Una perspectiva diferente • Dramione •

4- Un día solitario y otro sorpresivo

Era domingo y las 9 de la mañana, el sol entro por la ventana de Hermione dándole directamente en la cara lo que hizo que despertará, se levanto con cara de fastidió pues no tenía ánimo de nada y todo gracias a sus amigos. Entonces recordó, sus padres volvían hoy a casa así que se dispuso a escribir una carta para ellos.

Tomo pergaminos, pluma y tinta y comenzó.

Queridos mamá y papá

Espero hayan tenido un vuelo tranquilo volviendo a casa, seguramente estarán cansados por todos esos días tan movidos.

Los extraño mucho, extraño abrazarlos y pasar tiempo con ustedes fue un buen verano pero no es igual sin ustedes al igual que ir a la estación King's Cross sin tenerlos a mi lado, sólo espero con ansias las vacaciones de navidad para ir a casa y poder estar los tres nuevamente.

Y dejando eso, llegué bien al castillo, esté será un día diferente, hay una nueva profesora pero esperemos que todo salga bien. Eso es todo por ahora, les escribiré con los días.

Los amo mucho, besos y abrazos.
Hermione.

Terminé la carta, la guarde en un sobre y me dirigí a la lechuceria, cuándo llegué me acerque a una lechuza y le indique a dónde llevarla, la lechuza se perdió en las nubes con la carta para mis padres, realmente los extrañó.

El día paso prácticamente igual que ayer, con la diferencia de que no fui a desayunar al Gran comedor, fui directamente a la cocina del colegio y aunque no me gusta molestar a los elfos, les pedí si me podían preparar algo y así lo hicieron, me lo entregaron y me fui al lago negro a comer y leer nuevamente, así pase el día y me di cuenta que mis amigos no me buscaron en ningún momento ¿Que les hice para que me traten así? Que yo recuerde nada, cuándo me despedí de ellos unos días antes de volver a Hogwarts todo estaba bien.

Ya era de noche cuando yo iba de regreso al castillo, fui directamente a la torre de Gryffindor y luego a mí habitación dónde dormí lo más relajada que pude.

Habitación de Hermione

Desperté radiante y muy tranquila, definitivamente había dormido lo suficientemente y estaba lista para preguntar a mis amigos que les sucede, Harry es como un hermano para mí y Ron, bueno a veces nos llevamos mal, es mi amigo pero me gusta un poco y realmente no los quiero perder a ambos, así que sí, después de todo lo que hemos vivido se me hace muy extraña y confusa la actitud de ambos y hasta de Ginny.
Realmente espero me den una buena respuesta a lo que sucede, sino no dejaré de estar un poco paranoica.

Ya bañada, cambiada y cepillada baje lista con mis cosas para las clases de hoy e ir al Gran comedor para desayunar, en la sala común no había nadie y supuse que ya estaban ahí o simplemente seguían durmiendo ya que yo desperté algo temprano.
Entre al Gran comedor, Harry y Ron todavía no estaban pero Neville si, así que decidí sentarme con él.

-Buenos días Nev, ¿Que tal tu mañana? -le dije con una sonrisa.

-Oh! Buenos días Hermione, pues muy bien, la verdad es un comienzo tranquilo, quizá porque estamos en los primeros días -respondió tranquilo -y tú, ¿Que tal llevas la mañana?

-Realmente desperté muy relajada y tranquila, aunque ahora espero poder hablar con Harry y Ron sobre lo que les pasa -Respondí con una leve sonrisa.

-Ya verás que no es nada malo, ellos te quieren, son mejores amigos y lo que sea que sucede te lo contarán -respondió Neville con una sonrisa tranquilizadora.

-Gracias Nev, realmente me tranquiliza hablar contigo, muchas gracias -dije mientras le daba un rápido abrazo.

-De nada Hermione, para eso son los amigos -dijo con una sonrisa timida. Y me reí para mis adentros por lo tímido que Neville podía ser.

Seguimos desayunado y conversando sobre cómo sería este nuevo año y hasta de la nueva profesora que como dije, a nadie le agrado.
En eso veo que por la puerta entran mis amigos y cuándo me ven dudan en seguir el camino o darse vuelta pero como seguramente el hambre de Ron puede con él, llegaron hasta la mesa y saludaron intentando sonar normales aunque yo no me la creo.

-Hola chicos, buenos días -dije con una leve sonrisa ya que aún me siento extraña por su actitud.

-Hola Hermione, hola Neville -dice Harry algo serio.

-Hola -contesto Ron algo cortante y se sento a comer o bueno, devorar el desayuno.

Realmente esto es extraño así que cansada de esta actitud tan infantil les digo...

-Que les pasa a ustedes dos, desde el viernes en el tren están muy raros conmigo, ¿me quieren explicar que les hice? -Dije con una expresión entre enojo y desconcierto plasmada en mi rostro.

-Nada Hermione, estos días han sido raros pero lo siento si, no queríamos desquitarnos contigo -dice Harry con una sonrisa, se levanta y me da un abrazo.

Ron sólo nos mira de reojo y sigue comiendo, por alguna razón que supongo es que él me gusta un poco que me duele más que él no diga nada.

-Ay! Harry pero estamos los tres juntos en todo, saben que pueden confiar en mí y decirme lo que les pasa -respondí mientras devolvía el abrazó a Harry.

-Lo sabemos Herms pero a veces son temas difíciles de decir pero tranquila que todo esta bien entre nosotros -dijo Harry mientras volvía a sentarse a desayunar.

-Esta bien chicos pero prometan que me dirán lo que les pasa la próxima vez -Dije mirándolos totalmente seria, realmente espero confíen en mí.

-Si Hermione, si pero déjanos desayunar en paz -contesto Ron nuevamente con su mal humor.

Yo simplemente lo mire mal y ya no dije nada, realmente su actitud me cansa pero lo deje pasar, así es él ¿No?

Terminamos de desayunar y nos fuimos a clase, nos tocaba con Slytherin en Defensa contra las artes oscuras y para terminar con la nueva profesora rosa, se que no es correcto que le diga así aunque sea a mi misma pero no podía evitarlo. Llegamos al salón, me senté con Neville ya que bueno, Ron seguía con su mal humor y Harry se había sentado con Dean.

Cuándo entro la profesora lo primero que nos dijo fue...

-Ponganse de pie todos, yo elegiré la pereja de cada uno y será con quién se sienten todo el año -termino de decir con una risita medio rara.

Todos comenzamos a quejarnos pero nos dijo que nos callaramos, todos estamos inconformes por lo que haría, sólo esperaba que no me tocará con nadie tan malo o que no haga nada en clase. Pero cuándo comenzó a unir a las parejas todos estabamos con caras estupefactas.