01. Cállate Perra;

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¿Desde cuando había pasado aquello?; no estaba seguro, pero desde que había comenzado a tener una relación con Mikey, todo por lo qué creía que merecía la pena vivir, todo por lo qué había luchado, se había esfumado. Y aún así, volvía como animal y mascota a su dueño. Volvía al punto sin retorno.

-- [ https://youtu.be/MpRDj4dG-zU  ] --

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Por qué eso era;  una simple mascota para la persona que ama.

Buenos días Mikey-kun. ⸻ había pronunciado intentando no despertar de forma brusca al susodicho que dormía plácidamente a su lado.

Había hecho el desayuno, pese a las innumerables magulladuras que tenía en las muñecas de la noche anterior, y de días atrás. En realidad Mikey solo se comportaba así, cuando se ponía celoso de algo, o por consiguiente, tenía esa necesidad insana de marcarle de alguna forma como suyo, pese a que ya lo era. Un acto reflejo de sus instintos más oscuros, que sabía que el chico de hebras blancas, poseía.

<< acostumbrate>> era lo que se decía así mismo, pese a qué no sabía,; ¿estaba bien?, sabía que aquello, de alguna forma era amor. Pero ¿era sano?. ¿o insano?; todavía estaba aprendiendo a convivir con él, darse tiempo de pensar aquello, era lo que Takemichi necesitaba.


⸻.....Michi...¿porqué me despiertas tan ...?⸻ apenas pudo hablar algo cuando vio aquél rostro, aún tenía sus marcas de la noche anterior, y no pudo sentirse más .....caluroso entonces, nuevamente decidió agarrar a Takemichi del cuello, de ese bonito regalo que le había hecho, pese a que probablemente le haría daño de nuevo, tiró y lo colocó por debajo de él.


Cállate perra. ¿Cuántas veces te he dicho que esa no es forma de tratar a tu dueño cuando se despierta?⸻ le indicó en un ademán mostrando una sonrisa prácticamente ángelical, acto seguido, se bajó los pantalones y colocó el comienzo de su glande sobre la boca del azabache.


Ahora come, es hora del desayuno y debes tener hambre. ⸻ acarició los cabellos suaves y lacios de Hanagaki, y esperó hasta que el contrario se llevó su polla a la boca, pero no fue suficiente lo embistió contra su garganta, haciendo que este se atragante, una y otra, y otra vez, deseando que ni si quiera sea capaz de respirar, provocándole arcadas. 

Hasta que decidió salir de la boca impropia y comenzó a masturbarse él mismo. 

Abre bien la boca, perrito. ⸻ en pocos minutos eyaculó su semén dentro de la boca del que era su esclavo, porqué así es como le trataba y quería que fuera consciente, a quién pertenecía. Jadeó extasiado, hasta que el contrario tragó su semen, se limitó a sonreír y comenzó a dejar besos por su cuello, acariciando el cuerpo tan delgado del contrario.


Buen chico. Hoy te daré lo que gustes como recompensa. Y tienes que comer, no puedo hacerte más marcas hasta en unas semanas. ⸻ indicó dejando besos sobre las mismas, lamidas, pese a ser bastante bestia, Manjiro, sabía que debía cuidar a su esclavo, hacerle sentir bien y por supuesto; hacerle descansar para que no se sienta tan perturbado.

Incluso siente que a veces, se tomen un tiempo de distancia por días, le hará sentirse mejor, o notar su falta, en el caso de Sano, que irremediablemente está obsesionado con Takemichi, no puede estar sin su pequeña mascota, por más de veinti cuatro horas. Si está dos días sin él, siente que el mundo se le viene encima.

Por supuesto...lo qué no sabe, es qué por culpa de aquellas marcas, algo nuevo está apunto de pasar.


Se levantó de la cama, y llevó a Takemichi en brazos hasta el sofá, le colocó allí y él mismo sirvió el desayuno en cuencos diferentes, se sentó y comenzó a darle de comer.

Tienes que limpiarte antes de salir de casa. Hoy no estaré en todo el día, tengo asuntos que atender. ⸻ Manjiro, era el jefe de una banda mafiosa, en cambio Takemichi, era un simple dependiente de una tienda de videoconsolas y a veces trabajaba para otros amigos, algunas chapuzas que le ayudaban a ganar dinero, actualmente convivían juntos, pero Hanagaki, tenía otro piso en otra zona más humilde de la ciudad.


Yo iré a trabajar. Y volveré a mi piso por un par de días, si te parece bien. ⸻ aquellas palabras no le parecieron malas, al menos no al principio, pero podía entender que su pareja, necesitará descansar. Así qué; simplemente asintió.


Bien. Procura cuidarte, no quiero que nada malo te ocurra en mi ausencia. Puedes quedarte aquí, el tiempo que necesites. ⸻ le indicó dejando un tierno beso en sus labios, suspirando contra los mismos, y apretó un poco el collar de perro que tenía cuando estaban a solas, para aprisionar un poco más sus labios, dejando un mordisco después.


Te echaré de menos. ⸻ susurró en un pequeño ademán Mikey y luego terminó su desayuno, para agarrar un par de cosas, antes de irse. 

Acto seguido, Hanagaki, dejó el cuenco sobre la mesa y inmediatamente corrió al baño, comenzó a vomitar. Se sentía marcado, sucio, violado en todos los sentidos, aquello le dolía, ¿porqué había aceptado salir con aquél tipo tiempo atrás?. 


Él lo amaba, si. Pero, la situación, estaba fuera de control, necesitaba darle aquello otra dirección. No quería seguir siendo solamente eso; un simple esclavo, que cumple las necesidades de una persona, un perro. ...





{𝓣𝓮𝓮𝓽𝓱  } 𝙈𝘼𝙄𝙏𝘼𝙆𝙀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora