Una perspectiva diferente • Dramione •

17- ¡Cállate imbécil!

Por los pasillos de Hogwarts, un pelirrojo enojado buscaba a su hermana y mejor amigo para contarles lo que paso con la estúpida de la sangre sucia, ¿Cómo se atrevía ella a tratarlo así? Le haría pagar a Hermione el trato sucio que le dió, disfrutaría verla en su miseria.

Pero de algo tienen la culpa Harry y Ginny, de no aceptar decirle ya que no la queremos y nunca la quisimos, que si estaba con nosotros era por conveniencia pero claro, aún la necesitamos y tendré que seguir aguantando su estúpida cara hasta terminar con el señor oscuro, la necesitamos ahora más que nunca que la profesora rosa no quiere darnos clases con hechizos.

-¡Joder! ¿Por qué me pasa esto a mí? -grité frustrado.

-Uy, miren al pobretón, ¿Dónde dejaste a tus amigos comadreja? -le dijo una voz que odia con su vida, Malfoy.

-Vete a la mierda Malfoy -le grité.

-Dame la dirección de tu pocilga, sino no sabré llegar a la mierda -contesto soltando una carcajada.

-Maldito desgraciado, te voy a ver caer muy pronto -grité mientras me acercaba.

-Si claro, pobretón eres tan ignorante que no creo que puedas hacer nada y menos contra mí -dijo con burla.

-Soy muy inteligente, podría derrotarte cuándo quisiera y sin el dinero de tu papi -le dije con seguridad y una sonrisa.

Y la sonrisa se me borró cuándo lo vi reír, parecía que iba a morir de la risa y eso me enojo más que nunca, tenía ganas de matarlo.

-¿De que te ríes Malfoy? -dije con asco.

-De las estupideces que dices weasel -logró decir después de calmar su risa.

-Yo no digo estupideces, aquí el único de decir eso eres tú -le dije seguramente rojo de la ira.

-A ver ignorante, te dejaré claro dos cosas, primero es que de inteligente no tienes nada y como dije aquél día, tú estás en quinto año gracias a Granger, sólo eres un estúpido que traga cuál cerdo sin el más mínimo de modales, ni para comer sirves y segundo es que deberías de respetarme, recuerda respetar a tus superiores pobretón porque tu dices del dinero de mi padre, ¡Ja! Ya quisieras tu tener los millones que tiene la familia Malfoy Black pero eres un pobretón que no tiene la mínima de gracia y siempre será el segundo en todo lo que intente hacer, no quieras intimidarme estúpido porque te recuerdo que desde que llegamos a Hogwarts tu siempre ocupaste tu lugar y yo el mío, tu en el piso y yo siendo el príncipe, así que deja de dar pena por los pasillos que no asustas a nadie -terminó de decir el maldito mientras se daba la vuelta para irse.

Cuándo salí de mi shock para hechizarlo el imbécil ya no estaba, ya se había marchado mientras yo tenía unas inmensas ganas de borrarle esa sonrisa que carga a todos lados, siempre con esa sonrisa de que domina el mundo pero se la borraré, cómo que me llamo Ronald Billius Weasley Prewett que le borraré ess maldita sonrisa.

Seguí caminando en busca de mis objetivos, Harry y Ginny, los encontré por fin en el lago negro comiendo, llegué hasta ellos y me senté.

-¿Y ahora que te paso Ron? -preguntó mi hermana viéndome.

-Dos basuras, la sangre sucia y soy Draco maldito Malfoy -dije con asco.

-¿Estaban juntos otra vez? -preguntó nuevamente Ginny.

-No, al menos eso no pero cuándo fui a buscar a Hermione estaba en la sala común como si nada y riendo con los demás -dije frunciendo el entrecejo fuertemente -y luego cuándo me fui de ahí, después de que ella dijera que no me debe explicaciones me encontré con Malfoy y se comenzó a reír y decir sus estupideces de mí -terminé diciendo más enojado.

-Bueno pero Ron, ¿Que le dijiste a Hermione para que te contestará así? -preguntó Harry.

Harry conocía a Ron para saber que Hermione contesto así por algo que él hizo.

-Pues sólo le pregunté dónde estaba y la muy estúpida me respondió eso -respondí con fastidió.

-Ron, debes dejar de tratarla así o no podremos seguir con el plan la necesitamos para terminar por fin con Voldemort, ya después nos deshacemos de ella y listo pero tienes que fingir -me dijo Harry tranquilamente.

-Ya sé pero sólo verla me fastidia, antes la soportaba más pero el que pasará todo el verano en casa hizo que terminará de detestarla, ¿porque teníamos nosotros que aguantarla mientras se deshacían de sus padres? -pregunté con asco.

-¡CÁLLATE IMBÉCIL! -gritó Ginny.

Joder, no me di cuenta que dije eso en alto y por suerte nadie pasaba por ahí sino hubieran escuchado todo.

-Lo siento, lo siento pero me quieren responder -pregunté otra vez.

-No lo sabemos Ron, Dumbledore dijo que teníamos que hacerlo y más ahora que ya se enteró de la muerte de ellos, teníamos que apoyarla, deja de tratarla mal, tenemos que fingir ser como antes -me contesta Harry.

Yo no quiero ser como antes con ella, la veo y no la quiero cerca, por mi como si se muere mejor.

-Además Ron, te puedes divertir con ella -Habló Ginny.

-¿A que te refieres? -pregunté alzando la ceja.

-Que a ella le gustas, se nota, llévatela a la cama así se le quita lo mojigata y de paso te diviertes -contestó Ginny.

Tanto Harry y yo estábamos sorprendidos, ¿Yo le gusto a esa?

-¿Por qué dices que yo le gustó? -pregunté mirándola.

-Fuiste muy ciego, desde verano vi como te veía aunque espero que te perdoné lo estúpido que fuiste, además si la tienes contigo es más fácil manipularla -contestó Ginny sonriendo maliciosamente.

-Creo que en eso tienes razón, será difícil encontrarle algo bueno en el cuerpo pero hay que intentarlo ¿No? -dije riendo.

-Bueno bueno, entonces hay que volver a acercarnos y que ella nos ayude con los hechizos que no nos están enseñando aunque creo que no nos será nada fácil convencerla esta vez -dijo Harry preocupado.

-Tranquila Harry, esa estúpida caerá nuevamente -le dije para tranquilizarlo.

Y así siguieron hablando de sus planes, lo que ninguno se percató es que cuándo Ron peleaba con Malfoy una linda rubia con mirada soñadora se sentó cerca de ellos, atrás de los arbustos y escuchó cada palabra que dijeron.
Le dolió por su amiga pero ella no lo permitiría, tenía que hablar con alguien de eso, y ese alguien es el chico rubio platino.