𝗡𝗮𝘁𝗮𝗹𝗶𝗮 𝗦𝗮𝗹𝗮𝘀 ─ [ 𝐇𝐨𝐠𝐰𝐚𝐫𝐭𝐬 𝐌𝐲𝐬𝐭𝐞𝐫𝐲 ➛ 𝓟𝓪𝓻𝓽𝓮 2 ]

Capítulo 16: El equilibrio

Multimedia: Charlie Weasley (Charlie Heaton)

Natalia estaba en la sala común de Gryffindor, sentada en el sillón frente a la chimenea. Movía la pierna con nerviosismo mientras se mordía las uñas y vigilaba cada cinco segundos si alguien bajaba por las escaleras de los dormitorios.

Bajaron varios estudiantes que ignoraban la presencia de la rubia o que simplemente la miraban y continuaban su camino hacia, probablemente, el gran comedor. Ninguna de las personas que bajaba las escaleras era el estudiante que Natalia esperaba con ansias.

Natalia: ¡Charlie!

El mencionado se sorprendió de la llamada de la chica, pues se preguntaba qué necesitaba de él a tan temprana hora de la mañana.

Natalia: Necesito hablar con Torvus para continuar con la búsqueda de mi hermano, de la bóveda y salvar a Beatrice.

Charlie: —confundido— ¿Por qué? ¿Y por qué me necesitas a mí para ello?

Natalia: —con obviedad— Porque tú conoces el bosque prohibido y a Torvus mejor que nadie en esta escuela. —frunció el ceño levemente pensativa— Bueno, tal vez Hagrid...

Charlie: Está bien, Natalia. Te acompañaré al bosque prohibido.

Natalia: Gracias, Charlie.

La chica le dio un amistoso abrazo al pelirrojo y éste no pudo evitar coger una gran bocanada de aire al recibirlo. Cerró los ojos y aspiró el dulce aroma del perfume de la rubia.

Cuando se separaron, Charlie realizó un movimiento de cabeza para indicar que debían emprender el camino.

Primero, se dirigieron a donde Hooch guardaba todas las escobas que se utilizaban para realizar las clases de vuelo. Cogieron una cada uno y caminaron por los terrenos exteriores de Hogwarts para acercarse lo máximo posible a la entrada del bosque prohibido.

Charlie: Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que vi a Torvus, espero que siga bien.

Hagrid: ¡Natalia! ¡Charlie!

Natalia: —nerviosa— ¡No vamos al bosque prohibido!

Natalia alzó las manos rápidamente y dejó caer la escoba en el suelo. Luego, cerró los ojos para maldecir en sus adentros, pues era consciente de que acababa de delatarse ella sola. Charlie no pudo evitar mirarla con una ceja alzada, confundido por esa reacción por parte de la chica.

Hagrid: —con seriedad— Venid rápido a mi cabaña. Necesito deciros algo.

El semigigante se adentró en su cabaña y los dos Gryffindors se miraron entre sí un tanto confundidos, pero no dudaron en obedecer al mayor y entrar en la cabaña.

Hagrid: Gracias por venir, Natalia.

Natalia: ¿Está todo bien, Hagrid? Pareces nervioso.

Charlie: ¿Ahora qué se ha comido Fang?