Capítulo 5

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Viaje familiar. Primera parte.

Ya ha pasado una semana desde que celebre con Izuku su cumpleaños, aunque al principio no fue todo sonrisas, el final fue hermoso. Esa noche Izuku y yo nos unimos nuevamente, como lo digo sin que suene pervertido...toda esa pasión, mis caderas, sentí que se movían en cámara lenta...

Izuku: Kyouka, Kyouka. Deja de andar en las nubes – le pellizco la nariz a su pareja.

Kyouka: I-Izuku, perdón. Estaba pensando algo, jejeje – rio nerviosa.

Izuku: ¿y en qué pensabas? No será que piensas comer pudin toda la noche, ¿verdad?

Ambos jóvenes estaban en la sala común. Eran las siete de la noche.

Kyouka: n-no, claro que no – dijo avergonzada – lo de hace dos noches solo fue un antojo, ¿estamos de acuerdo?

Izuku: si claro, un antojo. Suenas como una mujer embarazada cuando dices esa escusa.

Kyouka: pero es la verdad, hump – hiso un puchero – pero no es como si tú pudieras entender los sentimientos de una dama.

Izuku: ¿no me digas que te hice enojar? – abrazo a la chica.

Kyouka: ¿que? No. Sabes, olvidemos está conversación – se puso de pie – Izuku tengo hambre, preparemos algo.

Izuku: ¿otra vez tienes hambre? Hace ya una hora que cenamos.

Kyouka: pero ya tengo hambre otra vez, ¿Qué quieres que haga?

Izuku: decidido, mañana iremos a un hospital para ver si estás embarazada.

Kyouka: no digas estupideces, tonto. Solo hemos tenido relaciones dos veces y hemos usado protección.

Izuku: ¿pero y si uno de los condones estaba roto?

Kyouka: claro que no, uno se da cuenta si esas cosas están rotas y te das cuenta cuando tu cuerpo no actúa como siempre.

Izuku: ¿segura?

Kyouka: segurísima, además, yo solo quiero comer, no es un antojo.

Izuku solo suspiró.

Izuku está bien, pero si veo algún síntoma extraño en ti, inmediatamente te llevaré a un hospital.

Kyouka: ya olvida el tema, Izuku.

Ambos se adentraron a la cocina.

Kyouka: tonto, ¿cómo puedes pensar que estoy embarazada? ... Aun no es el momento para eso – susurró.

Pero Izuku oyó eso y abrazó a Kyouka por la espalda.

Izuku: no necesitas decir esas cosas en voz baja, siempre puedes compartir tus sentimientos conmigo.

Kyouka: ya lo sé – suspiró aliviada – como me alegro de haberme enamorado de ti – decía mientras sacaba los utensilios de cocina.

Izuku: y yo me alegro de haberme enamorado de ti.

Kyouka: pero recuerda quien fue que se enamoró primero – hiso un puchero.

Izuku: ya lo sé, fuiste tú, mí preciosa Kyouka-chan. Si que soy afortunado.

En eso llegó nuestro querido grupo de chicas.

Tooru: ni para cocinar se separan, si que se quieren.

Kyouka: no lo digas así, ¿acaso quieres que Izuku se avergüence?

Izuku: t-tonta, y-yo no me avergüenzo – se separó de Kyouka. Estaba tan rojo como un tomate.

BNHA - a future together.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora