7- No podía dejarla sola

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Los días pasaron y yo no me habla con Ron ni Harry, es muy triste el comportamiento que ellos están teniendo conmigo, yo no le hice nada y ellos me tratan tan mal. Hoy es 19 de septiembre, mi cumpleaños y quisiera estar junto a mis padres porque acá me siento sola, sé que me llevo muy bien con Neville, George, Fred, Dean y Seamus pero no es igual sin Harry y Ron, así que si duele aunque estos días también han sido diferentes, Malfoy no me trata mal, es amable y bueno tampoco somos grandes amigos pero somos cordiales y nos entendemos muy bien en clases, por lo menos se qué es inteligente, realmente inteligente y me agrada eso.

Tenía hoy nuevamente una rara sensación en el pecho, mi padres no me han escrito ni enviado nada como años anteriores y me preocupa, mis amigos me tratan mal y no estoy con mis padres y no creo que se hayan olvidado de mi cumpleaños, nunca sucedió eso y mejor decido relajarme, quizá la lechuza aún no llega y yo me estoy poniendo paranoica otra vez.
Decidí ducharme y alistarme para bajar al Gran comedor, cuándo terminé tomé mis cosas y salí de mi habitación, en la sala común me miraban raro pero no le tomé importante y seguí mi caminó, cuándo entre al Gran comedor todos se me quedaron viendo y yo me quedé parada sin saber que hacer, sacudí levemente mi cabeza y caminé hasta Neville.

-Hola Nev, buenos días -dije sonriendo.

-Hola Hermione, ¿Te encuentras bien? -dijo con una expresión de tristeza.

-Si Nev, me encuentro bien ¿Por qué? -conteste con una expresión de desconcierto.

-Hermione, no sé como decirte esto -me dijo mientras me abrazó.

-Neville, me estás asustando ¿Que paso? -le dije ya asustada y con una presión en el pecho.

Me estaba comenzando a faltar el aire.

-Esto -señalándome el periódico.

—Tomé el periódico, leí y me sentí mareada—

-¿Dime... dime que es mentira Neville? -dije con lágrimas en los ojos.

-Lo siento mucho Hermione -me decía Neville abrazándome mientras lloraban, todos en el Gran comedor me veían.

Era un silencio horrible en el gran comedor.

-Y-yo... yo me tengo que ir, n-no puedo estar aquí, quiero estar sola -y salí corriendo, dejando caer el periódico cuándo choqué con Draco en la puerta del Gran comedor con todas las miradas puestas en mi.

-Draco levanto el periódico y decía-

Masacre en las calles de Londres

Hoy 19 de septiembre les traemos la noticia de la muerte de los padres muggle de una estudiante de Hogwarts, la estudiante Hermione Granger.

Los padres fueron encontrados muertos fuera de su casa en un vecindario muggle con signos de tortura de forma grotesca y demostrando que desde hace meses es que se encontraban fallecidos por la descomposición de los cuerpos.

Lo cuerpo están siendo investigados ya que fueron torturados con magia y no de modo muggle, estamos en la espera de nuevos resultados para esta noticia.

Ahora la pregunta es: ¿Quién fue y por qué?
¿Era para dañar a la señorita Granger? O ¿Fue la señorita Granger la que se deshizo de sus padres?

Su reportera favorita para el profeta:
Rita Skeeter.

Cuándo Draco leyó eso se puso pálido.

Dió la vuelta y salió tras Hermione, tenía que encontrala, no podía dejarla sola en esto y menos sabiendo quiénes fueron los asesinos de sus padres, no, él no podía dejarla sola.

Siguió buscando pensando en dónde podría estar, recordando lugares tranquilos de Hogwarts llego hasta la torre de astronomía y sí, ahí estaba ella, llorando aferrándose al barandal y si se hacía un poco para adelante podría caer entonces él se acercó y la abrazó.

-Lo siento -le dije a la castaña.

-M-Malfoy -dijo con la voz quebrada y volteó a verme. Me abrazó y lloró sonoramente, realmente era desgarrador y entonces la abracé más fuerte.

-¿P-por qué M-Malfoy? ¿Por q-qué ell-os? -me dijo entre cortadamente por el llanto

-No lo sé, no sé porque lo habrán hecho, sé que no lo merecían -le respondí suavemente aunque yo tenía un nudo en la garganta y una rabia por matar a los responsables de que ella este así.

-¿Y ahora que haré? Estoy sola -decía mientras respiraba pero las lágrimas no dejaban de caer.

-No estás sola, nunca estarás sola -conteste mientras la abrazaba nuevamente más fuerte.

-Si lo estoy, mis padres no están y mis mejores amigos me odian y no sé porque, claro que estoy sola -dijo con lágrimas más gruesas empapando su rostro.

Realmente me lastimaba verla así, duele ver que la chica fiera que se enfrenta a mí está ahora desconsolada, yo la he tratado mal pero sé que ella no merece nada de lo que le sucede.

-Mírame -le dije y ella lentamente levantó el rostro -no estás sola, quizá no soy yo quien tu esperabas pero yo estoy aquí y no estás sola, no te dejaré sola -nos mirábamos a los ojos.

Ella me miraba, no decía nada, estaba como en transe, analizando lo que le dije pero reaccionó luego de unos minutos y lo que hizo me tranquilo.

-Gracias, gracias por estar acá -dijo mientras me abrazó lo más fuerte que pudo.

Realmente quería que parará de llorar pero sabía que ahora eso sería imposible, se qué ella en estos momentos está inestable y no sólo por lo de sus padres, sino por los ineptos de sus amiguitos, malditos idiotas.
Así estuvimos un largo tiempo, abrazados mientras ella lloraba y yo le acariciaba el cabello que era realmente suave, lo que realmente nunca imaginé.

-¿Quieres que te llevé a tu habitación? -le dije suavemente con mi boca pegada a su cabello

-No quiero ir allá, aún no y me siento bien aquí -dijo negando mientras me abrazó nuevamente más fuerte.

-Tienes que comer algo, vamos a la cocina ¿Si? -conteste preocupado, pues estaba asi ya que ella podía desmayarse por todo lo que pasaba y ella sin comer.

-Esta bien, sólo porque si tengo hambre -dijo con una leve muy leve sonrisa.

-Eso es bueno -dije mientras nos levantábamos, cabe aclarar que yo la levante junto conmigo ya que ella no me dejaba de abrazar.

Cuándo íbamos bajando pensé en que si a ella no le iba a importar que nos vieran juntos pero en vista de que no me soltaba lo deje en el olvido y así seguimos caminando, abrazados por los pasillos de Hogwarts.
Cuándo llegamos a la cocina pedimos algo para comer a los elfos y aunque note que no le gustaba ser atendida así lo acepto y amablemente nos lo dieron luego de unos minutos, comimos tranquilamente pues ella ya había dejado de llorar al menos por ahora.

Una perspectiva diferente • Dramione •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora