo, Ethan encontró lo que parecía un póster de promoción de una banda de jazz llamada The Pollboys ... con un cantante principal de aspecto muy familiar con un vestido blanco de pie junto a ellos.

Por supuesto, el punto focal de toda esta configuración fue el gran ataúd de metal que se encuentra en el altar justo debajo de la ventana, el símbolo de la flor y las espadas de la familia Dimitrescu tallado en la tapa, y ... y es el lugar más obvio para buscar. algo escondido. El pestillo estaba oxidado, probablemente se dejó sin abrir y expuesto al aire durante mucho tiempo, e incluso una vez que el forastero logró forzarlo para abrirlo, la cubierta era realmente pesada. A Ethan le costó mucho empujarla para abrirla, aunque fuera un poco, el olor a aire rancio, aunque ligeramente más cálido, se escapaba un poco más con cada centímetro de progreso que se hacía, y luego la tapa se cayó por el borde.

THUD ! Aterrizando con fuerza en el suelo de piedra, pero sin romperse, la cubierta del ataúd se detuvo, dejando la Capilla Celestial en silencio una vez más, y después de que Ethan miró a su alrededor como si esperara que alguien escuchara la conmoción, finalmente pudo ver el interior. Como era de esperar, un viejo esqueleto yacía adentro, vestido con trapos que alguna vez pudieron haber sido ropa fina, y sosteniendo algo presionado contra su pecho, asegurado con esos dedos huesudos de aspecto espeluznante. El objeto que sostenía tan cerca era un cuchillo, o más bien, una daga elaboradamente tallada con una hoja curva y el símbolo de la familia Dimitrescu grabado en el mango. El arma era más pesada de lo esperado, y la hoja casi lo suficientemente larga como para ser considerada una espada corta, pero esto era ... era ... ¿verdad?

De repente, el viento se levantó, soplando nieve hacia la capilla como resultado de que las puertas se abrieron desde afuera, y allí, de pie en el centro de las únicas puertas por las que no necesitaba agacharse para pasar, estaba La propia Alcina. La mujer alta se sacudió la nieve de su sombrero nuevo y su vestido limpio y volvió a cerrar las puertas una vez que estuvo dentro ... antes de agarrar las dos manijas de la puerta y doblarlas. Con sus manos grandes y poderosas, Alcina dobló y retorció los mangos juntos, claramente para evitar que escapara cualquiera que no tuviera tanta fuerza.

"¿Tu naturaleza criminal no conoce límites, Ethan?" Preguntó, aflojando una cuerda de donde estaba atada a la pared para que se bajara una gran lámpara de araña de madera. "Eres un ladrón, un ladrón, has matado a dos de mis hijas, y ahora seduces a la última ... torciendo su pequeño corazón ingenuo para tus propios propósitos ... ¿de qué otra manera podrías haber encontrado este lugar sin su ayuda? "