Familia Jeon - JK

Bussines Man

Jungkook había estado realmente ocupado con el tema de las empresas. Casi ni le veía en el instituto o en casa de mi tía. Había comenzado a dormir en la habitación que le prestó mi tía ya que en la noche al menos podía sentir sus brazos rodearme para dormir.

De vez en cuando me llamaba, pero ganas de ir a buscarlo a sus empresas no me faltaban. Una semana sin verlo en condiciones no era problema, la cosa era que llevaba mes y medio sin saber de él como se debe.

—¿Irás a buscarlo de verdad?

—Acabamos el curso en dos días y llevo sin verlo semanas—dije haciendo un puchero.

Seonul revolvió mi cabello el cual me había teñido y cortado hacía poco. Para ser más específicos hice una apuesta con Daesung y Jimin, perdí y por ello tuve que cortarme el pelo sobre los hombros y además teñirme las puntas, en este caso de azul.

—¿Es cierto lo de las noticias?—preguntó Jimin entrando a mi clase la cual estaba vacía porque no había profesor y la mayoría estaba en el patio por eso.

Miré su móvil sorprendiéndome.

—Jungkook realmente es el nuevo heredero de las empresas Jeon y echó a su padre de todas. Es tendencia en todas las redes, es modelo y dueño de la mayoría de las empresas Jeon. Literalmente es millonario, guapo y talentoso—gritó Sunni señalando las noticias que salían en Google sobre él.

Sonreí al ver una foto en la que estrechaba manos con su hermano, Dongjoon. Me levanté de la silla dispuesta a buscarlo.

—Dale a última hora—dije recogiendo todas mis cosas confundiendo a mi mejor amigo.

—Eh, reunión financiera que deparará el futuro de las empresas de cadenas de televisión—dijo Jimin.

—Cadena Jeon, allá voy—dije llevándome la mochila a la espalda.

No sabía ni siquiera como narices se iba allí, solo quería verlo lo antes posible. Busqué en Google rezando para que no estuviera realmente lejos de donde me encontraba. Escaparme del instituto había sido realmente fácil, pero al parecer la media hora en autobús no me lo quitaba nadie.

Bajé del bus buscando la calle por la que debía girar para encontrar la empresa de mi pareja. Solo tuve que girar la cabeza hacia la izquierda para ver una ola de periodistas y fotógrafos en la puerta de un edificio lujoso, debía ser allí. Me puse el cubrebocas que me recomendó usar Seonul y anduve hacia la puerta escuchando la voz de alguien que conocía a la perfección.

—Hermano espera.

Vi la cabellera de Dongjoon andar hacia el interior, Jungkook debía estar allí. Me escabullí bajo las piernas de la gente y salí rodando al pasillo que los guardias habían conseguido formar del coche a la entrada.

—Usted no puede estar ahí, ¡Seguridad!

Los hermanos Jeon miraron en nuestra dirección cuando el guardia gritó aquello. Otro par de guardias salieron apresurados acercándose a mí.

—Esperen.

Jungkook rió andando en mi dirección. El traje negro le estaba como anillo al dedo, la corbata estaba algo torcida y su pelo había crecido casi tanto como cuando lo conocí. Debía cortárselo antes de que pareciera un emo.

—¿Qué haces aquí, linda?

Me ofreció la mano para levantarme y así hice. Me sacudí los vaqueros rotos negros que llevaba puestos y me coloqué la camiseta color lila que había robado de su armario.

—Te extrañé—dije abrazando frente a las cámaras a Jungkook.

Este acarició mi espalda y apoyó su cabeza sobre la mía.