49- Aceptó, Part II

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-Me alegra que hayas despertado –dijo una melodiosa voz desde un árbol -¿Cómo te sientes?

-Tengo hambre, Luna –gruñí, apretando los dientes -y me duele la maldita espalda.

-Bueno, tienes el campo entero para encontrar algo de comer, luego se irá el dolor pero recuerda que hay un límite y será doloroso si intentas cruzarlo, a parte espero escojas bien–aconsejo Luna, ella estaba feliz de verlo despierto.

-¿Y Paola? ¿Y sí la atacó? –pregunté con una mueca por aguantar la sed -Espera ¿Escoger qué?

Paola era la única de entre todos nosotros que no era Nogvagic ahora.

-Eso no pasará, tenemos todo cubierto –aseguró Luna viendo mis alas -Son lindas.

-Eso no pasará, tenemos todo cubierto –aseguró Luna viendo mis alas -Son lindas

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Vi mis alas pero volví a Luna

-¿Escoger qué, Luna? –insistí aunque me moría de hambre.

-A tu presa, suerte –me dijo tranquila.

-Me voy –dije entre dientes.

-Buen provecho, George –dijo Luna mientras me alejaba corriendo.

-Maldición, esto no está fácil –gruñí desesperado cuándo escuché ruidos cerca de mí y mi hambre comenzó a creer con el aroma que percibí.

Comencé a guiarme por mi olfato, caminando sigilosamente pero el aroma se hacía más fuerte y yo quería correr e hincarle los dientes a lo que sea que olía tan bien pero no fue fácil lo que encontré...
Atados a los árboles, había un ciervo y a dos árboles de distancia había una persona igualmente atada.

Sentí mi sangre hervir y no sabía que hacer, ir por la persona o por el ciervo, me sentí fuerte pero mareado por los aromas que llegaban a mi, cerré los ojos y me concentré pues tenía que escoger cómo me dijo Luna.

Abrí los ojos y fue inevitable, elegí a mi víctima y no me sentí mal por ello, comencé a caminar hacía mi primera comida, se me hacía agua la boca.

-Ayúdame, ayúdame por favor –gritó la persona, ¿Quién es? Ni idea pero luego preguntaré.

-No lo creó –dije sonriente, ví el terror en los ojos de ese pobre hombre antes de lanzarme a su hombro.

Joder, nunca me esperé sentir esta potencia de energía, me sentía aún más fuerte y la hambre se estaba yendo, vagamente podía escuchar al hombre gritar por ayuda pero yo sentía éxtasis y no pensaba soltarlo hasta que tomará la última gota...
En pocos minutos lo sentí desvanecerse y tuve que tomarlo del cuello para seguir bebiendo y murió.

-Uff, buenísimo –dije mientras me saboreaba los labios –¿Dónde estarán los demás?

Me pregunté mientras comenzaba a avanzar con tranquilidad de regreso a la mansión pero paré con otro pensamiento en la mente.

Una perspectiva diferente • Dramione •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora