𝗡𝗮𝘁𝗮𝗹𝗶𝗮 𝗦𝗮𝗹𝗮𝘀 ─ [ 𝐇𝐨𝐠𝐰𝐚𝐫𝐭𝐬 𝐌𝐲𝐬𝐭𝐞𝐫𝐲 ➛ 𝓟𝓪𝓻𝓽𝓮 2 ]

Capítulo 2: Serás cazadora

Multimedia: Charlie Weasley (Charlie Heaton)

Charlie: —tocando a la puerta— ¡Natalia, despierta!

Natalia abrió los ojos adormilada y se los frotó lentamente mientras soltaba un amplio bostezo. El pelirrojo seguía golpeando a la puerta y la chica se levantó torpemente de la cama. Llevaba el pijama puesto y su pelo estaba completamente alborotado, pero eso no impidió que abriera la puerta con cara de pocos amigos.

Charlie: —sonriendo— ¡Buenos días!

Natalia le dedicó una mirada de odio y volvió a cerrar la puerta en las narices del chico.

Charlie: —volviendo a golpear la puerta— ¡Natalia!

Natalia: —sin abrir la puerta— Voy a vestirme, Charlie. Enseguida bajo.

Charlie: —con las mejillas sonrojadas— Ah... Vale... Te espero en la cocina.

Charlie no recibió respuesta por parte de la rubia, por lo que acabó bajando corriendo las escaleras para llegar a la cocina donde ya estaba su madre sirviendo el apetitoso desayuno en los diferentes platos repartidos por la gran mesa.

Charlie: Buenos días, mamá.

Molly: Buenos días, Charlie. ¿Has despertado ya a Natalia?

Charlie: Sí, se está vistiendo...

Natalia: Ya no. —le pegó un leve estirón del pelo de forma amistosa y después rio.

Charlie: —mientras se frotaba la zona de la cabeza donde le había pegado el estirón— Qué rápida...

Natalia: —mientras se sentaba en la mesa con indiferencia— No cuesta tanto ponerse unos pantalones y una camiseta...

Charlie: También te has peinado el pelo... —cogió una de las ondas que caían por el brazo de la chica— Y te ha quedado perfecto...

Molly sonrió al ver a su hijo embelesado por la belleza de la chica. Aunque Natalia lo miraba con cara de confusión, pues apenas se había peinado el pelo durante dos segundos antes de salir de la habitación. Por alguna razón, su pelo siempre quedaba perfecto con un mínimo esfuerzo, sobre todo, las ondas que cada vez eran más prominentes conforme más largo era su pelo. Y, es que, el pelo de Natalia parecía crecer por minutos, pues, en apenas tres semanas que llevaba viviendo en la casa de los Weasley, su flequillo ya le llegaba por la nariz y tenía que apartárselo hacia los lados para que no le dificultara a la visión. A lo largo de esas semanas, Ginny le había manifestado a la chica la envidia que le tenía por ello, pero Natalia siempre le respondía que era ella quien le tenía envidia a la pequeña por ese precioso tono anaranjado de pelo.

Poco a poco, fueron llegando los demás miembros de la familia Weasley para desayunar todos reunidos. Natalia se sentía una más de la familia y cada vez estaba más convencida de que quería tener una familia igual de numerosa.