8| 𝙳𝚎𝚏𝚒𝚗𝚒𝚝𝚒𝚟𝚊𝚖𝚎𝚗𝚝𝚎 𝙽𝚘 𝙵𝚞𝚎 𝚄𝚗 "𝚃𝚎 𝚊𝚖𝚘"

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La cabeza me dolía con tan sólo hacer el intento de abrir los ojos. Las náuseas eran horribles y para mi jodida suerte, no tenía ni idea de dónde estaba pero esta no era mi cama.

«Debes dejar de beber así, Kagami. O cometerás un error horrible estos días.»

Me senté sobre esas suaves sábanas y pude notar bien dónde estaba. Era la habitación de Luka.

Asustada, miré mi cuerpo y suspiré aliviada. Estaba vestida así que todo en orden.

Bueno, una pequeña parte de mí, algo decepcionada.

No tenía memoria de nada desde que Luka fue llamado al escenario para cantar con la banda. Recordaba—de manera borrosa— estar bailando mientras bebía todo lo que los camareros me ofrecían. Después de eso, NO HABÍA ABSOLUTAMENTE NADA.

Salí de la cama con pesadez y fui al baño a tratar de despertarme con un poco de agua fría sobre la cara.

—Me duele la cabeza...—me quejé saliendo otra vez hacia la habitación. Me quedé en mi lugar al ver a Luka, muy serio, sentado sobre la cama— Luka.

— Ten.— Extendió un vaso de agua y una pastilla.

—Gracias.

Me la tomé y no pude evitar ver la seriedad en su rostro. También, algo de tristeza. ¿Hice algo malo anoche? ¿Lo hice sentir mal? ¿Le causé problemas?

—¿Todo bien?—él me miró y asintió—Creo que ya debería irme entonces.

— Kagami, ¿podemos hablar?

—Claro.

Mi pecho se llenó de angustia al ver cómo apuntaba con la vista un lugar a su lado. En silencio, tomé asiento en la cama.

Si había algo que podría ser de lo peor, era que te regañen por algo que no sabes que hiciste.

—Kag, ¿estás bien?

—¿Por qué preguntas algo como eso? Claro que estoy bien, ahora con algo de resaca pero bien.—solté una risita para aligerar el ambiente pesado entre ambos.

Desde que conocí a Luka, jamás me había sentido así de incómoda a su lado. Nunca, porque él era de las personas que te infunden confianza con tan sólo el brillo de sus ojos.

—¿Recuerdas algo de anoche?—volvió a preguntar. Su mirada clavada en un punto muerto del piso me daba la impresión que evitaba verme; provocó una punzada en mi pecho.

«¡Recuerda, Kagami! ¿Qué hiciste para que él esté así?»

—Amh... recuerdo que llegamos a la fiesta. Que bailamos un poco y luego subiste al escenario a tocar con la banda...—mordí mi labio inferior rogando recordar. Así al menos pediría una disculpa detallada por mis errores— Recuerdo que los tragos estaba deliciosos y tú también.—me miró con los ojos abiertos por primera vez en largo rato— ¡NO! ¡O... O sea, que estuviste increíble en el escenario! Pero no recuerdo más.

Bajé la mirada, ruborizada.  Él también volvió su mirada al mismo punto vacío y suspiró.

— Me preocupaste anoche.—musitó— Lloraste inconsolable en la parte trasera de mi auto cuando estábamos de regreso. Yo...quiero que sepas, y no me cansaré de repetirlo, que puedes contar conmigo para todo. Puedes decírmelo todo.

«No puedo.»

Pensé. No podía porque Luka me gustaba. Y estoy casi segura—aunque no tenía ni la más mínima idea de lo que había hecho anoche— que lloré por el peso de todos los secretos que guardo en mí. Por mi vida que no es mía. Por mi destino cruel y que estaba sellado desde hace siete años.

Cruel Summer | LUKAGAMI| AU MLB Donde viven las historias. Descúbrelo ahora