La mejor droga se llama Amor

1. EL ÚLTIMO DÍA DE MI VIDA

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C A P Í T U L O 1

~El último día de mi vida~

Un saco grande, unos lentes oscuros y un gorro negro, eran mi arma de trabajo, claro, si es que se le puede llamar a esto trabajo.

Con pasos mezclados entre apresurados y calmados, poco a poco me iba acercando a mi próxima víctima, una mujer de unos 27 años, cabello rubio con larga melena, un vestido azul bastante corto a mi parecer, no quiero crear prototipos pero, tenía la faceta de una mujer con bastante dinero.

Esta parte de mi vida es a lo que yo llamo, sobrevivir.

En un movimiento rápido, le quito una de sus pertenencias a esa mujer,—¡Mi bolso!

Sentía las pisadas aceleradas de atrás que me perseguían, un chico alto venía detrás de mi , pero son años de experiencia, no me alcanzará

El tono de voz que utiliza aquel hombre lo he percibido tantas veces, frustración.—¡Vuelve aquí imbécil! ¡Devuelveme el bolso!

No se si llamarlo suerte, experiencia o bendición, pero lo perdí de vista. Tomé un poco de aire y sentandome en el suelo, pude investigar el bolso

Me sorprendí un poco al ver la cantidad de dinero que llevaba esta chica en el bolso —1000 dólares... no está mal— Una sonrisa torcida se forma en mi cara al guardar el dinero en el bolsillo del saco.

Lo demás era irrelevante, maquillaje, perfume y otras cosas sin importancia. Por desgracia, no estaba su teléfono...

En fin, se hacía tarde y era necesario descansar para mañana volver al trabajo...

Con el dinero ganado , compre un pequeño pedazo de queque y una malteada energizante.

Aunque no es el mejor lugar donde "hospedarse", la mayoría de mis noches duermo en un hospital, en el más cercano de hecho, No porque quiera, es complicado de explicar, ya entenderán...

Con un tono bajo e inseguro, escucho la voz de una mujer detrás de la cerca —¿Estás aquí?

Salto la cerca ágilmente para encontrarme a Evelyn de frente—Ya llegué

—Recuérdame por qué hago esto...

—Porque quieres mucho a Alicia— Dije bajando al mismo tono silencioso que ella,—Y también porque me quieres mucho a mi—Trato de suavizar la situación con un tono amigable pero mi plan falla.

—Es en serio... Debes buscar otro lugar donde dormir, podrían despedirme si te ven aquí tan seguido.

—Esta bien, prometo buscar otro lugar donde hospedarme a partir de mañana...— No puedo impedir decir esa oración con pesar en mi voz mientras una sonrisa triste invade mi rostro.

—Entra de una vez, está haciendo frío, ya debes saber donde queda la habitación A18 ¿verdad?

—Claro que si, muchas gracias Evelyn.

Como si no lo supiera

—No hay de que, ahora pasa antes de que te vean

Y así lo hice, me escabullí en los pasillos como todas las noches hasta llegar a la habitación A18