[Precuela de The Queen & The Prince] Los recuerdos de ambas almas destinadas a estar juntas antes del deselance final; una relación que tardó siete años en construirse y que durará hasta más allá de la eternidad.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Todo lo que conocía se desvaneció en un doloroso parpadear. Habían puesto a los muertos en una hilera en medio del comedor, pero no reconoció a muchas personas mientras avanzaba sintiéndose intimidada. Apenas podía respirar sintiéndose devastada.
Estaba cubierta de sangre cuando admiró fijamente un hecho que rompió su corazón. Sintió náuseas y vértigo cuando la habitación pronto comenzó a empequeñecerse. Olvidando formalidades o siquiera autorización para aproximarse, Cordelia avanzó estremeciéndose hacia el cadáver de una persona que nunca mereció morir.
— No, tú no. Tú no puedes estar muerta. —sus ojos volvieron a llenarse de lágrimas amargas; pronto sujetó entre sus manos el hermoso rostro de su amiga—. Theresa, tú no puedes estar muerta porque te quedaba mucho por vivir...
Su voz se fragmentó en miles de pedazos, entonces tan solo consiguió tumbarse sobre su pecho derramando amargas lágrimas, musitando que sentía haberle causado tanto daño. Lloró amargamente haber herido a Theresa Nott.
— Perdóname. Perdóname. Perdóname. —musitaba aferrándose a su cuerpo—. Yo debí haber muerto, no tú. Tenías tantas cosas esperando por ti... durante años siempre pensé que únicamente tú sobrevivirías en esta maldita guerra.
— Murió demostrando muchas cosas. Theresa Nott fue una verdadera heroína. —Bill Weasley tranquilamente habló sobre su hombro.
— He sido yo quien la ha asesinado, porque ella nunca debió haber estado aquí. —sollozó sintiéndose miserable—. Amaba a Fred y quería estar con él.
Lloró hasta quedarse sin lágrimas, desgarró su garganta hasta que no pudo lamentarse más simplemente aceptando que perdió a muchas personas. Dedicó unas últimas caricias al tranquilo semblante de Theresa incorporándose del suelo.
Se pondría su armadura demostrando qué tan fuerte sería, manteniéndose imparable armándose de valentía y conociendo finalmente fantasmas que le acompañarían durante esa última batalla. Vengaría a todos los caídos.
Ganaría cada maldito enfrentamiento.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
