2- Una bienvenida diferente

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Cuándo llegamos al castillo, dejé salir a Crookshanks y fui con Neville a la sala común, él estuvo conmigo todo el tiempo pero me extrañaba mucho que ni Harry ni Ron aparecieran, me comencé a preocupar pero Neville me dijo...

-No te preocupes Hermione, ya sabés como son –con una sonrisa tranquila.

-Tienes razón, creo que soy muy paranoica cuándo se trata de ellos, parecen niños –dije riéndo y rodando los ojos.

Cuándo nos dimos cuenta era hora de la cena, entonces fuimos al Gran comedor.
Ellos ya estaban ahí, comiendo como si nada mientras yo parecía loca sin saber de ellos, fruncí el ceño algo molesta porque no me hayan tomado en cuenta.
Entonces decidí hacer lo que ellos, simplemente pasar e ignorarlos y entonces fui a sentarme junto a Neville a lado izquierdo, de lado derecho estaba Parvati, Seamus estaba en frente de mi junto a Dean y todos comenzamos a platicar de nuestro verano pero ellos me miraban curiosos hasta que Parvati se animó a preguntar.

-Hermione, no quiero que me malinterpretes pero ¿Por qué no estás con Harry y Ron? -dijo algo apenada.

Yo le di una sonrisa tranquilizadora, demostrando que no lo tome a mal y respondí.

-Tranquila, no lo tomaré a mal y respondiendo tu pregunta, realmente no lo sé, ellos han estado raros todo el día conmigo, sólo esperaré a que ellos me digan que sucede, intentaré no presionarlos. –conteste desconcertada.

-Pues tienes razón –dijo Seamus -yo los note muy nerviosos y por momentos te miran y siguen hablando –siguió con el entrecejo levemente fruncido.

Eso me preocupa un poco más, yo no tengo idea de porque se están comportando así conmigo y menos que los tiene tan nervioso que hasta Seamus se diera cuenta que tenía un raro cuchicheo entre ellos sobre mí, esto no me sienta nada bien pero ¿que hago?

Antes de iniciar el banquete de bienvenida, Dumbledore dió su discurso de cada año y mencionó a los prefectos de cada casa, Ron y yo fuimos elegidos prefectos de Gryffindor, luego se presento una nueva profesora, se llama Dolores Umbridge y que tenía una rara obsesión con el rosa, parecía pastel de fresa pero su actitud no era pero nada dulce, dijo cosas totalmente fuera de lugar y daba a demostrar que el ministerio estaba metiendo la nariz por el tema del año pasado, se nota que a nadie le agrado la nueva profesora dejando eso, todo tomo su curso y terminó la cena, todos fuimos a nuestra torre y bueno, yo subí rápidamente a mi habitación que ahora como prefecta tenía una habitación individual, realmente estaba cansada pero mentalmente por la actitud de Ron y Harry, hasta la de Ginny.

Decidí tomar una ducha y relajarme y así, lista ya para dormir, ya mañana arreglaré lo que sea que mis amigos tengan en estos momentos.

En las mazmorras

Draco entraba a su nueva habitación, él junto a Pansy Parkinson fueron elegidos prefectos de Slytherin y ahora cada uno tenía habitación individual aunque a él tampoco le molestaba seguir compartiendo habitación con sus mejores amigos, Blaise Zabini y Theodore Nott pero tampoco se negaría.

Se recostó en su cama boca arriba con la mirada algo perdida por el hilo de sus pensamientos cuándo solto un sonoro suspiró y se paso las manos por la cara en señal de frustración.

Por salazar ¿Por qué rayos me importa tanto lo que pasó? ¿Por qué me importa tanto su reacción? –dijo demasiado frustrado.

Su mirada por momentos volvía a perderse gracias a sus pensamientos, por momentos tenía una mueca de fastidio y por unos segundos sonrió con un toque de ironía plasmada en su rostro.

Ja! Realmente debo de estar loco para sentirme así por ella –dijo con una sonora carcajada -es realmente irónico que siendo yo no quiera que ella sufra con lo que sé, hasta yo sé que lo que sucedió esta completamente mal y peor de dónde viene todo eso.

Sus pensamientos estaban puestos en una sola persona en estos momentos, en esa castaña de ojos marrones que paso observando todo el día y que por su descuidó, en dos ocasiones ella se dió cuenta que él la observaba sin embargo hubo un momento en el que no sabía como sentirse, cuándo por alguna razón se quedaron viendo fijamente una corriente eléctrica paso por su cuerpo pero lo sorprendente fue que aparentemente no fue sólo él, ella también lo sintió y fue cuándo desviaron sus miradas.

-Tengo que relajarme, esto es una locura pero sé que no quiero ella pase eso sola, no sé que me pasa ahora con ella después de lo que me enteré pero no la quiero ver mal aunque sé que será inevitable –dijo Draco de repente -mejor me voy a duchar, parezco al viejo de Dumbledore hablando sólo –y se comenzó a reír como verdadero loco mientras entraba a la ducha.

Cuándo salió, ya más relajado y con los pensamientos más lucidos se dispuso a dormir, acostado miro el techo y como último pensamientos –te voy a ayudar en esto castaña- antes de caer rendido en sus sueños.

Una perspectiva diferente • Dramione •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora