Familia Jeon - JK

Happy ending

—Cálmate—dijo Seonul.

—¿Cómo voy a estar calmada?

Cerré la última caja de mis pertenencias.

—Jungkook ha ido ya al orfanato a por los peques ...¿Sabes lo terrible que fue firmar tantos papeles? Fue un infierno—dije cargando un par de cajas.

—Y agreguemos que ni siquiera viste la casa, es una sorpresa según él.

—Me sorprende que me dejaran mudarme también—dije saliendo por la puerta.

Abajo ya estaba el camión de mudanzas que al parecer Jungkook se había encargado de contratar. Ese chico actuaba clandestinamente todo el tiempo.

—¿Estás segura de lo que haces?

—Segurísima—dije metiendo las cajas que yo traía—Deja de preocuparte por mí.

—¿Cómo no hacerlo? No lleváis ni un año juntos.

—Seonul, créeme, va a salir todo perfectamente. Ya verás.

Me senté en el bordillo exhausta de llevar las cajas.

—No te olvides de nosotros.

—Me voy de casa, no de ciudad—destaqué sacándole una sonrisa.

—Te vas de casa, a una universidad, tendrás niños que cuidar y además ayudarás a Jungkook en su ocupada vida...

—Calma, sabrás donde vivo y creo recordar que eres mi mejor amigo. Obviamente acabaré quedando contigo para contarte lo estresada que estoy.

Estaba nerviosa, eran muchos cambios de un golpe y yo no estaba exactamente preparada para ellos. Jungkook parecía acostumbrado a tener cambios constantes en su vida, pero yo no. El único cambio era el de casa de mis padres a la de mi tía.

Mi teléfono vibró recordándome la alarma que me había puesto. Me levanté de un salto y me despedí de Seonul, tenía una reunión pendiente.

Entré a la cafetería de un golpe asustando a la mayoría que allí estaba. Me senté junto a mi acompañante y suspiré con fuerza.

—Más te vale que no sea una perdida de tiempo.

—No lo será.

Sonrió ladinamente y me enseñó unas carpetas. Las abrí y sonreí al ver como les iba a el resto que vivió en la casa de Jungkook. Los adolescentes fueron acogidos por una familia que se dedicaba a cuidar a aquellos demasiado grandes y que rara vez les adoptaban. Iban al instituto y no se metían en tantos líos, los más mayores consiguieron trabajos y las ancianas trabajaban en un comedor social.

—Gracias Taehyung, supongo que no eres tan desagradable—dije guardando las hojas en la carpeta de nuevo.

—Soy un idiota, pude tener un gran amigo y acabé solo.

—No me agradas, pero llámame si te surge algo urgente. Puedes contar conmigo para ese tipo de cosas.

Me levanté tras una reverencia y me dirigí a la parada de bus. Mi nueva casita me esperaba y no podía esperar a verla.

~~~

—Cierra los ojos—dijo Jungkook tapándome los ojos.

—¿Nosotros también papi?

—Vosotros también—dijo a los tres pequeños.

Escuché la puerta abrirse y luego la mano de Jungkook tirando de mí hacia dentro.

Él mismo se había encargado de ordenar la casa y la mayoría de las cajas que ambos traíamos; quería sorprenderme.

—Vale...—soltó mi mano.